La Comisión Europea ha dado un paso en sus planes para
incrementar la recaudación a los gigantes de Internet con la propuesta de dos grandes medidas aún en fase de borrador. Esta decisión, señalan fuentes oficiales, se debe al hecho de que las regulaciones europeas en materia fiscal tienen sus raíces en los años anteriores a la explosión económica de la red de redes, lo que ha motivado la creación de grandes empresas que realizan su actividad en los países de la Unión sin pagar apenas impuestos.
De acuerdo con el borrador (explicado en este
PDF), las medidas buscan gravar los ingresos de "empresas que operan a escala mundial, de forma virtual o que tienen escasa o nula presencia física" para las que no existen mecanismos fiscalizadores actualizados. Esta situación será atajada con la presentación de dos propuestas legislativas distintas: la reforma de las normas del impuesto de sociedades y el establecimiento de un impuestos provisional para empresas digitales, pensado para gravar sus ingresos mientras se tramita un marco regulador a largo plazo.
Según el comunicado oficial:
Se considerará que una plataforma digital tiene una «presencia digital» gravable o un establecimiento permanente virtual en un Estado miembro si cumple uno de los siguientes criterios:
- supera el umbral de 7 millones de euros de ingresos anuales en un Estado miembro;
- tiene más de 100 000 usuarios en un Estado miembro durante un ejercicio fiscal;
- en un ejercicio fiscal se generan más de 3 000 contratos de servicios digitales entre la sociedad y los usuarios.
El propósito es que las empresas tributen
allí donde se obtienen sus ingresos digitales por la venta de productos y servicios. Recientemente algunas empresas como Facebook han anunciado que
tributarán de forma local, pero con esta medida se busca armonizar la situación en toda la Unión Europea.
Por otro lado, el impuesto provisional sobre los ingresos de procedencia digital busca gravar aquellas actividades que actualmente no están gravadas y que sin embargo suponen para algunas empresas la mayor parte de su negocio. De forma más concreta, esta tasa se aplicará a los ingresos amparados bajo cualquiera de estas tres descripciones:
- generados por la venta de espacios publicitarios en línea;
- generados a partir de las actividades de intermediarios digitales que permitan a los usuarios interactuar con otros usuarios y que puedan facilitar la venta de bienes y servicios entre ellos;
- generados a partir de la venta de datos obtenidos de información aportada por el usuario.
El lector avezado se percatará de que este impuesto apunta directamente a las redes sociales, así como a
plataformas de servicios como Uber o Wallapop. Dicho esto, no todas las compañías deberían pagar esta tasa. El borrador considera que la medida solo deberá gravar a las empresas "con un total anual de ingresos de 750 millones de euros a nivel mundial y de 50 millones de euros en la UE", lo que deja totalmente fuera a cualquier PYME y las startups en su fase inicial.
De acuerdo con la
nota de prensa, la Comisión Europea estima que los estados miembros podrían obtener unos ingresos adicionales de 5.000 millones de euros con un tipo del 3 % sobre las actividades descritas. Este porcentaje, en cualquier caso, parece ser puramente orientativo y de hecho aparece casi como si fuera una nota a pie de página.
Siendo una propuesta de la Comisión, las medidas deberán ser examinadas ahora por el Consejo antes de ser remitidas al Parlamento.
Fuente: Comisión Europea