Bueno, teniendo en cuenta el precio de los muebles y dependiendo del país y ciudad, está claro que el precio de la partida puede variar muchísimo. Bueno, el precio, y también la cantidad de novedades que llegan.
No sólo depende ya del distribuidor, sino del dueño del local que, salvo Madrid, Barcelona u otras ciudades "importantes", no tienden a arriesgarse demasiado: "Vienen chavales a jugar, se echan sus partidas, sus billares, sus futbolines... No me puedo permitir más". Es un negocio, al menos en España, de una estabilidad bastante regular (regular de constante, no de mala) y que no es dado a picos. Más bien todo lo contrario... Si se produce una variación en el número de clientes, casi siempre suele ser a la baja.
De todos modos, menos mal que ahora existen unas pocas placas más o menos estándares que permiten reutilizar las placas para otros juegos (en algunos casos, hasta los muebles son adaptables), porque si nó, no quiero saber lo que cobrarían :S .
Saludos.