Precisamente me estoy dando un maratón de The Office, una de las pocas "importantes" que tenía pendientes, y empezando la tercera temporada todavía no se si la odio como al principio o puedo decir ya que realmente me gusta. Es bastante desconcertante, la verdad. Como sitcom en ningún momento hace reír con ganas, como en cualquiera clásica británica, aquí como mucho una sonrisa larga de vez en cuando, y más bien dan ganas a menudo de apartar la mirada por lo incómodo de las situaciones, pero al mismo tiempo es lo que sorprende por poco habitual que resulta en una serie de humor. A mi personalmente las payasadas y ruidos guturales de Michael no son ni de lejos lo que más me atrae, pero en cambio las situaciones que se generan en la esperpéntica oficina y muchos pequeños detalles de inteligencia por ahora me mantienen con el suficiente interés como para seguir adelante, eso sí, siempre y cuando siga Dwight, para mí el auténtico rey de la función.
Sea como fuere reconozco la originalidad pero no la pongo ni de lejos entre las mejores del género. Además es sorprendente que sobreviviera a una la primera temporada tan lamentable, y es que no empieza a tomar ritmo hasta el tramo final de la segunda, cuando las tramas y los personajes que tan detestables me resultan parecen ahora sí empezar a tomar verdadera consistencia dentro de su extraño estilo. Espero que se mantenga esta mejora que estoy notando en lo que me queda por ver, que es mucho.
PD.- Por cierto, Joe Biden es precisamente de Scranton, Pennsylvania. Ya no solo será famoso por la serie.
Para no desviar el tema del hilo mi gag favorito tendría que buscarlo en cuanto a diálogos finos en algún episodio de Sí, Ministro entre las británicas y en cuanto a risotada en cualquiera de Hotel Fawlty o Dos hombres y Medio.