[Juego Relatos] Frase nº 1

(Espero estar haciéndolo bien XD)

La frase que propongo (e impongo ^^) para empezar el concurso es...

"No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo"

Un saludo a todos y a ver qué tal se nos da. Yo ahora no puedo escribir porque tengo partido de frúgol, pero tal vez esta noche o mañana tenga algo preparado.

A estrujarse la sesera, pichulas!
la verdad es que me ha gustado la frase,y me he decidido a escribir algo.Ha sido rápido y limpio xD.
Es la primera vez que escribo para esta sección de la web.
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No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo,quizá porque es un dolor momentáneo.Al menos en este caso lo había sido,puesto que me había acertado en el celebro.Ni siquiera tenia el arma en mano cuando le mire.Aún no me lo acabo de creer,todo había sido muy rápido.Abrir la puerta,entrar,y buscar a quien había efectuado la llamada.Esos eran los pasos.¿Quién se iba a imaginar que el hombre blanco que había en el fondo de la sala ,aparentemente desarmado y con las manos en la cabeza,iba a ser tan jodidamente rápido? Seguro que mis compañeros también habían caído...o no.Nunca me habían disparado,quizá porque no es algo norma,a lo que mucha gente sobreviva.Que enormemente estúpido había sido.”Ese hombre seguro que es la víctima que realizo la llamada” llegue a pensar ,centésimas antes que una bala saliese de su revolver.Lo que no entiendo es porque puedo seguir pensando... ¿ y por que estoy pensando todo el tiempo en mi muerte ? Maldito sea el día que decidí ser sanitario...

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Se aceptan críticas,es más,pido críticas xD!

Saludos y muchas gracias!
En tal caso,mea culpa xD. En lo de las espacios entre comas y puntos,es simplemente que no sé porque a veces se me olvida.
Lo de la última frase no sabia como decirlo.Ni infermero ni médico encajaban bien.Yo me referia a la persona que tiene que ir en la ambulancia,vamos,el infermero que va detrás,pero no sabia como referirme a él xD

Saludos y muchas gracias!

PD + offtopic: me encantan tus aportaciones de relatos hiperbreves,la historia del girasol es estupenda!
Aquí solo relatos, para comentar está el hilo del juego. ^^

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No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo. Eso de tener que mantener la pose para no defraudar, para estar a la altura del instante, es algo que me crispa. Me hace sentir vulnerable, pensar que, joder, así no es cómo debería ir todo este asunto.

Vaya negocio. Saber que todas las miradas, o que alguna de muchas, está clavándose en ti para saber, o intentarlo, qué piensas en ese mismísimo instante. Se me cansan los músculos hasta de la cara al intentar aguantar la posición, mirando fijamente yo también, manteniendo los ojos bien fijos en quien no va a dudar en atrapar mi alma hasta que le plazca. Hasta que el recuerdo sea demasiado aburrido y decida desecharlo almacenándolo en donde quiera que le apetezca hacerlo.

Un almanaque de memorias, a saber.

El caso, como digo, es que prefiero no esperarlo, ignorar que va a ocurrir o, al menos, saber que no soy parte consciente del radio de interferencia del plan que esté siendo urdido, lo que sea, creo que se me entiende y no es cuestión de paranoia. Es cuestión de naturalidad.

Así de sencillo... No me gusta aguantar en esa quietud suspendida antes del click final y la luz blanca que ciega. Prefiero que me sorprenda, que no lo espere... El disparo, el sonido del obturador, la foto por sorpresa.

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Un saludo a todos, esta es mi aportación XD
No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo. Si no lo espero, he de esconderme, de tratar de ver dónde me esperan los demás, calcular mis movimientos y buscar al muñeco que hace de rehén sin que los demás me sorprendan. Así nos enseñaron en la academia y así lo hacen los demás... pero es tan aburrido. Estar todo el rato esperando zafado detrás de las rocas y paredes del escenario anulando incluso el ruido de mis latidos y de mi respiración, para oir a los demás e ir noqueándolos hasta que no quede nadie y acabe el entrenamiento.

Sin duda para los demás es mejor que me disparen, así no tienen que ir ellos a la enfermería a encastrar sus miembros, coser suturas y aliviar con hielo sus golpes encajados. " Se me ha ido la mano", les digo, pero nunca me creen los muy imbéciles. Pero cuando espero el disparo no voy sólo a la enfermería, ya que tengo 10 segundos desde que se produce éste y los compañeros que hacen de secuestradores eliminan al rehén. Son 10 segundos en que sin duda encuentro al pelele, pero en los que no me da tiempo para más que abatir a un par de hostiles. Entonces acaba la práctica y los llevo a Claudia, que los estabiliza y/ o reanima mientras yo espero fumando, desangrándome en el corredor. Antes venía algún bedel a decirme que no podía fumar, pero dejaron de hacerlo cuando se dieron cuenta de que pasaban de trabajar en la planta a ocupar una cama en enfermería, mientras engrosaban mi lista de expedientes internos. Ahora sólo me recrimina claudia que fume, sólo mientras me sutura y saca los fríos proyectiles de dentro de mi cuerpo, mientras ata tendones y cose mi piel como un balón de reglamento.

Pero entonces empiezo a mirarla como un enfermo, miro su generoso escote y sus piernas poderosas, fuertes, que se ponen tensas bajo la blanca falda, mis músculos se contraen aún más y mi mirada se vuelve lasciva... entonces comprende y se dedica competentemente a lo suyo.

Sin duda es más divertido cuando espero los disparos.




Saludos
No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo. Por eso siempre intento parecer distraído y que la cámara tome mi perfil bueno que como le ocurre a casi todos los diestros, es el lado izquierdo. Mis maestros me dijeron que el arte de posar se aprende, pero no soy capaz de estar conscientemente mirando a una cámara y no hacer una mueca, un gesto desenfadado que para según qué trabajos no deja de ser bastante irresponsable. Y es que esto de vender y usar tu cuerpo como imagen no deja lugar a la imaginación y a la diversión: son clichés cerrados, asépticos estudios y horas interminables de antinaturales posturas que soporto cada vez menos y que me aburren sobremanera.
Me río yo de la gente que me dice "ojalá trabajase yo en lo tuyo", "tú es que como lo único que tienes que hacer es sonreír", "total, unas fotitos y te lo llevas calentito". Cuando les respondo que "la libertad de no sonreír, no se paga con dinero" la comprensión que veo en sus rostros me da la razón.



Bueno, aquí va. He estado por no mandarlo, pero no tengo tiempo ni creatividad ahora mismo para nada mejor. Suena a inacabado porque es que no se como terminarlo... lo siento, para la próxima intentaré mejorar.
No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo. Tras tantos años saliendo con Nuria, había aprendido a sobrellevar sus días malos. Pero cuando intuía una tormenta la angustia me comía por dentro. Los momentos que precedían al disparo eran eternos. Ella aparentaba estar bien y sólo con los años de convivencia había llegado a predecir la catastrofe. Esta vez la había liado de nuevo. Mierda!! Nuestro aniversario!! Maldito el día en que decidí dejar de apuntar las cosas en mi agenda de papel y empecé a fiarme del móvil. Y maldito el cabrón que me lo robó hace 2 meses. Este sofa es tan duro, creo que tengo que pensar en comprar uno mas comodo o acabare con la espalda destrozada...
No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo, y lo hago porque me confio, porque no me escondo, porque muestro mis sentimientos sin temor.

Ese es mi problema, lo sé, pero no puedo evitarlo. He jugado indiscriminadamente con las flechas de Cupido durante mucho tiempo, haciéndolas mías, poseyendo gracias a ellas muchos cuerpos, y ahora se han vuelto contra mí, me he vuelto enamoradizo, he pasado a ser un suculento aperitivo en las manos de jovenes desalmadas a las que colmo de costosos regalos a cambio de caricias, besos y dulces palabras de amor...

Es triste, lo sé. Pero llega un momento en que todos nos cansamos de jugar...
No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo.
Son ya tropecientas fotos. Y no te cansas. No te cansas de intentarlo buscando la foto perfecta. Buscando una foto que no se quedará como un archivo .jpg más en tu disco duro sino que será un pedazo de papel lleno de emociones que mirarás cuando esté colgado en tu pared. En el centro de tu habitación tal vez. Enmarcado de manera simple, para no robar protagonismo al contenido de la fotografía.

Disparas, esta vez no estaba atento. Saldré mejor parado. Me miras satisfecha, parece que la foto tropecientas y uno es lo que esperabas. Comentas algo acerca de lo que transmite mi mirada, añades detalles sobre luz, composición y vuelves de nuevo a hablar de mi cara... de tu boca salen adjetivos que no puedo creer que estés diciendo, todos positivos, todos agradables... y en tus ojos veo sinceridad. Realmente me ves así, hermoso, con una mirada llena de cartas firmadas con besos.

Te sonrío, apartas la cámara, me besas. La enfermera te pide que te vayas, pues la hora de visita termina. Nos despedimos como siempre "hasta mañana" pero, también como siempre, con el presentimiento de que no habrá ese mañana y de que esta última foto será la que finalmente guardes para recordarme cuando haya muerto.
No hay duda, a mi parecer. Salgo mucho mejor parado cuando no espero el disparo. No es la primera vez que recibo uno, de modo que sé cómo actuar en cada momento para salir ileso de la próxima. Ned fue quien disparó la última vez, provocándome un cosquilleo desde los pies hasta la cabeza. Nuestras miradas se cruzaron y apretó el gatillo sin piedad, a quemarropa, pillándome totalmente indefenso. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Sentí hasta cinco disparos. Me quería muerto. Recuerdo las convulsiones que me provocó aquella noche lluviosa, cómo en aquel momento vi pasar mi vida por delante. Me sobrevino la risa, comienzo a caer. Pulso rápido, sudor frío y fiebre en mi historial médico. Incapacidad de pensar racionalmente. Me dejó destrozado, pero aquello me hizo sentir vivo. Mi tratamiento: más de ella. Me dejé llevar y me convertí en esclavo de sus encantos. Enloquecí, morí y renací con el paso del tiempo. Aquella mujer me destrozó, pero me gustaría que me volviera a matar cada noche como aquella.
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