Hace una década el mercado de los soportes ópticos estaba en plena ebullición en España, pero la implantación del canon digital supuso un fuerte mazazo para el sector, que veía como esta tasa desproporcionada suponía un importe que multiplicaba el precio del producto. La respuesta de muchas tiendas y distribuidores fue buscar mecanismos para eludir el pago del canon, pero en algunos casos se les fue de las manos.
Así sucedió con la por entonces prestigiosa marca Verbatim, cuyas tarrinas de CDs y DVDs se podían encontrar en casi todas las tiendas y hogares españoles, hasta que en 2009 la Guardia Civil
intervino la filial española tras una denuncia de la SGAE, deteniendo a 19 personas.
Ahora, la Audiencia Nacional considera probado que el entonces director comercial de Verbatim para España y Portugal, Luis Fisas Elizalde, y el exjefe de ventas, Álex Lozano Quer, organizaron un sistema ficticio de exportación de CDs y DVDs que evadió el pago de 3,2 millones en concepto de IVA. En la sentencia se considera que lo hicieron en nombre de Verbatim y por ese motivo declara a la firma responsable civil y la condena a pagar los 3,2 millones si no lo hacen los dos exdirectivos.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso
El País, Fisas y Lozano pusieron en marcha un fraude tipo carrusel. Simulaban ventas a Portugal, a sociedades sin actividad ni estructura, en operaciones exentas de IVA. Luego la mercancía teóricamente volvía a España a otras sociedades también fantasma que cerraban antes de liquidar el impuesto.
Con este mecanismo Verbatim evitó pagar un total de 3,2 millones de euros en concepto de IVA entre los años 2005 y 2008. Además, también se libró de pagar el canon digital entonces vigente, algo que EGEDA estimó que sumaba 89 millones de euros. A pesar de ello la sentencia no incluye esa cantidad como defraudada, ya que la entidad de gestión de derechos ha quedado excluida como acusación particular.
La pena, que aún no es firme, será recurrida por los acusados y Verbatim. El abogado de Fisas afirma que él “no sabía nada” y la multinacional del CD culpa a sus exdirectivos, afirmando que ni el grupo ni la filial se han beneficiado de la trama. Por otro lado la fiscalía y la abogacía del Estado han recurrido al Supremo para elevar la pena.
Si la condena es ratificada, ¿podrá el Estado cobrar ese dinero? Difícilmente. En 2013 el juez impuso a Verbatim una fianza de casi 20 millones de euros por si resultara condenada (en esa cantidad se incluía el fraude por el canon digital además del IVA). En consecuencia, la filial española de Verbatim cambió de nombre a V-Es Data for Life y presentó un concurso de acreedores al no poder hacer frente a la fianza. Actualmente la compañía se encuentra en liquidación.