Juego Simon dice. Reto nº 3: EL SALTO

EL SALTO



“Que cerca de Dios estás”

Eso fue lo que me dijo mi madre cuando le dije que conseguí un trabajo en un rascacielos, en el piso 39 exactamente. Mi madre era un pozo de sabiduría, pero con poca profundidad y sin agua. ¿Acaso Dios vive en una nube?
El Señor (de mi madre) campa por el mundo como si fuera, no se, un dios; las cosas buenas que ocurrían en mi familia era gracias a él y las cosas malas era culpa nuestra. Pues no, Dios es vengativo y le gusta ver sufrir a la gente, si se porta mal nadie le va a castigar, así que me usó para pasar el rato puteándome. Seguro que no echaban nada interesante por la tele celestial.

El trabajo era lo mas aburrido que os podáis imaginar, el monitor del ordenador delante, una mesa llena de papeles y un teclado desgastado. Yo solo en un despacho minúsculo, con una ventana con una vista privilegiada de la polución de Madrid.
Tarea sencilla y monótona, lo peor era que no sientes que tu labor sirva para algo, piensas que si un dia no haces nada, el mundo seguirá igual. Amigo mío, es así.
El trabajo es sólo una ilusión para creer que haces algo por los demás, obligado por la necesidad de dinero, ya que del aire no se vive, desgraciadamente. Al mismo tiempo que tú, hay miles de personas haciendo exactamente lo mismo; hormigas de la sociedad consumista, zánganos en busca de billetes que gastar.


“Que orgulloso estoy de ti, hijo”

Otra frase que me marcó, la dijo mi padre, el hombre silencioso. Nunca me echó un sermón, ni me daba consejos para la vida, vagaba por el mundo, supongo que era su manera de vivir. Dicen que la felicidad de un padre viene cuando ve que su hijo le supera, mi padre trabajaba vigilando una fábrica por las noches, por lo que no era difícil hacerlo. Cuando me saqué la carrera se alegró tanto, que después de decirme esa frase, le dio un infarto y se murió en el hospital.
Mi madre lo hizo varios años después, eso sí, tras analizar y comentar todas las acciones que hacia con mi pareja, cosas de ser el único hijo.


“No sabes cuanto te quiero”

Esto me lo dijo el dia antes de casarnos, era una mujer sencilla y con unos bellos ojos. Afortunado me sentí en aquel momento, ahora ella pasaba a ser el centro de mi vida, bueno mi vida entera. Pero no me reí tanto cuando el médico me dijo que me faltaba libido, que ya no tenia apetito sexual, pastillas para luchar contra la impotencia precoz. Me producían efectos secundarios horribles, dolores de cabeza y esas cosas, por lo que no las tomaba mucho.


“Querer es poder”

Otra frase de mi madre, otra mentira más bien. Porque lo que más quería en el mundo era partirle la cara al tipo que estaba con mi esposa en la cama cuando volví a casa más pronto de lo habitual. Pero mi cuerpo regordete y en baja forma no pudo con el suyo, forjado en gimnasios; así que acabe en el suelo de mi propia habitación, maldiciendo y aguantando las lágrimas de la impotencia.
Hace una semana recibí los papeles del divorcio, pero ahora ya no me importa, ya he tomado la decisión.


“No lo hagas”

Eso es lo que ahora me grita un compañero, estoy sentado en la ventana, con las piernas hacia la calle. Hay que ver lo que se piensa y se filosofa antes de asimilar tu muerte, lo típico de si habrá algo después y esas cosas, aparte de dudar si tu vida hubiera sido diferente si en vez de girar a la derecha, coges la izquierda; si hubieras estudiado otra cosa, si no me hubiese enamorado.
Así es la vida, las cosas que decides no se pueden cambiar; por lo que he decidido lanzarme desde aquí, así de simple y de soso, como yo. Saludo con la mano al publico asistente, un poco de humor negro antes de respirar hondo y saltar.


“Soy libre”

Es lo único que se me ocurre decir mientras mi cuerpo se acerca al asfalto gris, una lápida no se donde, unos minutos en un telediario y una reseña en un periódico y se acabó. Pero al menos durante mi vuelo, me siento libre, sin ningún tipo de atadura a este mundo sin sentido.

“Nos veremos en el otro lado”
me gusta mucho como has desarollado la trama, con frases q todas las madres dicen...y la decisión de q saltara está bién determinada.
Hola a quien lo lea.

La estructura narrativa del texto me ha gustado en exceso.

No me he creído la forma en que muere el padre.

Me ha gustado la impotencia del hombre extendido en el suelo.

Por mi parte ¡Enhorabuena! te llevas el punto.


Un saludo.
Kefalegereta escribió:[...]

No me he creído la forma en que muere el padre.

[...]


A mí me ha parecido un toque estilo Amélie que me ha gustado bastante :-)
4 respuestas