Sentado en un banco
rodeado de carteles
de rutas de autobús,
Espero.
Espero ansioso tu llegada
con los ojos entreabiertos
producto del cansancio,
del sueño y de la espera
puesto no hay nada peor
que esperar lo mas ansiado.
Los minutos son eternos,
cada calada es crucial,
sólo espero que vengas.
Y éste tampoco es.
Me vuelve a rociar
de puta polución
un autobús
equivocado.
Pero yo espero.
Espero ansioso
dislumbrar tu rostro
sonriente
al otro lado de
la salida
de emergencia.
Porque tu tono de voz
cuando me miras
es lo más bello
que jamás he sentido.