PODRÍA TRATARSE DE ALGÚN TIPO DE JUEGO PELIGROSO
La 'banda del adoquín' ataca de noche la M-30
Se ha abierto una investigación sobre el lanzamiento constante de adoquines
No era la primera noche que esta supuesta banda actuaba en los puentes
Los adoquines también son lanzados en zonas por donde pasan los trenes
Actualizado viernes 07/11/2008 10:26 (CET)
PEDRO BLASCO
MADRID.- La Policía Municipal de Madrid ha extremado la vigilancia en los alrededores de la M-30 tras recibir numerosas denuncias de lanzamiento de adoquines a esta vía.
Se escuchó un gran estruendo, una explosión, nos quedamos mirando y nos fijamos que alguien había tirado una gran piedra en la carretera». Unos operarios que trabajaban junto a la M-30 la noche del lunes al martes presenciaron en directo la hazaña de una o varias personas que, desde un puente de la circunvalación de la ciudad, tiraron una gran piedra a la vía.
La Policía Municipal ha abierto una investigación sobre el lanzamiento constante de adoquines en esa carretera madrileña en los últimos días. Se han tirado entre 16 y 18.
Los trabajadores que oyeron el impacto del adoquín en la M-30 escucharon a los pocos segundos el derrapaje de un vehículo que huía deprisa de la zona. Los obreros piensan que, tras lanzar el pedrusco, escaparon.
A los pocos minutos acudió a la M-30 un coche de la Policía Municipal. Despejaron la carretera y se llevaron el pedrusco, que no era tal sino que se trataba de un adoquín.
Lo que podría considerarse como una gamberrada o un hecho aislado, no lo es tal. No era la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que caía esa noche una piedra de ese peso y contundencia en la autovía M-30.
En concreto, la Policía Municipal recibió esa noche entre ocho y diez llamadas. Las llamadas se hicieron pasadas las doce de la noche con poco tráfico en la vía de circunvalación, pero obligaron a los coches a efectuar frenazos, esquivar el pedrusco y a darse un susto de muerte.
No se produjo ningún accidente. Los objetos no son piedras, sino adoquines «gorditos», según personas que los vieron tras la caída. Todos parecen tener el mismo origen.
No era la primera noche que esta supuesta banda actuaba en los puentes de esta carretera de Madrid. Personas que conocen la investigación municipal indicaron que la caída de los primeros adoquines se inició a mediados del pasado mes de octubre. Esos días se produjeron los primeros lanzamientos, que se han repetido de forma continuada y que tuvieron su noche más violenta la madrugada del lunes al martes.
Uno de los lanzamientos de esta semana se produjo en las cercanías de la estación de Príncipe Pío y fue de los que se ha considerado como más peligroso. Otro de los lanzamientos se produjo desde el puente de la Avenida de Ramón y Cajal, cerca de Arturo Soria y en uno de los puentes cercanos del Pirulí.
La investigación policial está en marcha desde hace algunos días. Se han analizado las piedras y en los próximos días podría haber alguna novedad en estos trabajos. La Policía no cree que se trate de una gamberrada, pues no tendría la uniformidad ni la periodicidad con la que se está produciendo.
La vigilancia policial de los últimos días ya ha producido algunos frutos y hace algunas jornadas se detuvo a un menor por lanzar un objeto a esa misma vía. Al parecer, era una bicicleta de plástico. El chico pasó a disposición del Tribunal de Menores, pero no se cree que tenga relación con los hechos que se vienen produciendo en las últimas semanas, pues se han venido repitiendo.
Otra posibilidad es que se trate de un peligroso juego en el que participan varias personas y se puntúe el resultado de la tirada.
En otros países donde se producen este tipo de actos, que han costado muchas vidas, se han colocado videocámaras para controlar la presencia de extraños en las cercanías de la vía.
Una práctica demasiado habitual
No es la primera vez que se produce una alarma por lanzar piedras contra la carretera, aunque no se conocía una forma de operar tan rápida y masiva como actualmente.
Hace siete años, la Guardia Civil actuó después de que al menos 15 automóviles que circulaban por la M-40 sufrieran la rotura de cristales a causa del lanzamiento de piedras efectuado presuntamente por un grupo de chiquillos habitantes de un poblado cercano.
Los agentes reforzaron el control de la vía de circunvalación con patrullas de paisano para acabar con estos ataques que dejaron un herido grave y tres leves.
El episodio más grave se produjo en la M-40. Enrique de Vicente, de 25 años, y su novia Patricia, de 26, estrenaban un Renault Clio de color azul y decidieron rodarlo por la M-40.
Al llegar al kilómetro 32, junto al poblado de Las Mimbreras, una piedra de hormigón de unos tres kilos atravesó el cristal y golpeó en la cara a Patricia. Enrique pudo controlar el coche y echarse en la cuneta mientras su pareja sangraba aparatosamente por la cara y la boca. La chica fue intervenida durante más de cuatro horas en el hospital Severo Ochoa de Leganés.
En la operación recibió 62 puntos de sutura en el rostro. Los cirujanos le reconstruyeron la cara con placas y tornillos. Además, perdió cinco dientes. Con todo, Enrique asegura que tuvieron suerte: «Si le llega a dar de lleno la mata y si me da a mí igual nos matamos con el coche los dos».
En marzo del año 2002, un conductor de 46 años resultó herido muy grave después de que una persona le lanzase a las 22.20 horas una piedra contra su coche desde el puente situado en el kilómetro 10 de la carretera de Extremadura, según informó entonces el Summa de la Comunidad de Madrid.
La pedrada le causó la fractura del frontoparietal izquierdo, un traumatismo craneoencefálico y una hemorragia cerebral. Fue trasladado por una UVI móvil al hospital de Alcorcón y posteriormetne evacuado al Gregorio Marañón.
Los casos se han repetido en varias ocasiones en zonas por donde pasan trenes.
fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/0 ... 49487.htmlYa solo faltaba que nos cayera un pedrolo por la carretera