Los astrónomos han descubierto lo que pueden ser cinco planetas orbitando Tau Ceti, la estrella aislada más cercana más allá de nuestro Sistema Solar, cuya temperatura y luminosidad es casi igual que la del Sol. Si los planetas están allí, uno de ellos está justo a la distancia de la estrella para tener temperaturas templadas, océanos de agua líquida, e incluso vida. Sin embargo, no hagas las maletas todavía: el descubrimiento tiene que confirmarse.
Tau Ceti está a apenas 12 años luz de la Tierra, tres veces la distancia de la vecina estelar más cercana del Sol, Alfa Centauri. Tau Ceti es tan parecida al Sol, que el astrónomo Frank Drake, que ha buscado desde hace mucho tiempo señales de radio procedentes de posibles civilizaciones extraterrestres, hizo de ella su primer objetivo allá por 1960. Al contrario que la mayor parte de las estrellas, que son tenues, frías, y pequeñas, Tau Ceti es una brillante estrella amarilla de tipo G de secuencia principal, como es Sol, un rasgo que solo comparten una de cada 25 estrellas. Además, al contrario que Alfa Centauri, que también alberga una estrella de tipo G, e incluso un planeta, Tau Ceti está aislada, por lo que no hay una estrella secundaria en el sistema cuya gravedad pueda tirar de los planetas.
El astrónomo Mikko Tuomi, de la Universidad de Hertfordshire en el Reino Unido, y sus colegas analizaron más de 6000 observaciones de Tau Ceti procedentes de telescopio de Chile, Australia, y Hawái. Tal como informan los investigadores en la revista Astronomy & Astrophysics, ligeros cambios en el movimiento por el espacio de Tau Ceti sugieren que puede estar respondiendo al tirón gravitatorio de cinco planetas de entre dos a siete veces la masa de la Tierra.
De ser así, los cinco planetas estarían más cerca de lo que está Marte del Sol; sin embargo, Tau Ceti emite solo el 45% de la luz del Sol, por lo que cada planeta recibe menos calor que un planeta a la misma distancia del Sol. Los tres planetas más interiores en Tau Ceti—nombrados b, c, y d— probablemente están demasiado calientes para dar soporte a la vida, estando tan cerca que apenas necesitan 14, 35, y 94 días respectivamente para completar una órbita. El más lejano de los tres, d, está aproximadamente a la distancia que está Mercurio del Sol.
Es el cuarto planeta — el planeta e— el que los científicos sugieren que podrían ser otro mundo que albergue vida, incluso aunque tiene cuatro veces la masa de la Tierra. Si vivieses allí, verías un sol amarillo en el cielo, pero tu año duraría apenas 168 días. Esto se debe a que Tau Ceti e se encuentra algo más cerca de su estrella de lo que está Venus del Sol y, por tanto, orbita más rápido que la Tierra. El quinto planeta, y el más exterior, denominado Tau Ceti f, completa una órbita cada 640 días y está ligeramente más cerca de su estrella de lo que está Marte del Sol.
Sin embargo, el equipo de Tuomi advierte que las perturbaciones de la propia estrella, en lugar de planetas en órbita, podrían estar produciendo los pequeños cambios de velocidad de Tau Ceti. “Están rebuscando realmente entre todo ese ruido”, dice Sara Seager, astrónomo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridgeque no fue parte del equipo. “La comunidad [astronómica] va a tener difícil aceptar el descubrimiento de planetas a partir de señales tan profundamente incrustadas entre el ruido”.
“Están llevándolo más allá del límite”, dice Gregory Laughlin, astrónomo de la Universidad de California en Santa Cruz. “Algunos, o incluso muchos, de estos planetas podrían desaparecer. Pero creo que han hecho absolutamente el mejor trabajo que puede hacerse, dados los datos”. Laughlin comenta que es frustrante que los planetas más interesantes – los pequeños como la Tierra – sean tan difíciles de detectar: “Tienes que tenemos toneladas, y toneladas, y más toneladas de medidas de velocidad a lo largo de muchos años y, luego, tienes que ser extremadamente cuidadoso – como son en este artículo Tuomi et al. — para librarte del ruido sistemático”.
El miembro del equipo, Chris Tinney, astrónomo en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney, Australia, reconoce que es un problema. “Ciertamente hay una prueba muy tentadora de un sistema planetario apasionante”, dice Tinney, pero añade que para verificar el descubrimiento se necesitarán 10 años, y los científicos no quieren esperar tanto. “Creemos que lo mejor que podíamos hacer era publicar el resultado y ver si alguien podía confirmarlo o descartarlo de forma independiente”.
Si existen dichos planetas, orbitan a una estrella que es casi el doble de vieja que la nuestra, por lo que un planeta adecuado habría tenido mucho tiempo para desarrollar una vida mucho más avanzada que el Homo sapiens. Esto podría explicar por qué nadie de Tau Ceti ha contactado con unos seres tan primitivos como nosotros.