El caso más reciente con el que me ha pasado esto ha sido sin duda el Wolfestein: The New Order.
Lo compré en las ofertas de navidad del PSN por 10€ porque me apetecía un juego de la segunda guerra mundial y, aunque no podría haberme equivocado más con él, no me importó lo más mínimo haberlo hecho.
Tiene una estética genial, una historia muy interesante en mi opinión y la jugabilidad es sin duda lo mejor de todo. No me bastó con pasármelo en varias dificultades que al final acabé yendo a por el platino. Y curiosamente, después de sacarme el platino, me lo volví a pasar porque no quería soltarlo todavía.