(Juego Relatos) Frase nº 6

(nunca he sabido como se ponen los corchetes) Allá va la frase:

"Las cifras luminosas del temporizador indicaban que solo quedaba menos de un minuto y medio..."
Las cifras luminosas del temporizador indicaban que sólo quedaba menos de un minuto y medio. Dodo miró y remiró el artefacto. Lo cogió, le dio vueltas, lo agitó, y por último lo lanzó contra la pared. Luego saltó y chilló, como cabreado.

Mientras, Mike lo observaba todo acurrucado en una esquina, abrazándose las rodillas y con los ojos abiertos de par en par. El monito Dodo se acercó a él. Lo miró a los ojos, concentrados en el artefacto. Le dio con la mano levemente en la pierna, intentando llamar su atención. Esperó un poco, pero Mike no hizo nada. Luego gritó otra vez y se puso a dar saltos por la habitación.

Mike esperó. Oyó el sonido del programa que echaban en la tele, luego el sonido de un coche pitando en la calle. Al fin, el sonido del reloj. Bip, bip, bip.

El monito se quedó mirando el artefacto. Luego se acercó y lo cogió, le dio un par de vueltas confuso y se lo lanzó a Mike. Mike lo apagó y dijo alto:

“¡Ya!”

Se oyeron pasos por el pasillo. La puerta del cuarto de Mike se abrió y asomó una mujer.

-¿Me dices algo, hijo?

-Sí, mamá. Que ya. Ya ha sonado.

-¡Oh! Muy bien. Entonces puedes ir viniendo, la comida estará lista en breves.

La mujer volvió a la cocina. Mike miró a Dodo y éste le respondió con sonrisa burlona. Luego se levantó y comenzó a andar lentamente. Lo más lentamente que pudo, como si pretendiera no llegar. Es fácil comprender a Mike.

Después de todo, no es muy normal que tu amigo imaginario sea un monito saltón, pero sí es muy comprensible que odies con toda tu alma la sopa de pescado.
Las cifras luminosas del temporizador indicaban que sólo quedaba menos de un minuto y medio. Bueno, he hecho cosas más asquerosas en menos tiempo, aunque no sé si asqueroso es la mejor forma de definir esto. Ahora mismo me miran con una mezcla de asco y asombro que me hace dudar. La verdad es que me pregunto por qué me expongo a estas cosas después de haber jurado que no volvería a hacerlo. Distraerme lo hace más fácil, es mi truco, pienso en otra cosa y así mecánicamente continúo y no siento nauseas. Casi me da una arcada al ver vomitar al yankee, bueno, casi no, me ha dado, no me lo esperaba. ¿Cuanto pesa? ¿150? Menuda bestia parda.

Hay una rubia mirándome que, la verdad sea dicha, esta muy buena. Supongo que no se imagina que mientras ella me mira con cara de asco yo le estoy mirando el escote. ¿Y si le digo algo después? Tío, una cosa es distraerte y otra pensar que puedes ligar en una situación como esta. Guarro y depravado, soy un partidazo.

El temporizador empieza a parpadear: quedan 30 segundos. Tengo una sed de proporciones bíblicas, pero si paro voy a vomitar como mínimo. Digo mínimo porque es lo más suave que se me pasa por la cabeza ahora mismo. Beber está sobrevalorado. Beber está sobrevalorado. Beber está sobrevalorado. Que "engañao" soy, como me gusta mentirme.

Tatará... que largos se me hacen siempre los últimos segundos. Cantar es mi último recurso para distraerme. Un buen estribillo dura 30 o 40 segundos, con la ansiedad canto acelerado mentalmente 4 o 5 antes de que termine el tiempo. Me da vergüenza reconocerlo, pero me canto la de "I need a hero..." para motivarme. Esto ya se acaba...

¡Y... tiempo! ¡La cosa ha estado reñida! ¡Pero ya tenemos ganador!...
¡Y el ganador del 7º concurso de comedores de huevos duros con un total de 129 es...
Las cifras luminosas del temporizador indicaban que solo quedaba menos de un minuto y medio, estaba francamente nervioso, pese a mi preparación, este era mi primer viaje al espacio. Miraba a mi alrrededor, buscando signos de nerviosismo en algun otro de los pasajeros, para consolarme con alguno.

Pero nada, todo el mundo mantenía una extraña expresión de indiferencia, como si cogiesen el magneto rail para ir al trabajo. solo un niño y una niña que parecían hermanos dejaban ver un claro entusiasmo.

Decidí pedir algo a la azafata para tranquilizarme.

- Disculpe, señorita

- ¿Si, señor?

- Vera, es mi primer viaje exoplanetario y, bueno, vera, estoy algo nervioso y me preguntaba si...¿podria servirme un whisky, por favor?

- Lo siento, caballero, pero no servimos nada hasta alcanzar estabilidad gravitatoria, ya en el espacio ¿desea alguna otra cosa?

- ¿Puedo ir al baño?

- Estamos a punto de despegar, en menos de cinco minutos podra ir tranquilamente.- Y se fué, con pasos firmes de sus largas piernas, a prepararse en su asiento.

Bien, no había alcohol, utilizaremos medios tradicionales, pensar en positivo, un campo que...

- "Señores, señoras y simbiontes pasajeros, en menos de un minuto comenzaremos la ignición, recuestense en sus asientos, abrochense los cinturones y no olviden expulsar todo el aire que puedan cuando el piloto azul, se encienda. Gracias por usar exolineas Mar de la Tranquilidad."

Respiré hondo y cogi ambos lados del cinturon para abrocharlos, me temblaban las manos, volví a respirar hondo y me agarre a los apoyabrazos como cuando te sacan una muela en el dentista.

- ¿Es su primera vez?- Una voz grave y profunda me hablaba en mi asiento derecho.

Giré la cabeza y vi un hombre grande, de unos 50 años, con una profunda y bien arreglada barba canosa, vestido con un traje fotofórmico en tonos azules y negros.

- Si.- Respondí en un susurro nervioso al mismo tiempo que la aero nave comenzaba a ponerse en la vertical con un sordo zumbido eléctrico.

- No tiene nada que temer, no se ha registrado un accidente exoespacial en los ultimos 5 años, dicen que es el medio de transporte mas seguro. Relájese.

El aparato comenzó a vibrar y un sonido agudo fué creciendo de intensidad mientras una hilera de unas diez luces verdes comenzaban a desaparecer una a una. Se enciende la luz azul.

"Echa el aire,¡echa el aire!"Pienso, exhalo e instantaneamente noto el aumento a 3 o 4 G en todo mi cuerpo....ya hemos despegado, el indicador marca troposfera, luego estratosfera, giro con esfuerzo la cabeza y veo al Señir de la barba, aguantando la respiración con un a extraña sonrisa de placidez, exosfera, ya casi está...

¡¡Brouuum!! De pronto algo no va bien, algo va muy mal y yo, muerto de miedo, veo como la luz del avion se vuelve roja, al mismo tiempo que una cabina individual se cierra en torno a mi asiento, aislándome de los gritos. Estoy aterrorizado. mi compañero de vuelo tambien ha sido encerrado en una de esas capsulas, con cara de incredulidad. Una voz electrónica me dice casi en el oido "preparese para la eyección" al tiempo que otra explosión mas intensa envía el cuerpo calzinado de la azafata a estrellarse contra mi cabina.

Vomito.

Y después salgo disparado, al espacio.

Espacio por todos lados.

Algo terrible para una agorafóbico.

Yo y los otros pasajeros supervivientes estaríamos flotando unas horas antes del rescate.

Lo iba a pasar mal.

Lloraba por un vaso de Whisky.
Las cifras luminosas del temporizador indicaban que solo quedaba menos de un minuto y medio y el maldito despertador me devolverá a la cruda realidad. Considerar al pequeño aparato como una bomba de relojería es una señal más de que el mundo se está haciendo más pequeño a mi alrededor y la rutina diaria no hacía nada por mejorar esa situación.

Un minuto.

¿Por qué no hacerlo? Sí, creo que no es tan mala idea quedarme hoy en la cama. Nadie me va a echar de menos de todas formas, estoy seguro.

Medio minuto.

La soledad no es tan mal camino aunque sea lo que sirve de alimento a psicólogos, terapeutas y engañabobos que, curiosamente, en mi cabeza siempre tienen voces con acento argentino. No creo que a mí me ocurra. Me gusta estar solo y no solo eso, sino que detesto estar con más gente.

Diez segundos.

La decisión está tomada y no hay vuelta atrás. Desde hoy lo que me quede de vida estaré solo aquí en esta cama.

Tiempo.

Cuando ya casi lo había conseguido, de nuevo la bomba de relojería me despierta y me devuelve a la cruda realidad. Desde la cocina del piso de abajo, se escucha a mi madre llamándome: "¡Carlitos, baja a tomarte el Cola-Cao, que nos vamos para el colegio!"
Las cifras luminosas del temporizador indicaban que sólo quedaba menos de un minuto y medio.

Las cifras luminosas del temporizador indicaban que sólo quedaba menos de un minuto.

Las cifras luminosas del temporizador indicaban que sólo quedaba menos de medio minuto.

A los 20 segundos empezó a dudar de sí mismo.

A los 15 segundos pensó en tratar de huir.

A los 10 se agarró la cabeza.

A los 5 segundos su cabeza se llenó de imágenes. Infancia y madurez alternaban sin orden ni concierto con la adolescencia. Recuerdos de momentos duros y estricto entrenamiento bailaban con los juegos infantiles, la cometa y la peonza. Resonaban de fondo sonidos de risas, gritos, suspiros, alboroto de patio de colegio y el zumbido de los fluorescentes de la sala de estudio. Un torbellino donde concentraba todos los pasos que había dado para llegar hasta aquí.

Dos segundos. Movió la mano.
- Dama C5. Mate.

Y el campeón rompió a llorar de alegria.
5 respuestas