Esto, en parte, es parecido a lo que ocurrió con las viviendas. Hace tan sólo 12 ó 14 años podías acceder a ellas con un sueldo normalito y vivir bastante desahogado. Luego se dispararon los precios gracias a la ambición de unos pocos, que impusieron, con publicidad muy hábil, liberalizaciones al mercado (cuando a los negocios se le añade la palabra libertad, suena muy bonito, pero siempre es para que salgan ganando unos pocos a costa de nosotros).
Ahora podemos pagar la electricidad de forma más o menos desahogada, pero puede que se trate de la misma táctica. Tal vez dentro de no mucho sea un lujo carísimo tener acceso a ella, porque su precio se haya multiplicado por 3 o por 4, como ocurrió con las casas (hasta tener la desfachatez de intentar hacernos creer que si bajan los precios será peor para todos).