El objetivo de este comentario era en su génesis expresar públicamente el arrepentimiento que siento actualmente al admitir que durante años siempre consideré que la saga de videojuegos de fútbol de Electronics Arts en su división de simuladores deportivos, FIFA's fueron siempre los mejores juegos del género.
Sinceramente las pocas veces, en mi pasado, que un juego de Konami cayó en mis manos nunca me llenaron, pero con la adquisición de la última consola de Sony, la playstation 2, conocí la saga Winning Eleven y en ese momento mi opinión sobre los juegos de fútbol cambió radicalmente y descubrí la diferencia exacta entre dos vocablos que muchas veces había leído y escuchado pero nunca había entendido: "Arcade" y "Simulación".
Al buscar un motivo en mi vida pasada que marcara de una forma determinante porqué yo amaba los juegos de Electronic Arts, encontré varios puntos de inflexión que intentaré describir en este artículo.
El primer videojuego que cayó en mis manos allá por el año 1978, creado en 1972 por el fundador de Atari, Nolan Bushnell, está considerado como el primer videojuego de la historia, el "PONG" (pantalla en blanco y negro, con dos barras que representaban dos raquetas, y una especie de puntero pequeño que simulaba el movimiento de una pelota). Recuerdo que era muy adictivo y simple en su utilización, además en mi máquina clónica de Atari que contenía este juego, traía también algunas versiones que identificaban con distintos deportes, como el hockey, el fútbol, el tenis, basket, etc... pero seguía siendo el mismo, el "Pong".
Nolan Bushnell, en 1972 y en la actualidad
Mi siguiente máquina la recibí con los brazos abiertos un 6 de enero del año 1986, comenzaba mi afición a la informática, leía revistas especializadas y visitaba a conocidos con ordenadores, de ahí que sus Magestades los Reyes Magos de Oriente decidieran regalarme un flamante Commodore64. Este ordenador apareció en 1982 (cuando en España solo se pensaba en Naranjito), y junto a otro famoso ordenador de la época, el Sinclair ZX Spectrum (mucho más vendido en España que el germano), tenía un procesador novedoso (el 6510), con 64 Kb's de RAM y unos 20 Kb's de ROM, además de poseer chips exclusivos de sonido, video y periféricos (como el bonito cassette redondeado para cargar los juegos en cinta), el teclado poseía 66 teclas y tenía una resolución en pantalla de 320x200 pixeles a 16 colores. Como nota negativa, su sistema operativo BASIC, era muy complicado en sus ordenes (variaciones del BASIC universal) y dificultaba su aprendimiento. A nivel mundial llegó a poseer el 34% de las ventas, y su precio de salida fue de 595$ aunque no tardó en bajar a 149$.
Después de destripar, intercambiar, robar y piratear cientos y cientos de juegos de esta máquina, mi vida cambió de orientación y aparté de mi lado el apasionante mundo de la informática por motivos de estudios, y aficiones deportivas.
Ya en segundo año de carrera universitaria, en el verano de 1993, me gasté toda la beca que había reservado en la compra de mi primer PC, un 486DX2, que me permitió retomar mi amor hacia la informática. Aunque me centré en programas de diseño que mi carrera profesional necesitaba, siempre guarde un rato en mi agenda para probar y disfrutar de los juegos del momento.
Sentía bastante atracción por los juegos de estrategia ya que los gráficos utilizados por el resto de juegos no me infundían mucho interés. Muchas horas de sueño perdí por culpa de juegos de estrategia increibles que aun no he olvidado como el famoso juego de estrategia por turnos, UFO: Enemy Unknow, y su saga de XCOM, creado por Microprose en 1994.
Luego vendrían otros del mismo estilo como Syndicate (Bullfrog, 1995) con la misión de controlar la tierra a través de los sindicatos del crimen y su maravilloso chip para controlar la voluntad humana, y otros muchos del mismo estilo, hasta que llegó una nueva afición a los juegos de acción.
Está nueva adición me vino de la mano del Castle of Wolfstein o Wolfstein 3D (1990), y toda la saga que lo siguió que son capaces de comentarse por si mismos solo al pronunciar sus títulos: Doom (1993), Doom II Hell of earth (1994), Final doom (1996), Quake, QuakeII, Quake III (1999)
Mientras pasaba horas jugando a estos agresivos juegos en primera persona, siempre tenía tiempo de jugar a los juegos de fútbol que salían para PC durante esos años. Dentro de este género no había duda alguna al elegir a EASports, como el mejor creador de simuladores (mejor arcades) deportivos. Desde el FIFA 96 hasta el actual 2002, dudo mucho que alguien pudiera crear algo parecido para PC.
Los gráficos que FIFA ofrecía y ofrece en sus juegos siempre han sido pioneros, pero limitados en cuanto a la jugabilidad que permitía ganar 9 cero con solo 4 o cinco partidos de experiencia, lo que te hacía disfrutar del momento en el que jugabas tu primer partido y sentirte aburrido cuando jugabas el quinto, obligando a jugar partidos entre amigos eligiendo Nueva Zelanda como equipo para añadir un handicap a la partida. Otro de los méritos que yo les atribuyo a la serie FIFA que nadie ha podido superar, son los comentarios en tiempo real de los partidos.Los comentaristas de la Cadena Ser, Manolo Lama y Paco González, le han dado siempre un toque de importancia al partido del que tu eres el protagonista.
Siempre seguí fiel a mi PC y nunca me planteé la idea de pasarme al mundo consolero, quizás porque hasta hace poco los juegos en PC superaban en gráficos y en sonido a las mejores consolas del momento. No obstante adquirí en 1998 la gris de Sony. La Playstation apareció en noviembre de 1994 en Japón y se presentó en Enero del 1995, y aunque en sus comienzos no despertó el interés, quizás (y esto es una estimación propia) fue la aparición del "chip" y la posibilidad de utilización de copias piratas, lanzó la distribución de esta maquina hasta el número uno mundial.
Nunca disfruté mucho de esta maquina, ya que el PC seguía por delante. Probé también con la Dreamcast de SEGA, pero solo un par de juegos me hicieron pasar buenos ratos, como el Virtua Tennis o el Metrópolis Street Racer.
Pero llegó el placer, en el año 2001, me compré la última de Sony, y sin duda alguna, la mejor consola o sistema de videojuegos del momento, la playstation2. Cada juego que he probado ha mejorado al anterior, hasta que llegó el día esperado, el día en el que descubrí al mejor juego sin duda de la historia.
Cuando empecé a jugar al Winning Eleven o su versión Pal, el Pro Evolution Soccer, descubrí al verdadero juego de fútbol, al único y al verdadero.
De entrada las sensaciones son totalmente opuestas a las que ofrece el Fifa. Los primeros partidos no te dicen nada y te invitan a dejarlo y arrimarlo, porque no le ves el sentido al juego, pero tus amigos insisten en sigas jugando y poco a poco comienzas a sorprenderte con este juego. Aún llevando dos meses jugando a diario no te cansas de descubrir cosas nuevas o de perder con tu equipazo con unos de los peores equipos porque te ha entrado una pájara o una mala racha.
Llegado a este punto donde he descubierto el mejor juego hasta ahora, me hago la pregunta de porqué EA no ha conseguido hacer un Fifa que se parezca en algo al de Konami, y siempre llego a una conclusión rápida, a los americanos no les gusta el fútbol. Son capaces de hacer juegos de muy buena jugabilidad como los NBA's o los NHL's, o hasta los NFL's con una simulación bastante increible, y luego aplicar esa tecnología al deporte "ese raro que tango gusta en el resto del mundo y que crearon los europeos esos, el soccer". Creo que es ese el problema, quizás llegará un día en que los americanos, que sinceramente pienso que son los únicos capaces de hacerlo, ame tanto este deporte, que consigan un juego con la jugabilidad del Pro Evolution Soccer, los gráficos evolucionados que siempre a propuesto FIFA y un manager integrado al mas puro estilo del PCFUTBOL, de la tristemente desaparecida DINAMIC MULITIMEDIA.
¿Cuánto tendremos que esperar?
Hasta entonces solo me queda disculparme de Konami, al no haber descubierto antes la diversión y entretenimiento que sus juegos de fútbol ofrecen.
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(en el original hay links a algunos clasicos para descargar)
"Confesiones de un Fifero arrepentido", por Marcos Herrera