He tenido este dilema durante bastante tiempo. Al final la conclusión a la que llegué es dejarme de ediciones definitivas porque nunca va a ser la definitiva, simplemente me compro el juego, lo disfruto y lo vendo. Y si el día de mañana quiero rejugarlo lo compro en la store rebajado si considero que el precio es justo. Pero edición definitiva nunca va a existir.
Antes coleccionaba los juegos que me gustaban mucho y "por si acaso" quería rejugarlos en el futuro, pero lo que pasa es que me he dado cuenta de que si rejuego un juego lo hago de dos a tres años después (cuando ya me he olvidado de la historia y me apetece volver a disfrutarla) y para ese entonces están tirados en la store. Coleccionar plástico a día de hoy y en mi opinión PERSONAL no me vale la pena en mi caso concreto.
Hoy en día ando vendiendo mi colección de PS3 ya que por un lado no tengo la consola original, por otro lado si quiero jugar esos juegos tengo remasters o remakes mejores a día de hoy por lo general a buen precio. Si quiero jugar al The last of Us no me pondría la versión de PS3, ni siquiera el remaster de PS4, me compraría la mejor versión a día de hoy, que es el remake que acaban de sacar.
Y si algún día se cierran servidores aunque me fastidiaría bastante tampoco me moriría del disgusto porque siempre podría tirar de la vía Jack Sparrow en un PC sin remordimientos porque yo ya habría pagado mi licencia en su día y habría apoyado a los desarrolladores.
Es una opinión personal, mi caso no tiene porque ser el mismo que el tuyo. Me estoy volviendo una persona muy minimalista e intento ser práctico, a día de hoy los juegos físicos me parecen simplemente llaves y, aunque me duela, en el momento en que te tienes que comer un parche del día uno de 20 gigas esa copia física está tremendamente desactualizada, habiendo casos tan absurdos como que ese juego es injugable sin ese parche, véase el caso de The Last Guardian, que como lo juegues sin meterle el parche en una PS5 hay TRES zonas del juego que se congela el juego y no puedes continuar.