@Juanfurrylobo yo te entiendo. La gente que no compra habitualmente en supermercados no detecta las pequeñas cosas, pero estas cosas sí ocurren.
Hay una legislación que obliga a los supermercados a indicar el precio por KG o por tantos gramos. Y si os fijáis, por ejemplo, en la sección donde venden los Kit Kat, veréis que el precio a veces es incoherente. Es decir: a veces, comprando más cantidad, no pagas menos precio. Y a veces, comprando el "de oferta" no compras más barato.
Desde el punto de vista del supermercado, ellos cumplen la ley simplemente poniendo una etiqueta debajo indicando el coste por kilo o coste por 100g por ejemplo. Entonces, si tú compras un paquete a precio más caro, ya fue tu elección. No hay engaño.
Los supermercados lo que buscan sobre todo es vender lo más rápido posible. Esto se llama técnicamente "rotación de producto". Pues cuanta mayor sea la rotación de producto, mejor. Y además quieren vender lotes de varios productos. Entonces en vez de 1 chocolatina, te ofrecerán un pack de 3, pero haz bien las cuentas, porque, al igual que ocurre -por ejemplo- con los paquetes de papel de cocina o papel higiénico, no siempre comprando más cantidad pagas el producto más barato, o puede que el ahorro no sea significativo.
Todo esto dejando al margen que alguien haya podido marcar mal un producto y al ir a pagarlo te salga el precio de otro. Si eso ocurre, un buen profesional lo reconocerá y rectificará. Un mal profesional se pondrá pesado en que tienes que pagar el precio que marca el código de barras, aunque el precio indicado en el lineal sea diferente. Y dirá que si el código de barras es ése, pues el precio es ése... ¡como si el consumidor fuese capaz de leer códigos de barras!
Pero en tu caso, ha funcionado bien el supermercado, porque al final un empleado te resolvió la incidencia porque se dio cuenta del fallo. Hizo bien su trabajo.