[Juego Relatos] Frase nº10

"Todo empezó con un pinchazo."

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Para los participantes, recordad publicar el relato durante los dos últimos días del plazo: el 20 y 21 de Septiembre.
Todo empezó con un pinchazo, un pinchazo del que nunca supo nada mi padre, quien volvió con su antigüa novia. Mi madre siguió adelante, yo seguí hacia fuera. Tras los inmemoriales tiempós de feto y bebé llegué a mi temprana infancia, creativa, de niño superdotado, hacia los ocho años viaje al infierno y en ocho años mas ya estaba fuera sacándome la ceniza de encima, despues vino la adolescencia con sus hormonas y sus drogas, dos sustancias que no dejaron de incrementarse en mi vida, y que incluso afirmaría que tuvieron un interesante pico cuando entre a estudiar el medio de Shakespeare, el sexo como revolución mental y....bueno.... Lo último que s´´e es que ahora reanudo los hilos de mi vida con pita nueva mientras escribo en un foro de EOL.
Todo empezó con un pinchazo. La pelota era mía y ella la pinchó. La odié. Esas coletitas rubias y esos lacitos me parecían odiosos. Ella se reía y yo lloraba aún más al ver ese trozo de plástico desinflado que mi madre acababa de comprarme. No podía entender cómo alguien en el mundo podía reírse y mucho menos ella, que acababa de pinchar mi pelota. Era mi pelota.

Quince años después, vi a una joven intentando cambiar una rueda. Sin saber por qué, e independientemente del aguacero que caía, me detuve en el arcén y bajé a ayudarla. Bajo esa empapada cabellera rubia, descubrí unos ojos y una sonrisa que me resultaron familiares. El curioso destino nos había vuelto a unir en otro pinchazo. Sin embargo, ahora ese pelo rubio no me pareció odioso. La risueña niña se había convertido en algo bello, que iluminaba ese pequeño trozo de espacio a su alrededor, como una antorcha ilumina el principio de un laberinto con un tesoro al final.

Ella no me reconoció y cuando le conté la anécdota de la pelota no pudo más que reírse al recordar ese niño con gafas y pantalón corto con calcetines hasta la rodilla, llorando abrazado a las faldas de su madre mientras ella, divertida, había pinchado una pelotita de plástico. Se sorprendió de cómo había sido capaz de no olvidarme de eso en todo ese tiempo y me hizo prometer aceptar una invitación por haberla ayudado a cambiar la rueda y sobre todo, como recompensa por haberme pinchado mi pelota.

Hacia allí voy, caminando hacia el punto donde nos encontraríamos cuando observo una imagen familiar. Una chica ha pinchado y acaba de bajarse un chaval de un coche, para ayudarla.

Ha empezado a llover.
Todo empezó con un pinchazo.
Algo casual, una noche, fiesta, alegría... y al final pues esas cosas pasan, ya sabeis.
Pero no sé por qué le di mi número para volver a quedar o algo. No me llamó. Al menos no al día siguiente ni el siguiente fin de semana.
Me llamó, pero pasados nueve meses. Y me dijo que era padre.
Me acordé de la gente de "El rincón..." y lamenté haber pinchado sin condón.

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Dedicado a todos los que me han metido en la cabeza lo de "pinchar" como follar y sin los cuales este texto habría sido algo totalmente diferente y mejor, sin duda (peor no puede ser XD XD ).
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