Una prueba más de que el mercado de competencia perfecta, es irrealizable, y que las grandes privatizaciones de empresas que pertenecen a sectores claves como telecomunicaciones, deriban en oligopolios. Nos venden que la privatización de empresas públicas beneficia a los usuarios, dicen que al haber más de una empresa, habrá competencia entre ellas, y que el consumidor se verá beneficiado por una mejor oferta. Cuando en realidad, lo que sucede es que unas pocas empresas se hacen con todo el mercado, y acuerdan entre ellas los precios. Eso ha sucedido con el sector energético, ¿y qué pasa con el recibo de la luz? ¡Qué no para de subir! Basándose en la gran mentira del déficit tarifario.