lodis reta a ELXAVI : escribe un texto de 500 a 700 palabras, dónde se haga mención o relación a estos títulos de canciones o parte de su letra; también tenes que elegir que canción representará a tu protagonista/s de la historia: ojos de cielo de el sueño de morfeo, la soledad de la oreja de van gogh, depende de jarabe de palo, breath day de blue, bailar pegados de sergio dalma y virtual insanity de jamiroquai
Seis de la mañana, suena mi radio-despertador, hora de levantarse. En un primer contacto con mi estado de consciencia post-sueño, agudizo mi oido. Suena música.
Tanto tiempo juntos y ahora te tienes que ir.
Éramos muy niños cuando te conocí.
Te veo jugar y en silencio hablar.
Cómo me gustaba tu carita al bostezar.
Me doy la vuelta en la cama, busco tu cuerpo acurrucado bajo mi edredón. Vaya, hoy no estás. ¿Cuándo te fuiste? Ya no lo recuerdo.
En nuestro rincón sigue aquel sillón
dónde me leías para dormir.
Siempre estabas junto a mí,
en mi mente resolviéndolo todo
Y esperando verme sonreír.
Me incorporo, cuando recupero por completo mi consciencia me doy cuenta de que hace meses que te fuiste, que no dejaste nada más que el hueco en mi cama y en mi vida. Hago café para dos. ¿Me traiciona el subconsciente?
Oh soledad, dime si algún día habrá
entre tu y el amor buena amistad.
Vuelve conmigo a dibujar olas del mar,
Dame tu mano una vez más.
Tomo dosis doble de café, asomado a la ventana. Aún no es de día y las farolas roban la intimidad a las calles. Miro a los ojos a la luna, te miro a través de ella. Por mucho que intento estirarme nunca la alcanzo.
Escapamos de todo y me invitabas a pensar.
Me ayudabas con tus juegos a pintar la realidad.
Siempre fuiste fiel transparente fe.
Los mayores dicen que de ti me enamoré.
Estoy desnudo, pero no me siento más vulnerable por ello a lo que me pueda pasar. Siento frío, así que me apresuro a encender la ducha. Cierro los ojos mientras el agua ardiendo desliza por mi cuerpo, erosionándolo y diluyéndolo por el desagüe. Mientras viajo por las cañerías de mi edificio, de mi ciudad, busco una rendija por la que verte y, siendo agua, caer en tu cuerpo.
En nuestro rincón sigue aquel sillón
dónde me leías para dormir.
Siempre estabas junto a mí,
en mi mente resolviéndolo todo
Y esperando verme sonreír.
Arrastro los pies hasta el armario, calcetines, calzoncillos nuevos (aunque tremendamente incómodos), camisa limpia, azul cielo, traje azul marino, corbata...
corbata...mierda, tu eras la que me elegía siempre la corbata.
Oh soledad, dime si algún día habrá
entre tu y el amor buena amistad.
Vuelve conmigo a dibujar olas del mar,
Dame tu mano una vez más.
Todo listo, hora de ir a trabajar. No, aún falta algo. Cojo un pequeño trozo de papel y escribo en él. Ahora si. Coincido con mi vecina en el descansillo para tomar el ascensor, se ve en su rostro un sueño bastante atrasado. Llega el ascensor, nos subimos. Vivo en un sexto, pienso en hacer el amor a mi vecina allí mismo en el tiempo que llegamos al bajo, pero descarto la idea. Seguramente se lo tomaría mal. Me despido de ella.
Oh soledad, dime si algún día habrá
entre tu y el amor buena amistad.
Vuelve conmigo a dibujar olas del mar,
Dame tu mano una vez más.
En la nevera de casa hay una nota para ti que nunca leeras. “Perdóname por no saber dejar de quererte”.