(versión humorística y fotográfica de la divina comedia)
(conocimientos básicos de fotografía son necesarios para pillas los chistes)
Ante las puertas de la gruta rezaba la inscripción "Dejad lo que entrais aquí el RAW porque mas allá sólo mereceis un cutre jpg". Dante atravesó el umbral y entró en el limbo, un infinita explanada donde todo aquél que una vez tuvo una cámara en la mano y pensó “Oye, esto mola”, pero en su infinita ignorancia no habían girado la rueda de modos, ni leído el libro de mellado, así que sin estar bautizados en la ley de los tercios. No merecían mayor tormento y vagaban por los páramos con la mirada perdida y encuadrando como el culo.
Dante debía llegar a lo más profundo, cruzando el rio sigma, donde Caronte transportaba a los pecadores hacía el infierno, cuando dante pisó la barca, el al estar todavía vivo, hizo saltar el flash que en la proa de la barca daba un contra muy dramático a la escena. Caronte le miró indignado pues le había fastidiado una majestuosa autofoto .
-¡Tu que estás vivo y me has saltado la fotocélula! ¿Por que vas al infierno?
-¡Por que me atormenta la duda y solo Satán puede contestarme!
-Todo el que cruza debe pagar un precio -todos los muertos tenían colgando del cuello una tapa de objetivo con que pagaban a caronte- ¿cual es el tuyo?
-¿Te sirve este filtro de protección?
-¿Es UV? ¿no será una mierda Hoya?
- Quita quita... ¡Es de los buenos¡ ¡Y de 62mm!
-Aceptado entonces... te cruzaré pero no te muevas que me dejas el flash sin pilas y cuesta encontrarlas aquí abajo...
Al llegar al puerto, los muertos caminaron hasta formar una enorme cola, que ante un diablo gigante, esperaban su decisión.
-Ese es Minos- le explicó caronte mientras descendía- con su lápiz Wacon selecciona y juzga a los penitentes para mandarles al círculo apropiado, a él no podrás sobornarlo para pasar, pero le gustan los chismes, cuéntale uno que le guste y cuando se ría podrás pasar.
Dante le agradeció el consejo y le prometió mandarle un pack de Eneloop para su flash. Al acercarse al gigante Minos le impresionó su figura redondeada, fruto del sedentarismo de la edición digital y la enorme tableta Wacon sobre la cual decidía el destino de los desgraciados.
-¡Minos! -le gritó Dante, este le miró curioso- ¿sabías que Nikon va a presentar una de 50 megapixeles? ¡Y hace un año decía que el megapixel no era lo importante y que no lo consideraba una carrera!
La risa de Minos atravesó el valle como un temblor, Dante corrió entre los condenados y se sumergió en el segundo círculo. Donde enormes objetivos les colgaban entre las piernas a los condenados, este era el infierno de los lujuriosos, los que habían utilizado la fotografía sólo como metáfora de su miembro, sin preocuparse en absoluto de nada más que de enfocar al pezón y desnudar a las modelos con engaños de “intercambios de lencería” y estupideces similares. Frente a ellos modelos con gigantescas prótesiss de silicona intentaban no aplastarse con ellas, era las modelos que habían prostituido su imagen y sus escotes, utilizando la fotografía de sus curvas para recibir likes en el FB y calentar al personal.
Los condenados estaban obligados a levantar eternamente los pesados objetivos para fotografiar a las modelos si no querían que los diablos les clavaran sus tridentes en las partes carnosas.
Escondido tras un enorme pezón, Dante logró despistar a los diablos guardianes y se deslizó hacia el tercer círculo. Este era el círculo donde sumergidos en el fango más apestoso, los foreros estaban obligados a lanzarse apestoso barró como parte de sus eternas discusiones que habían llevado en vida .
-¡Porque tu foto tiene las sombras empastadas so ignorante!
-¡Eso es que tu no tienes el monitor calibrado so cabestro!
-¡La pose no es una copia de Newton, él me la copio a mí!
Entre ellos corría para devorarlos poco a poco una enorme bestia de tres cabezas, el moderador Cerbero, un gigantesco animal destinado a guardar el orden y contestar las quejas de los usuarios arrancándoles la cabeza como respuesta. Esta bestia tras oler a Dante corrió hacia él para hacerle un doloroso login. Dante, aterrado, esquivó su ataque y de su alforja sacó un libro que le tiró.
-¡Mira la ley protección de datos y el reglamento de buen uso de internet!-
El enorme animal pilló el libro al vuelo y quedó dormido al intentar entenderlo. Con cuidado de no despertarlo Dante siguió hasta el cuarto círculo, donde una multitud de pecadores se lanzaban unos a otros, aplastandose bajo el peso de las enormes maletas Lowepro repletas de equipo destrozado.
-¡Toma todo la serie L!-
-¡Pues toma para tí el kit manfrotto para cine!
Dante les rodeó mirándoles con tristeza, pues aquellos que habían pasado su vida coleccionando equipo fotográfico sin más razón que el de chulear de él, ahora estaban condenados a lanzarse sus equipos unos a otros entre el pavor de la desesperación por los cristales rotos.
El quinto círculo estaba dominado por un enorme pantano, en este caso era Flegias, el barquero, cuya misión era contener en él a los penitentes, condenados eternamente a ahogarse en el agua, eran los perezosos, aquellos que jamás habían abierto el manual de su cámara y había atosigado de preguntas a todos los demás por no abrir un maldito libro, los que se habían negado a aprender y se llamaban así mismos fotógrafos sin salir del automático. Para cruzar, Flegias le exigió a Dante resolver un acertijo.
- Dime mortal, si te saco una foto a pulso, de 2 segundos de obturación y saco tu cabello al viento perfectamente detenido, ¿imposible es?
Dante se restregó la mente hasta que encontró la solución y mirando al barquero alzó el dedo acusador.
- Claro que es posible si es de noche y usas flash...
Aceptada la explicación el barqueró le cruzó el lago y le deseó buena suerte en su aventura. El sexto círculo era gigantesco y en el moraban los que habían cegado su espíritu fotográfico con falsos dioses.
Primero encontró un lago, donde los acólitos de Leica, sumergidos en el agua ardiente, eran martirizados por centauros, que les disparaban auténticas flechas cromadas, hechas a mano y con sello de autenticidad.
Luego debió atravesar el bosque de los alternativos, estos refugiados en la película analógica como un mantra se habían convertido en árboles de negativos que rezumaban químicos y que eran torturados por las arpías, que con maldad mezclaban fijador con revelador ante sus miradas de terror, incluso llegado al caso estas arpías arañaban negativos de Ansel Adams y les prometían a los condenados escanearlos y positivarlos en photoshop con algún filtro de esos chulos.
A lo lejos se podía ver a los que jamás aprendieron a iluminar y sólo utilizaban el flash en automático, para aquellos el castigo era tan atroz que estaban obligados a encender eternamente una vela, que se apagaba continuamente con el viento y cada vez que se apagaba una sombra invisible les golpeaba los testiculos.
Junto al bosque encontró una gigantesca selva donde enormes insectos recorrían las hojas buscando a los fotógrafos que una vez vivieron solo por la macrofotografía, una vez capturados los colaban en divertidas poses en el extremo de una flor y los cegaban, hasta derretirles los ojos, con la potencia de sus flashes del tamaño de un camión.
Tras la selva hubo de cruzar un enorme desierto donde el fuego del cielo caía sobre los lomografos, que solo tenían para protegerse sus cutre cámaras de plástico mientras gritaban quemándose:
-”Es que no apreciáis la textura de este negativo caducado y su lente rusa plástica!”
Dante le dio un cogotazo mientras pasaba a su lado y continuó hasta el octavo círculo, protegido por minotauro, el único en el infierno que usaba minolta y que no le prestó atención todavía traumatizado por la violación a su marca. El octavo era el infierno donde moraban los fanáticos de sus marcas, dividido en fosas, los canonistas, nikonistas, pentaxeros y demás ralea que se había casado con una marca y jamás había querido cambiar con meras excusas, eran obligados a pasar día sí y día también rigurosos exámenes sobre características de las cámaras fotográficas de otras marcas, que se negaron en vida a utilizar.
En el noveno círculo, un páramo congelado batido por los incesantes vientos que las inmensas alas de Satanás, era el lugar de aquellos que habían traicionado al espíritu de la fotografía. En los los usuarios de instagram componían mosaicos de color convertidos en eternas estalactitas de efectos vintage, según Dante se aproximaba al centro, veía entre el hielo a sus pies a los retocadores de photoshop que jamás habían aprendido a utilizar una máscara correctamente y ahora sufrían como el hielo les aprisionaba sin ajustarse correctamente a su fisonomía.
Y allí, a los pies de Satán, los malditos por toda la eternidad, los que utilizaban el HDR para una foto de comunión, aquellos que usaban las acciones en photoshop sin entenderlas y quienes retocaban pieles hasta dejarlas lisas como porcelana del chino, todos eran condenados a ser polos de helado de satan que los devoraba lentamente por temporada.
Este monstruo tenía tres caras y tres bocas, en dos de ellas devoraba a perpetuidad a Mellado y al inventor del Instragaman, en una agonía sin fin...
Con una voz profunda, del que había visto el primer photoshop en blanco y negro y se había tocado con las primeras fotos eróticas en cristal, Satán le conminó.
-Dime Mortal, ¿porque has atravesado el infierno sin asustarte ni enloquecer? ¿Que búsqueda titánica te ha podido llevar tan lejos como para acudir a mis dominios?
Dante le miró desafiante y alzando los ojos hacía su grotesco rostro contestó.
-Oh gran Satán, quiero saber cual la verdadera fotografía, en este mundo de filtros, lencería con estrías, licuados y cutre montajes, ¿cual es la auténtica razón de que exista este arte?
El diablo se mesó su triple chiva y tras arrancarle un trozo de pierna a uno de sus tentempiés, escupió un Hdr sobrepuesto y le contestó divertido.
-Equivocas tu pregunta, pues la fotografía nació con un solo propósito, sois vosotros los que la habéis pervertido...
-¿Y qué propósito es ese? - preguntó Dante sintiéndose cerca de conocer su razón de existencia.
-Gatitos... Fotografiar gatitos... ¿que otra cosa es digna de tal magnifico arte? A que son una monada...
Y así Danté aprendió la lección, que internet tenía razón y regresó del infierno con una verdad que no pudo contener y toda su existencia posterior se redujo a un blog de Tumbrl llamado “Yo se la verdad y son fotos de gatitos”.
P.D Ojo, que no tengo nada en contra de Mellado como persona, pero como símbolo o metáfora... es otra cosa... xD