Decía Alphonse Karr que cuanto más cambian las cosas, más permanecen igual. Y es difícil no darle la razón, siendo que durante los últimos años parece que hemos vuelto a las
guerras de los navegadores y las aplicaciones de mensajería. Basta con leer la noticia de que la Comisión Europea ha abierto una investigación a Microsoft para dilucidar si la firma de Redmond ha quebrantado las leyes que regulan la competencia al incluir su
aplicación de mensajería Teams en los paquetes ofimáticos Office 365 y Microsoft 365.
Según la nota de prensa publicada por la Comisión Europea, la pandemia "aceleró un cambio al teletrabajo así como una transición de los negocios hacia la nube y la adopción de software para comunicación y colaboración", un mercado donde Microsoft se encuentra atrincherada a través de Office. "La Comisión está preocupada por que Microsoft puede estar abusando y defendiendo su posición en el mercado del software de productividad restringiendo la competencia de los productos de comunicación y colaboración en el Área Económica Europea".
Las sospechas de la Comisión recuerdan muchísimo a su antigua opinión sobre integrar el navegador Internet Explorer como única opción de serie en Windows, señalando que estas prácticas pueden constituir un "bundling" anticompetitivo, evitando proporcionar a los clientes "la elección de incluir o no incluir acceso a ese producto cuando se suscriben a sus
suites de productividad [...] y puede haber limitad la interoperabilidad entre sus
suites de producción y productos de la competencia".
A partir de ahora le corresponde a la Comisión realizar las pesquisas necesarias para comprobar si las acusaciones son correctas. Un alegato que no sale de la nada, y es que (parece importante señalarlo), la investigación tiene lugar porque
Slack, la aplicación de mensajería colaborativa rival de Teams, presentó en 2020 una queja oficial contra Microsoft por incluirlo "ilegalmente" en sus paquetes ofimáticos.
Fuente: Comisión Europea