A raíz del hilo de juegos supuestamente violentos he estado pensando que hay unos cuantos títulos que si bien no tienen ninguna violencia aparente me han causado sensaciones de mal rollo e insanidad en algún que otro momento. Es un tema curioso por que muchas veces productos que parecen del todo inocuos pueden llevar también al desasosiego... no se si solo me pasa a mi o si alguien tiene experiencias similares.
De momento me vienen a la cabeza los siguientes, sin tener en cuenta ejemplos de sillent hills y survivals varios;
Manhunt Este es el ejemplo fácil, y si que es absolutamente violento... y también un survival menos obvio.
Esa atmosfera de snuff afecta a cualquiera, la falta absoluta de reglas morales, ese mundo tan sucio y oxidado... creo que es el primer juego que logra ser explícitamente SÓRDIDO. Jugarlo con el microfono debe potenciar la experiencia de una forma que da miedo.
Los sims Si, la saga de ventas millonarias a la que juegan nuestras conocidas. Al llevar un largo rato de juego uno empieza a fijarse en la banal existencia de los sims, su parloteo estúpido, su vida absurda, sin voluntad, un mero trámite hasta acabar en una urna en el salón... y no puede evitar verse reflejado y por ello preso de una terrible angustia existencial.
Es posible que esto se deba a defectos del propio juego, que acaba siendo inevitablemente aburrido al cabo de un rato, pero más que el aburrimiento es esa desagradable sensación la que llega a impedir el seguir jugando.
Pero la cosa no queda ahí. Los sims sacan lo peor de nosotros mismos. Cuando el tedio aparece uno despierta su lado más oscuro y pasa a imaginar las más creativas formas de tortura para los inquilinos. Emparedamiento, ahogamiento, quema... Y para acabarlo de poner siniestro los sims atormentados pueden volver como almas en pena, con esa terrible mirada vacía...
Se podría escribir una tesis de todo esto o decenas de estudios psicológicos.
Lumines Cuando llevas jugando un tiempo excesivo al puzzle de Mizuguchi uno empieza a notar esa sensación tan de la infancia que te producía el Tetris y sus partidas eternas. Ese cerrar los ojos y ver las piezas caer, todo con un punto enfermizo. Pero es que Lumines no se queda en el caer de piezas y te satura con un montón de sonidos y colores que cambian todo el rato.
Ya no solo ves las piezas caer después de haber jugado si no que la cosa se contamina por el color y un sonido agobiante que te martillea la cabeza. He estado días enteros escuchando los mismos ruidos infernales sin estar jugando, llegando al insomnio y a una especie de pesadilla consciente. Como si dentro de tu cabeza se sucediese todo y tubieses que estar constantemente haciendo cuadros de color para evitar el colapso mental.
Un día decidí no parar hasta pasarme todos los niveles de una vez. Cuando acabé lo coloqué en su caja y ahí se quedó hasta el día de hoy, y posiblemente, ahí se quedará para siempre.