La Historia de Xbox Underground "The Young and the Reckless"

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"Los adolescentes que hackearon el imperio de Microsoft - Y fueron demasiado lejos.". Por primera vez los 9 capítulos originales de The Young and the Reckless (The Teens Who Hacked Microsoft Empire---And Went Too Far) publicados por Brendan I. Koerner para la revista Wired traídos al español, solo en EOL. Ya hablaron de ellos por encima en su día, allá por 2014.. hilo_hasta-cinco-anos-de-carcel-para-los-hackers-acusados-de-robar-documentacion-de-xbox-one_2041226 // noticia_detenidos-tres-hackers-por-robar-documentacion-de-xbox-one-y-juegos-en-desarrollo_23980 pero la historia va mucho mas allá como veremos a continuación...Y 4 años después conocemos todos los detalles de la trama a la perfección.Si eres amante de las consolas de Microsoft y sobre todo de su Scene, como un servidor, lo que leerás a continuación no te dejará indiferente...te lo aseguro.

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I. The Bumper


En teoría el viaje a Delaware solo iba a durar un día... David Pokora por aquél entonces era un estudiante de la Universidad de Toronto, llevaba gafas y tenía el pelo largo y rubio, hasta los hombros mas o menos, necesitaba viajar al sur para buscar un parachoques (bumper en inglés, de ahí el nombre de este primer capítulo) que había comprado para su Volkswagen Golf R.

El vendedor estadounidense había rechazado hacer envío a Canadá, por lo que Pokora hizo unos apaños para que el parachoques le llegase a un amigo, Justin May que vivía en Wilmington (Delaware). Los jóvenes, ambos jugadores empedernidos, compartían la misma fascinación por el funcionamiento interno de la Xbox y aunque llevaban años hablando y colaborando vía online, nunca se habían conocido en persona. Pokora planeó hacer el viaje de ocho horas un viernes, cenar algo ligero junto a May y luego llevar el parachoques azul metalizado de vuelta a casa en Mississauga (Ontario), todo en esa misma noche o temprano a la mañana siguiente como muy tarde. Su padre se ofreció voluntario a acompañarlo para así poder ir turnándose al volante del Jetta familiar.


28 de marzo de 2014; Pokora padre e hijo cruzaron el puente Lewiston-Queenston después de una hora de viaje, llegaron al punto de control fronterizo en el lado este de la Garganta del Niágara. Un agente de aduanas americano les preguntó sobre su itinerario mientras escaneaba los pasaportes de ambos en su cabina. Todo parecía en orden, ya estaban preparados para arrancar el Jetta cuando algo llamó la atención del agente:

"¿Qué es ... Xenon?", Preguntó este, pronunciando la palabra con dificultades.

David, quien estaba en el asiento del copiloto, se sobresaltó por la pregunta. Xenon fue uno de sus alias/a.k.a's online, un seudónimo que solía usar junto con Xenomega y DeToX cuando jugaba a Halo o hablaba de sus proyectos de piratería de Xbox con otros programadores. ¿Por qué ese apodo familiar solo para un puñado de viciados y "frikis", hizo aparición cuando el agente verificó su pasaporte?

La perplejidad de David duró unos instantes antes de que recordara que había nombrado a su empresa de un solo hombre "Xenon Development Studios"; esta empresa con la que David ganaba bastantes dólares ofrecía a sus suscriptores mensuales la posibilidad de desbloquear logros o saltar niveles en más de 100 juegos diferentes de Xbox. Pokora aseguró al agente de aduanas que su empresa estaba legalmente registrada. El agente le escuchó pero aun así retuvo a los Pokora durante unos minutos mas.

Mientras él y su padre esperaban permiso para entrar en el oeste de Nueva York, David detectó movimiento detrás del ocioso Jetta. Miró hacia atrás y vio a dos hombres con uniformes oscuros acercándose al coche, uno por cada lado. "Algo está mal", dijo su padre, un instante antes de que apareciera una figura por la ventana del lado del pasajero que le dijo en un tono muy poco amigable que saliera del vehículo, Pokora se dio cuenta (tarde) de que había caído en una trampa.

Ya en el área de detención de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE. UU. , David reflexionó sobre todos los riesgos estúpidos que había corrido mientras estaba esclavizado por su obsesión con la Xbox, todo se veía diferente en aquella sala antiséptica con un solitario banco de metal. Cuando empezó a trastear el software de la consola una década atrás parecía una diversión inofensiva, una forma de que él y sus amigos coincidieran con los ingenieros corporativos a cuyos rangos anhelaban llegar. Pero la scene de de Xbox se volvió sórdida con el tiempo, sus normas éticas habían sido corroídas por el atractivo del dinero, el hype y el status. Y Pokora se había enredado gradualmente en una serie de planes que incluso habrían asustado a su yo más joven: infiltrarse en las redes de desarrolladores de juegos, falsificar un prototipo de Xbox o incluso incitar a un robo en el campus principal de Microsoft.

David Pokora fué consciente durante mucho tiempo de que sus delitos habían enfadado a mucha gente, quizás mucho mas de lo que él hubiera podido imaginar, y no solo dentro de la industria del juego; En el proceso de la búsqueda y el trasteo de todas las cosas de Xbox, él y sus "asociados" también se habían colado en las redes militares estadounidenses. Pero en aquellas horas poco después de su arresto, Pokora no tenía ni idea de cuánta ira legal había traído sobre su persona: durante ocho meses había estado bajo acusación sellada por conspirar para robar hasta mil millones de dólares (1 billón americano) en propiedad intelectual, y los fiscales federales habían intentado convertirlo en el primer pirata informático extranjero en ser condenado por el robo de secretos comerciales estadounidenses. Varios de sus amigos y colegas terminarían también siendo arrastrados a la espiral de problemas que él mismo había ayudado a crear; uno de ellos se convertiría en un informante/soplón , otro pasaría a ser un fugitivo, y otro terminaría muerto.

David podía ver perfectamente a su padre sentado en otra habitación fuera de la celda, al otro lado del grueso cristal que los separaba. Observó cómo un agente federal se inclinaba para decirle al viejo Pokora, un trabajador de la construcción nacido en Polonia, que su único hijo no regresaría a Canadá por mucho tiempo; el padre respondió enterrando la cabeza en sus callosas manos.

Destrozado por haber causado tal angustia a aquel hombre por lo general estoico, David deseaba poder ofrecer algunas palabras de consuelo. "Todo va a ir bien, papá", dijo en voz baja, gesticulando para llamar su atención. "Va a ir bien". Pero su padre no podía escucharlo a través del cristal.

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II. Kindergarten Security Mistakes


Mucho antes de leer o escribir, David Pokora dominó las complejidades de los shooters en primera persona. Incluso hay un video suyo dándole duro al Blake Stone: Aliens of Gold en 1995, sus dedos de crío de 3 años bailaban ágilmente sobre el teclado del PC de sus padres. Lo que le cautivó del juego no fue su violencia, sino la aparente magia de sus controles; se preguntó cómo una cosa blanca y cuadrada podía convertir sus acciones físicas en movimientos en la pantalla. El niño era un programador nato.

Pokora se metió en el coding durante la escuela primaria, construyendo herramientas como navegadores web básicos. Pero se enamoró por completo del oficio cuando era preadolescente en un viaje con su familia a Polonia. Se llevó su enorme "portatil" a aquella ciudad aburrida y adormecida donde vivían los parientes de sus padres. Había poco más que hacer, así que mientras veía a los pollos picar por el patio, pasó el tiempo enseñándose a sí mismo el lenguaje de programación Visual Basic .NET. La casa donde se alojaba no tenía acceso a Internet, por lo que Pokora no podía buscar ayuda en San Google cuando sus programas soltaban errores. Pero seguía puliendo su código hasta que quedaba inmaculado, un proceso laborioso que posteriormente lo llenó de alegría inesperada. Para cuando volvió a casa, ya estaba enganchado a aquella especie de "recompensa psicológica" de manipular máquinas a su voluntad.

Cuando Pokora comenzó a sumergirse en la programación, su familia le compró su primera Xbox. Con su fabulosa capacidad para conectarse a las sesiones multijugador de Xbox Live y su arquitectura familiar derivada de Windows, aquella máquina hizo que la Super Nintendo de David pareciera una reliquia. Cuando no estaba reventando aliens en Halo, Pokora buscaba información técnica en Internet sobre su nuevo juguete favorito. Sus andanzas lo pusieron en contacto con una comunidad de hackers que estaban redefiniendo lo que la Xbox podía llegar a hacer.

Para descubrir sus secretos, estos hackers abrieron la carcasa de la consola y se centraron en los datos que se encontraban entre los distintos componentes de la placa base: la CPU, la RAM, el Flash Chip. Esto llevó al descubrimiento de lo que el experto en criptografía Bruce Schneier denominó como "muchos errores de seguridad de jardín de infancia" (Kindergarten Security Mistakes en inglés, de ahí el nombre de este segundo capítulo). Por ejemplo, Microsoft dejó la clave de descifrado para el boot code de la máquina en un área accesible de la RAM. Cuando un estudiante graduado del MIT llamado Bunnie Huang localizó esa clave en 2002, le dio a sus colegas piratas el poder de engañar a la Xbox para que corriera homebrew (transmitir música, ejecutar Linux o emular a Segas y Nintendos). Todo lo que tenían que hacer antes era ajustar el firmware de sus consolas, ya sea soldando un modchip en la placa base o cargando un archivo guardado del juego desde una unidad USB.

Una vez que Pokora hackeó la Xbox de su familia, se puso a jugar con su amado Halo. Atacó sin piedad los canales de IRC y los foros en los que se reunían los mejores programadores de Halo, estudiando detenidamente los tutoriales sobre cómo modificar la física del juego. Pronto se hizo un nombre en la comunidad al escribir utilidades sobre Halo 2 que permitían a los jugadores llenar cualquiera de los paisajes del juego con agua digitalizada o convertir el cielo azul en lluvia.

La piratería gratuita para todos terminó con el lanzamiento de la Xbox de segunda generación, la Xbox 360, en noviembre de 2005. La 360 no tenía ninguno de aquellos notables defectos de seguridad de su predecesora, para disgusto de programadores como aquel niño de 13 años que ya no podía ejecutar en su consola código no autorizado por Microsoft. Había una solución potencial para los hackers frustrados, pero requería de hardware raro: un kit de desarrollo de Xbox 360.

Los kits de desarrollo son las máquinas que los desarrolladores aprobados por Microsoft utilizan para escribir contenido de Xbox. Para el ojo no entrenado, se parecen a las consolas normales y corrientes, pero estas unidades contienen la mayor parte del software necesario para el proceso de desarrollo del juego, incluidas las herramientas para la depuración line-by-line. Un hacker con un kit de desarrollo puede manipular el software de Xbox como un programador autorizado.

Microsoft sólo envía kits de desarrollo a empresas de desarrollo de juegos seleccionadas rigurosamente. A veces algunos kits estaban disponibles cuando un desarrollador en bancarrota abandonaba sus activos a toda prisa, pero rara vez se encontraba este tipo de hardware por ahí. Sin embargo, hubo un pirata informático que tuvo la enorme suerte de conseguir una serie de kits de desarrollo de 360 ​​y cuyo entusiasmo por beneficiarse de su buena suerte ayudaría a Pokora a ascender a la cima de la scene de Xbox.

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III. The Only Education That Mattered


En 2006, mientras trabajaba como gerente de tecnología de Wells Fargo en Walnut Creek (California) Rowdy Van Cleave, de 38 años, se enteró de que una instalación de reciclaje cercana estaba vendiendo lectores de Xbox DVD tirados de precio. Cuando fue a inspeccionar la mercancía, los propietarios de las instalaciones le mencionaron que recibían entregas regulares de hardware sobrante de Microsoft. Van Cleave, que había sido parte de un equipo de pirateo de Xbox reconocido por la Scene llamado Team Avalaunch, se ofreció como voluntario para rebuscar en el almacén de reciclaje e identificar cualquier pieza de Xbox que pudiera tener valor de reventa.

Después de revisar montañas de restos y piezas de Xbox, Van Cleave convenció a los encargados de la instalación para que le permitieran llevarse a casa cinco placas base. Imagínate su sorpresa cuando conectó una de ellas a su Xbox 360, la encendió y en la pantalla le apareció la opción de activar el modo debugging... "Mierda", pensó Van Cleave, "¡esta es la placa base de un maldito desarrollador!"

Consciente de que había tropezado con el equivalente en la Scene de Xbox a la tumba de Tutankamón, Van Cleave llegó a un acuerdo con los recicladores, estos le permitirían comprar cualquier tipo de hardware de Xbox que recibieran. Algunos de estos tesoros se los guardó para su propia colección o se los entregó a amigos; una vez le dio a otro miembro del Equipo Avalaunch un kit de desarrollo como regalo de bodas. Pero Van Cleave siempre estaba pendiente de encontrar a clientes discretos que pagaran bien por su material.

Y aquí es donde vuelve a entrar en escena David Pokora, el jóven que en aquel año 2008 tenía 16 años, se convirtió en uno de esos clientes, poco después de conocer a Van Cleave a través de un amigo online y qudarse alucinado con su destreza técnica. Además de comprar kits para sí mismo, Pokora actuó como un revendedor de Van Cleave, despachando hardware para otros hackers de Halo; él cobraba alrededor de $1,000 por kit, aunque algunas almas desesperadas a veces llegaban a pagar hasta $3,000. (Van Cleave niega que Pokora haya vendido kits en su nombre). Se hizo amigo de varios de sus clientes, incluido un tipo llamado Justin May que vivía en Wilmington, Delaware (mencionado en el capítulo 1).

Ahora, hasta arriba de kits de desarrollo, Pokora pudo comenzar a modificar el entonces recien lanzado Halo 3. Mantenía horario de vampiro mientras hackeaba, codificando en un estado de trance que denominó "hiperenfoque" hasta que caía del agotamiento alrededor de las 3 o 4 am. A menudo llegaba tarde a clase, pero sus bajo rendimiento académico le daba igual; él consideraba que la programación en su kit de desarrollo era la única educación que importaba.

Pokora publicó partes de su trabajo de Halo 3 en foros como Halomods.com, que es como llamó la atención de otro hacker en Whittier (California), llamado Anthony Clark. Clark, de 18 años de edad, ya tenía experiencia en el desmontaje de juegos de Xbox/ingeniería inversa. Así que se acercó a Pokora y le propuso que unieran fuerzas en algunos proyectos.

Clark y Pokora fueron acercándose, hablando casi todos los días sobre programación, música, coches y otras preocupaciones de adolescentes. Pokora le vendió a Clark un kit de desarrollo para que pudieran piratear Halo 3 en codo con codo; Clark, a su vez, le dio a Pokora consejos sobre el arte del desmontaje y la ingeniería inversa. Escribieron juntos una herramienta para Halo 3 que les permitía dotar al protagonista, el Master Chief o Jefe Maestro, con habilidades especiales como la capacidad de saltar hasta las nubes o disparar balas extrañas. Y registraron incontables horas jugando con sus creaciones pirateadas en PartnerNet, una versión sandbox de Xbox Live disponible solo para los propietarios de kits de desarrollo.

Cuando publicaron los fragmentos de su software en internet, Pokora y Clark comenzaron a escuchar a los ingenieros de Microsoft y Bungie, la desarrolladora detrás de la serie Halo. Los programadores profesionales no ofrecieron nada más que elogios y buenas palabras a pesar de saber que Pokora y Clark estaban usando kits de desarrollo de manera "poco legal". "Genial, hiciste un buen trabajo de ingeniería inversa", le dijeron a Pokora. El feedback positivo que había recibido lo convenció de que estaba en un camino poco común hacia una carrera en el desarrollo de juegos, tal vez el único camino disponible para el hijo de un obrero de Mississauga que no era precisamente una estrella del aula.

Pero Pokora y Clark coqueteaban ocasionalmente con los más oscuros de la noche. Para 2009, el duo estaba usando PartnerNet no solo para jugar sus versiones modificadas de Halo 3, sino también para filtrar el software no publicado que aún estaba siendo testado. Hubo un mapa de Halo 3 del cual Pokora tomó una foto y luego la compartió con sus amigos de manera "demasiado liberal"; La captura de pantalla terminó haciéndose viral entre los fanáticos de Halo. Cuando Pokora y Clark volvieron a PartnerNet para jugar a Halo 3, se encontraron con un mensaje en la pantalla principal del juego que los ingenieros de Bungie les habían dejado expresamente: "Los ganadores no irrumpen en PartnerNet".

Los dos hackers se rieron de esta advertencia. Consideraron que sus travesuras eran símplemente divertidas: robarían una versión beta por aquí y por allá, pero solo porque les encantaba el mundo Xbox, no para lucrarse. No vieron ninguna razón para dejar de jugar al gato y al ratón con los profesionales de Xbox, a quienes esperaban llamar algún día compañeros de trabajo.

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IV. I Mean, It's Just Videogames


La 360 permaneció prácticamente invulnerable hasta finales de 2009 cuando finalmente investigadores de seguridad (se dice que empleados de la propia Microsoft) identificaron una vulnerabilidad: colocando un modchip unido a determinados pines de la placa base utilizados para las pruebas de garantía de calidad, lograron tumbar las defensas de la Xbox 360. El hack fue conocido como JTAG.

Cuando se conoció la noticia de la vulnerabilidad, los propietarios de Xbox 360 no tardaron en chipear sus consolas. Con 23 millones de suscriptores en Xbox Live por aquel entonces, los juegos multiplayer se volvieron mucho más competitivos, y una multitud de jugadores a los que Pokora denominó "niños mimados con las tarjetas de crédito de sus padres" estaban dispuestos a hacer esfuerzos extraordinarios para humillar a sus rivales.

Para Pokora y Clark era la oportunidad clave para sacar provecho. Hackearon la famosísima serie de shooters con temática militar Call of Duty para crear las llamadas Modded Lobbies, lugares en Xbox Live donde los jugadores de Call of Duty podrían unirse a partidas con multitud de modificaciones y reglas muy poco comunes. Los afortunados con una consola JTAG podían cobrar sin problemas $100 por hostear media hora una de sus lobbies donde los jugadores podían volar, andar a través de las paredes, correr a velocidad ultrarápida o disparar balas que iban teledirigidas hacia la cabeza de los enemigos.

Por $50~150$ adicionales, Pokora y Clark también ofrecieron "infecciones", poderes o cheats que los personajes de los jugadores (clientes) retendrían cuando se unieran a partidas no hackeadas. Al principio Pokora se mostró reacio a vender infecciones pues sabía que sus "dopados" clientes matarían sin piedad facilmente a los oponentes, una situación que le parecía contraria al espíritu original y limpio del juego. Pero entonces el dinero comenzó a llegar, estaba ganando incluso $8,000 en los días mas ocupados. Había tantos clientes que él y Clark tuvieron que contratar empleados para lidiar con todo el trabajo y aquella locura. Arrastrado por la emoción de convertirse en todo un empresario, Pokora olvidó por completo su compromiso con la imparcialidad. Este fue solo un paso más hacia el abismo, aquel abismo al que ni si quiera sabía que se estaba acercando.

Microsoft intentó eliminar los cheats y mods de Call of Duty lanzando un nuevo sistema automatizado que podía detectar consolas JTAGed y banearlas instantaneamente. Pero entonces llegó Pokora sacando a pasear de nuevo sus habilidades e ideó una manera de arreglar esto: escribió un programa que secuestraba las consultas de seguridad de Xbox Live en un área de la consola en la que podían rellenarse con datos falsos y, por lo tanto, engañar al sistema para hacer ver que una consola no está pirateada cuando realmente si lo está.

Pokora se deleitaba viendo los beneficios de su éxito. Aún vivía con sus padres, pero el mismo pagó su matrícula cuando ingresó a la Universidad de Toronto en aquel otoño de 2010. Él y su novia cenaban en restaurantes de lujo todos los días y se hospedaban en hoteles de 400 dólares la noche mientras viajaban por Canadá para ver conciertos de metal. Pero él no estaba en esto por el dinero, ni si quiera por la adulación de sus compañeros; lo que más le gustaba era aquella sensación de alegría y poder que invadía su cuerpo al hacer que juegos de 60 millones de dólares se comportaran a su voluntad.

David Pokora sabía que algo había de ilegal en su nuevo negocio de Call of Duty, sabía que violaba numerosos derechos de autor pero ni Microsoft ni Activision, el desarrollador de Call of Duty, le estaban amenazando realmente así que David interpretó que las compañías tolerarían su empresa, igual que Bungie había tolerado sus chanchullos en Halo 3. Activision envió una serie de cartas de cese y desistimiento, pero la compañía nunca llegó a cumplir con sus amenazas.

"Son solo videojuegos", se decía Pokora a si mismo cada vez que le llegaba otra carta de Activision. "No es como si estuviéramos hackeando un servidor o robando la información de alguien". Eso vendría muy pronto...

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V. Tunnels


Dylan Wheeler, un hacker de Perth (Australia) cuyo alias online era SuperDaE, sabía que algo bien jugoso acababa de caer en sus manos. Un colega americano que tenía por a.k.a. Gamerfreak le acababa de pasar una lista de contraseñas para los foros públicos operados por Epic Games (Conocidísima desarrolladora de juegos con base en Cary (Carolina del Norte), conocida entonces por sus series Unreal y Gears of War). Así que, en 2010 Wheeler empezó a buscar en las cuentas de los foros para ver si alguna de ellas pertenecía a algún empleado de Epic. Finalmente después de una larga búsqueda, identificó a un empleado del departamento de TI (Information Technology) de la compañía cuya dirección de correo electrónico y contraseña aparecían en la lista que le había pasado Gamerfreak; Así que, rebuscando entre los correos electrónicos personales del empleado en cuestión, Wheeler consiguió dar con una contraseña, no cualquier contraseña, esta le daba acceso a una cuenta interna de EpicGames.com.

Ya con un pie dentro de Epic, Wheeler necesitaba un socio talentoso para que lo ayudara a profundizar en la red. "¿Quién es lo suficientemente grande como para estar interesado en algo como esto?", Se preguntó a si mismo. "Xenomega", David Pokora, a quien había admirado por mucho tiempo y con quien deseaba entablar una amistad, fue el primer nombre que se le ocurrió. Wheeler le envió un mensaje frío y directo al canadiense, le ofreció la oportunidad de entrar en una de las desarrolladoras de juegos más importantes del mundo; pero no mencionó que solo tenía 14 años, temiendo que su edad fuera un factor decisivo para Pokora.

Lo que Wheeler estaba proponiendo entonces era mucho más oscuro que cualquier otra cosa que Pokora hubiera hecho hasta el momento: una cosa era bajarse mapas de Halo de la semi-pública PartnerNet y otra muy distinta penetrar en una red privada fortificada donde una empresa almacena sus datos más confidenciales. Pero Pokora se sintió atraido por la curiosidad de qué software podría conseguir en los servidores de Epic y se entusiasmó ante aquella idea de hacer ingeniería inversa para conseguir un tesoro como juegos de alto secreto. Antes de dar el paso a lo que estaba por hacer, el mismo estableció unas reglas básicas, por ejemplo: no se guardaría números de tarjetas de crédito ni buscaría información personal de los clientes de Epic Games.

Pokora y Wheeler se colaron a través de la red de Epic haciéndose pasar por aquel trabajador del departamento de TI cuyas credenciales de inicio de sesión habían comprometido a Wheeler. Localizaron una unidad USB conectada que contenía todas las contraseñas de la empresa, incluida una que les daba acceso de root/raíz a toda la red. Luego se metieron en los ordenadores de los altos cargos de Epic, como el director de diseño Cliff "CliffyB" Bleszinski; La pareja se partió de risa cuando abrieron una carpeta de música que Bleszinski había creado específicamente para su Lamborghini y vieron que contenía muchos temas de Katy Perry y Miley Cyrus. (Bleszinski, que dejó Epic en 2012, confirma lo de la cuenta de los hackers, añadiendo "siempre he sido público y sincero sobre mi gusto por la música pop").

Para poder filtrar todos aquellos datos de Epic, Wheeler contó con la ayuda de Sanadodeh "Sonic" Nesheiwat, un jugador de New Jersey que poseía un cable módem pirateado el cual le permitía ofuscar su ubicación. En junio de 2011, Nesheiwat descargó de Epic una versión preliminar de Gears of War 3, junto con cientos de gigabytes de otros softwares. Grabó el código fuente de Epic en ocho discos Blu-ray que le envió a Pokora en un paquete marcado como "Videos de boda". David Pokora compartió el juego con varios de sus amigos, incluido su cliente de aquel dev-kit, Justin May; A los pocos días apareció una copia de esa versión robada de GoW3 en ThePirateBay, un sitio mas que conocido de BitTorrent.

La filtración de Gears of War 3 desencadenó una investigación federal y Epic comenzó a trabajar junto al FBI para determinar cómo se había podido violar su seguridad. Pokora y Wheeler se enteraron de la noticia mientras leían los correos electrónicos de Epic; se asustaron cuando uno de esos correos electrónicos describía una reunión entre los cerebros de la desarrolladora y los agentes del FBI. "Necesito tu ayuda, me van a arrestar", le escribió Pokora en pánico a May, en aquel caluroso mes de julio. "Necesito cifrar algunos discos duros".

Pero la charla vía e-mail entre Epic Games y el FBI finalizó bastante rápido y la compañía no hizo ningún esfuerzo aparente para bloquear el acceso root a la red por parte de los piratas informáticos, señal de que no pudieron identificar sus metodos de entrada. Después de haber sobrevivido a su primer roce con la ley, nuestros hackers se vinieron arriba, el muy joven y descarado Wheeler sobre todo. Continuó colándose en áreas sensibles de la red de Epic, haciendo pocos esfuerzos por ocultar su dirección IP mientras espiaba reuniones corporativas de altos cargos a través de cámaras web que había pirateado. "Tío, Dylan se sigue conectando a Epic aun sabiendo que los federales están merodeando por ahí", le dijo Nesheiwat a Pokora hablando sobre su compañero australiano. "Epic Games se estaba enviando e-mails con el FBI, pero parece que esto a él no le importa lo mas mínimo".

Al ser dueños prácticamente de la red de Epic, los piratas informáticos pudieron obtener entrada a una gran cantidad de organizaciones diferentes. Pokora y Wheeler encontraron credenciales de inicio de sesión para Scaleform, una conocida compañía de middleware que proporcionaba tecnología para el motor dentro del corazón de los juegos de Epic. Una vez que entraron en Scaleform, descubrieron que la red de la compañía estaba llena de credenciales para los titanes de Silicon Valley, los conglomerados de entretenimiento de Hollywood y Zombie Studios, el desarrollador de la serie de juegos Spec Ops. En la red de Zombie, descubrieron "túneles" de acceso remoto para sus clientes, incluidas las ramas del ejército estadounidense. Moverse a través de aquellos túneles mal asegurados no fue un gran desafío, aunque Pokora tenía cuidado de no ir dejando atrás demasiadas pistas digitales. "Si notan algo de esto", le dijo al grupo, "van a venir a buscarme".

A medida que aumentaba la escala de su empresa, los hackers discutían lo que deberían hacer en caso de que el FBI llamara a la puerta. Además del sentimiento de omnipotencia que le dio colarse en redes supuestamente inexpugnables, Pokora propuso liberar todos los datos de propiedad de Epic como acto de venganza: "Si alguna vez desaparecemos, simplemente, ya sabéis, lo subimos todo a internet y les decimos fuck you Epic."

El grupo también hacía bromas sobre cómo deberían llamar a su pandilla de la cárcel. Todos desenterraron aquella sugerencia de broma que lanzó Wheeler de que podrían infundir miedo en otros reclusos apodándose a sí mismos the Xbox Underground.


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VI. How Do We End It?


Pokora estaba cada vez más enamorado de aquellas incursiones en redes corporativas y sus viejos amigos de la Scene de Xbox, temían por su futuro. Kevin Skitzo, un hacker del Team Avalaunch, lo instó a alejarse del abismo al que iba directo. "Amigo, símplemente PARA toda esta mierda", le imploró a Pokora. “Concéntrate en tus estudios, porqué todas estas movidas? Quiero decir,te puedo llegar a entender pero sabes que a medida que la tecnología avance y la policía se entere, solo podrás esquivar la bala durante un tiempo ".

Pero Pokora estaba demasiado atrapado en la emoción que sentía al almacenar software prohibido como para prestar atención a este sabio consejo de su amigo. En septiembre de 2011, robó una versión preliminar de Call of Duty: Modern Warfare 3. "Venga, vamos a ser arrestados", bromeó con sus amigos mientras empezaba la descarga.

Aunque si bien Pokora se estaba volviendo arrogante mientras pasaba de una red a otra "lléndose de rositas", todavía estaba orgulloso de lo poco que le importaba el dinero. Después de secuestrar una base de datos que contenía "un fuckton de PayPals", Pokora contó orgulloso a sus asociados como resistió la tentación de sacar provecho de las cuentas. “Ya podríamos haberlos vendido por Bitcoins, lo que habría sido imposible de rastrear si lo hubiéramos hecho bien. Podrían haber sido fácilmente 50.000$".

Pero cada semana que pasaba, Pokora se volvía un poco más mercenario. En noviembre de 2011 por ejemplo, le pidió a su amigo May que negociara un acuerdo con un jugador que se hacía llamar Xboxdevguy, el cual había expresado su interés en comprar juegos preliminares. Pokora estaba dispuesto a entregarle cualquier título que deseara por unos cientos de dólares cada uno.

La estrecha relación de Pokora con May hizo que su grupo de hackers tuviera algunos problemillas internos. Sabían que May había sido arrestado en una convención de juegos de Boston en marzo de 2010, por intentar descargar el código fuente del first person shooter Breach. Un portavoz de la desarrolladora del juego declaró al blog de tecnología Engadget que después de ser atrapado en una breve persecución, May dijo "podría daros personas más grandes e importantes en la organización y podría 'dar nombres'". Pero Pokora confiaba en May porque lo había visto participar en demasiados planes torcidos; no podía imaginar que una persona involucrada en problemas con la ley pudiera hacer tanta basura.

En la primavera de 2012, Pokora y Wheeler se centraron en un saqueo a la red de Zombie Studios. Su equipo ahora incluía dos nuevas incorporaciones: Austin "AAmonkey" Alcala, un niño de la preparatoria de Indiana, y Nathan "animefre4k" Leroux, el hijo de un mecánico de Bowie (Maryland), educado en casa. Leroux en particular, tenía un talento excepcional: había creado un programa que podría engañar al juego estrella de fútbol de Electronic Arts, FIFA 2012, en la acumulación de las monedas virtuales que obtienen los jugadores al completar los partidos, y que se usan para comprar mejoras de personajes.

Mientras navegaban a través de la red de Zombie, el grupo tropezó en un túnel hacia un servidor del Ejército de los EE. UU. que contenía un simulador para el helicóptero Apache AH-64D, Zombie estaba desarrollando esto bajo un contrato con El Pentágono. Siempre salvaje, Wheeler descargó el software y le dijo a sus colegas que deberían "vender los simuladores a los árabes".

Los piratas informáticos también estaban ocupados atormentando a Microsoft, robando documentos que contenían especificaciones para una versión anterior de Durango, el nombre en clave para la Xbox de próxima generación, una máquina que se conocería como Xbox One. En lugar de vender los documentos a un competidor de Microsoft, los piratas informáticos optaron por un esquema más bizantino: falsificarían y venderían una Durango por sí mismos, utilizando componentes disponibles en el mercado. Leroux se ofreció para hacer el ensamblaje a cambio de un porcentaje de las ganancias; necesitaba dinero para pagar las clases de informática online de la Universidad de Maryland.

Los piratas informáticos pusieron en movimiento su nueva mercancía y encontraron un comprador en las Seychelles que estaba dispuesto a pagar $5,000 por la consola falsificada. May recogió la máquina completa de la casa de Leroux y prometió enviarla al archipiélago en el Océano Índico.

Pero el Durango falso nunca llegó a su destino. Cuando el comprador se empezó a quejar, apareció la paranoia: ¿El FBI había interceptado el envío? ¿Estaban todos bajo vigilancia?

Wheeler estaba especialmente inquieto: había pensado que su equipo era intocable después de que la investigación de Epic se estancara, pero ahora estaba prácticamente seguro de que todo el mundo estaba a punto de ser golpeado por un caso de crimen organizado. "¿Cómo terminamos este juego?", Se preguntó a sí mismo. La respuesta que se le ocurrió fue caer en un arrebato de gloria, para hacer cosas que aseguraran su lugar en la tradición de Xbox.

Wheeler lanzó su campaña por la notoriedad al publicar una Durango a la venta en eBay, utilizando fotos de la que Leroux había construido. La oferta para esta máquina inexistente alcanzó los $20,100 antes de que eBay cancelara la subasta declarándola fraudulenta. Enfurecido por toda la atención de los medios que generó este asunto, Pokora decidió interrumpir el contacto con Wheeler.
Pocas semanas más tarde, Leroux desapareció de la escena; corrieron rumores de que había sido atacado por el FBI. Los americanos cercanos a Pokora comenzaron a decirle que estaban siendo seguidos por coches negros con las ventanas tintadas. Los hackers sospechaban que podría haber un informante entre ellos.

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VII. Person A


La relación entre Pokora y Clark se fué estropeando a medida que Pokora seguía hackeando desarrolladoras. Finalmente sus caminos se separaron debido a problemas de personal en su "negocio" de Call of Duty relacionados con diferencias sobre los trabajadores que tenían contratados. Cansados ​​de lidiar con esos problemas, ambos hombres se desviaron hacia otras empresas. Pokora se centró en Horizon, un servicio para engañar a Xbox que construyó junto con algunos colegas; le gustaba que los cheats de Horizon no pudieran usarse en Xbox Live, lo que significaba posiblemente menos dolores de cabeza, técnicos y legales. Mientras tanto, Clark refinó el sistema coin-minting de Leroux para las monedas del FIFA y comenzó a vender dicha moneda virtual en el mercado negro. Austin Alcala, que había participado también en el pirateo de Zombie Studios y la falsificación de Xbox One, ahora trabajaba para la nueva empresa de Clark.

Mientras Pokora, ya con 20 años, dividía sus energías entre ayudar a dirigir Horizon y asistir a las clases de la universidad, Wheeler continuó intentando llamar la atención a su estilo, el estilo kamikaze. A raíz de su hazaña en eBay, Microsoft decidió enviarle un investigador privado llamado Miles Hawkes a Perth (Australia) para hacerle frente. Wheeler publicó tweets sobre la reunión con el "Sr. Microsoft Man ", quien lo presionó para obtener información sobre sus colaboradores durante el almuerzo en el hotel Hyatt. Según Wheeler, el investigador le dijo que no se preocupara por ninguna repercusión legal, ya que Microsoft solo estaba interesada en perseguir a los "idiotas". (Microsoft niega que Hawkes haya dicho esto).

En diciembre de 2012, el FBI allanó la casa de Sanadodeh Nesheiwat en Nueva Jersey. Nesheiwat publicó en internet una versión no redactada de la orden de registro. Wheeler reaccionó diciéndo de todo sobre los agentes en un foro público y animando a la gente a hostigarlos; También habló abiertamente sobre la contratación de un asesino a sueldo para asesinar al juez federal que había firmado la orden.

La extraña compulsión de Wheeler por montar escándalos en cada situación alarmó a los fiscales federales, que habían estado construyendo cuidadosamente un caso contra los piratas informáticos desde la filtración del Gears of War en junio de 2011. Así que Edward McAndrew, el asistente del fiscal de EE. UU. que lideraba la investigación, decidió agilizar el ritmo del trabajo de su equipo antes de que Wheeler provocara un caso de violencia real.

En la mañana del 19 de febrero de 2013, Wheeler estaba trabajando en la casa de su familia en Perth cuando notó movimiento en el patio, debajo de su ventana. Un escuadron de hombres en equipo táctico ligero se estaba acercando a casa, con Glocks enfundadas a los lados. Wheeler voló a apagar todas sus ordenadores, para que quienquiera que estuviese diseccionando su hardware al menos tuviera también que descifrar todas sus contraseñas.

Durante las siguientes horas, la policía australiana se llevó lo que Wheeler estimó en más de $ 20,000 en equipo de ordenadores; pero Wheeler no defraudó incluso en esta situación, el chico se molestó porque ningún agente colocó sus preciosos discos duros en bolsas antiestáticas. No fue encarcelado ese día, pero sus discos duros proporcionaron una gran cantidad de pruebas incriminatorias: Wheeler hacía frecuentemente capturas de pantalla de sus ataques, como una conversación en la que propuso ejecutar "algún programa loco para dejar flipando a los fans" en los servidores de Zombie Studios.

En julio, Pokora le dijo a Justin May que estaba a punto de ir a la Defcon, la conocida reunión anual de hackers en Las Vegas, su primer viaje cruzando la frontera en años. El 23 de julio, McAndrew y sus colegas presentaron una acusación sellada con 16 cargos contra Pokora, Nesheiwat y Leroux, acusándolos de delitos como fraude electrónico, robo de identidad y conspiración para robar secretos comerciales; Wheeler y Gamerfreak, la fuente original de la lista de contraseñas de Epic, fueron nombrados como co-conspiradores no acusados. (Cuatro meses más tarde, se agregaría a Alcalá como acusado también). El documento reveló que gran parte del caso del gobierno se basó en pruebas suministradas por un informante/chivato llamado "Person A". Fue descrito como un habitante de Delaware que había recogido la falsificación de Durango de la casa de Leroux, luego se la entregó al FBI.

Los fiscales también caracterizaron a los acusados ​​como miembros de la "Xbox Underground". La broma de Wheeler sobre la pandilla de la prisión ya no era una broma.

Aunque aún no sabía nada acerca de esta acusación secreta, Pokora estaba demasiado ocupado como para ir al Defcon y se echó atrás en el último momento. Al FBI le preocupaba que arrestar a sus "conspiradores" americanos lo incitara a huir, por lo que la agencia decidió esperar a que viajara al sur antes de cazar al grupo de hackers.

Dos meses después, Pokora fue a la Ópera de Toronto para ver un show de la banda de metal sueca "Katatonia". Su teléfono vibró en pleno concierto: era Alcalá, ahora un estudiante de secundaria en Fishers (Indiana). Estaba muy entusiasmado: le dijo que conocía a un tipo que podía conseguir los dos últimos prototipos de Durango: esta vez los reales, no las falsificaciones como la máquina que habían creado el verano anterior. Su contacto estaba dispuesto a colarse en un edificio del campus de Redmond de Microsoft para robarlos. A cambio, el ladrón exigía credenciales de inicio de sesión para la red de desarrolladoras de juegos de Microsoft más unos pocos miles de dólares. Pokora estaba desconcertado por la audacia del nuevo aspirante a ladrón. "Este tipo es estúpido", pensó. Pero después de años de dejarse llevar por su suerte, Pokora ya había perdido la costumbre de escuchar su propio sentido común. Así que le dijo a Alcalá que los pusiera en contacto.

El ladrón era un recién graduado de la escuela secundaria llamado Arman, conocido en la Scene como "ArmanTheCyber". (Aceptó compartir su historia con la condición de que no se usara su apellido). Un año antes había clonado una credencial de empleado de Microsoft que pertenecía al novio de su madre; desde entonces había estado usando la tarjeta RFID para explorar el campus de Redmond, hacíendose pasar por empleado al vistiéndose de pies a cabeza con vestimenta oficial de Microsoft. (Microsoft afirma que no copió la placa sino que la robó). El joven de 18 años ya había robado un Durango para uso personal; estaba nervioso por volver a por otro más pero también rebosante de ganas de hacerlo, la imprudencia de la juventud.

Alrededor de las 9 pm en una noche de septiembre, Arman entró al edificio que albergaba los Durangos. Unos pocos ingenieros todavía recorrían los pasillos por aquellas horas; Arman se metió en un cubículo y se escondía cada vez que escuchaba pasos. Finalmente consiguió subir las escaleras hasta el quinto piso, donde había oído que había un alijo de Durangos. Cuando comenzó a abrirse camino hacia el oscuro suelo, los detectores de movimiento notaron su presencia y la luz inundó la habitación. Asustado, Arman volvió corriendo escaleras abajo.

Pero al final encontró lo que estaba buscando en dos cubículos del tercer piso. Uno de los durangos tenía un par de tacones de aguja encima del estuche; Arman puso las dos consolas en su gran mochila y dejó los elegantes zapatos en la alfombra.

Una semana después de enviar los Durangos robados a Pokora y Alcalá, Arman recibió una sorprendente noticia: un proveedor de Microsoft revisó al fin una solicitud de empleo que había enviado ese verano y lo contrató como evaluador de garantía de calidad. Duró solo un par de semanas en el puesto antes de que los investigadores lo identificaran como el ladrón de Durango; una cámara en una escalera lo había pillado saliendo del edificio. Para minimizar las consecuencias legales, le rogó a Pokora y Alcalá que devolvieran las consolas robadas. También devolvió el Durango que había obtenido para sí mismo, y no lo hizo en mal momento: varios piratas envidiosos habían estado explorando su casa online, preparándose para entrar a robarle las tan solicitadas máquinas.

Pokora pasó todo el invierno pirateando los juegos de Xbox 360 para Horizon pero cuando Toronto empezó a descongelarse en marzo de 2014, pensó que podría pasar un fin de semana tranquilo para ir a Delaware y recoger el parachoques que había pedido para su Volkswagen Golf, ese bumper del que hablábamos allá por el primer capítulo.

"Sabes, existe la posibilidad de que me arresten", le dijo a su padre mientras se preparaban para irse. Su padre no tenía ni idea de lo que estaba hablando y esbozó una leve sonrisa ante lo que seguramente era una mala broma de su hijo.

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VIII. "This Life Ain't For You"


Después de una aparición inicial en el juzgado federal de Buffalo y unos días en la cárcel de un condado cercano, Pokora fue transladado en un furgón junto a otro preso federal, un miembro de una pandilla con brazos de levantador olímpico de pesas y sin cuello discernible. Estaban siendo transportados a una prisión privada en Ohio, donde Pokora sería retenido hasta que la corte en Delaware estuviera lista para iniciar el proceso contra él. Para colmo, los guardias arrojaron los sandwiches de los prisioneros al suelo de la furgoneta, sabiendo que los hombres estrechamente encadenados no podrían alcanzarlos.

Durante el viaje de tres horas, el miembro de la pandilla que estaba cumpliendo condena por golpear a un hombre con un martillo, aconsejó a Pokora que hiciera lo que fuera necesario para minimizar su tiempo entre rejas. "Esta vida no es para ti", dijo. "Esta vida no es para nadie, en realidad".

Pokora se tomó muy en serio esas palabras cuando finalmente lo llevaron a Delaware a principios de abril de 2014. Aceptó rápidamente el acuerdo de culpabilidad que se le ofreció y ayudó a las compañías víctimas a identificar las vulnerabilidades que había explotado. Mientras se sentaba en aquellla habitación y escuchaba a Pokora explicar sus trucos con un toque de profesor, McAndrew, el fiscal principal, se quedó loco con el canadiense de 22 años. "Es un niño muy talentoso que comenzó por un mal camino. Muchas veces cuando estás investigando estas cosas, tienes que tener un cierto nivel de admiración por la brillantez y la creatividad del trabajo. Pero luego dar un paso atrás y decir: amigo... aquí es donde te equivocaste".

Un día, en el trayecto de la cárcel a la corte, colocaron a Pokora en el vehículo de un mariscal con alguien que le resultaba familiar: un hombre pálido de 20 años de edad con una constitución tenue y dientes estropeados por el hábito de los Skittles. Era Nathan Leroux, a quien Pokora nunca había conocido en persona, pero reconoció por una foto. Fue arrestado el 31 de marzo en Madison, Wisconsin, donde se mudó después de la redada del FBI que lo asustó para abandonar la Scene de Xbox. Había estado floreciendo, en su nueva vida como programador de Human Head Studios una pequeña desarrolladora de juegos, cuando los federales aparecieron para ponerlo bajo custodia.

Mientras él y Leroux cabalgaban hacia la corte, Pokora intentó pasarle un consejo al miembro de la pandilla. "Mira, mucho de esto se debe a que DaE es un imbécil", dijo, usando la abreviatura del apodo de Wheeler, SuperDaE. "Puedes comentar aquí conmigo o hacer lo que sea, porque no mereces esta mierda. Solo hagamos lo que tenemos que hacer y salgamos de aquí ".

A diferencia de Pokora, a Leroux se le concedió la libertad bajo fianza y se le permitió vivir con sus padres a medida que avanzaba su caso. Pokora se convenció de que, dada su diminuta estatura y naturaleza tímida, estaba condenado a ser violado o asesinado si pisaba la cárcel. Su miedo se volvió tan extremo que el 16 de junio, se cortó la pulsera del tobillo y huyó.

Le pagó a un amigo para que intentara llevarlo de contrabando a Canadá, casi 400 millas al norte. Pero su largo viaje terminó de manera inesperada: los canadienses marcaron el coche en la frontera. En vez de aceptar que su fuga había fallado, Leroux sacó un cuchillo y trató de correr a través del puente sobre suelo canadiense. Cuando los oficiales lo rodearon, decidió que solo le quedaba una opción: se apuñaló varias veces. Los médicos del hospital de Ontario lograron salvarle la vida. Una vez que fue liberado de cuidados intensivos y transportado de regreso a Buffalo, su fianza fue revocada.

Cuando llegó el momento de la sentencia de Pokora, su abogado argumentó por indulgencia al afirmar que su cliente había perdido la capacidad de diferenciar el juego del crimen. "David en el mundo real era algo completamente distinto de David en línea", escribió en su memorando de sentencia. "Pero fue en este tenebroso mundo de anonimato, reglas fronterizas y comunicación privada en un lugar alejado de la vida cotidiana, que David fue insensibilizado cada vez más a una cultura online en la que la línea entre jugar un videojuego y hackear una red de ordenadores se redujo a nada."

Después de declararse culpable, Pokora, Leroux y Nesheiwat finalmente recibieron castigos similares: 18 meses en prisión para Pokora y Nesheiwat, 24 meses para Leroux. Pokora hizo la mayor parte de su condena en el Centro Federal de Detención en Filadelfia, donde hizo uso de la sala de ordenadores para enviar mails o escuchar MP3. Una vez, mientras esperaba a que se abriera una terminal, se le apareció un preso mentalmente inestable y Pokora se defendió para no quedar como el débil; la pelea terminó cuando un guardia lo golpeó con spray de pimienta. Después de terminar su sentencia de prisión, Pokora pasó varios meses más esperando la deportación a Canadá en un centro de detención de inmigrantes en Newark, Nueva Jersey. Esa cárcel tenía PC en la biblioteca de leyes, y Pokora pudo usar sus habilidades de hacker para encontrar y jugar a una versión oculta del Microsoft Solitaire.

Cuando finalmente regresó a Mississauga en octubre de 2015, Pokora le envió un mensaje de texto a su viejo amigo Anthony Clark, quien ahora enfrentaba una situación legal propia. Alcalá le había contado al gobierno todo acerca de la operación de monedas del FIFA dirigida por Clark. La empresa ya había estado en el radar del IRS: uno de los trabajadores de Clark estaba bajo sospecha por retirar hasta $30,000 por día de una cuenta bancaria ubicada en Dallas. Alcalá conectó los puntos para los federales, explicándoles que el negocio podría engañar a los servidores de Electronic Arts para que escupieran miles de monedas por segundo: el código del grupo automatizó y aceleró el juego, de modo que se pudieron completar más de 11,500 partidos en el mismo tiempo que un humano necesitaría para completar solo 1. La información que proporcionó condujo a la acusación de Clark y otras tres personas por fraude electrónico; supuestamente habían recaudado $ 6 millones al vender las monedas del FIFA, principalmente a un empresario chino que solo conocían como Tao.

Aunque los tres coacusados ​​de Clark se habían declarado culpables, él tenía la intención de ir a juicio. Sentía que no había hecho nada malo, especialmente desde que los términos de servicio de Electronic Arts indican que sus monedas de la FIFA no tienen un valor real. Además, si los ejecutivos de Electronic Arts estaban realmente molestos por su operación, ¿por qué no se acercaron para discutir el asunto como adultos? Quizás Electronic Arts estaba celoso de que él, no ellos, hubiera descubierto cómo generar ingresos a partir de las monedas del juego.

"Sí, me enfrento a más de 8 años", escribió Clark en un mensaje a Pokora. "De cualquier manera, que les jodan. Siguen intentando que yo me declare culpable."

"Te van a joder si fallas en el juicio", le advirtió Pokora. “Mi única preocupación es educarte un poco sobre cómo será. Porque es una mierda que tienes que pasar" . Pero Clark no se dejaría llevar, era un hombre de principios.

Ese 4 de julio, Pokora escribió nuevamente a Clark. En plan broma, le preguntó por qué aún no le había mandadoo el vídeo que le pidió: Clark y sus familiares mexicano-estadounidenses bailando salsa debajo de una piñata de Donald Trump. "¿Dónde está la salsa?" Preguntó Pokora.

La respuesta no tardó en llegar: "En mis fichas", seguida por el emoji de sonreír con gafas de sol. Fue la última vez que Pokora supo sobre su compañero de Halo 3.

Ese Noviembre, el juicio de Clark en el tribunal del distrito federal en Fort Worth no fue como se esperaba: fue condenado por conspiración para cometer fraude electrónico. Sus abogados pensaron que tenía excelentes motivos para apelar, ya que creían que la fiscalía no había demostrado que el negocio de las monedas del FIFA causase daños reales a Electronic Arts.

Pero el equipo legal de Clark nunca tuvo la oportunidad de resolver así el caso. El 26 de febrero de 2017, aproximadamente un mes antes de que saliese su sentencia, Clark murió en su casa de Whittier. Las personas cercanas a su familia insisten en que la muerte fue un accidente, provocado por una interacción letal entre el alcohol y la medicación. Clark acababa de cumplir 27 años y dejó atrás un patrimonio valorado en más de 4 millones de dólares.

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IX. "I Wanted to See How Far It Could Go"


Los miembros de Xbox Underground se "reinsertaron" a la vida "normal" con diversos grados de éxito. A cambio de su cooperación Alcalá no recibió pena de prisión y se matriculó en la Universidad de Ball State. El joven de 20 años llevó a una chica a la audiencia de la sentencia aquel abril de 2016, "mi primera novia de verdad", y habló sobre una charla que dio en una conferencia del FBI sobre protección de infraestructura. "El mundo es tu ostra", le dijo el juez.

Los compañeros de trabajo de Leroux en Human Head Studios enviaron cartas a la corte en su nombre, elogiando su inteligencia y amabilidad. "Tiene una carrera muy prometedora en el desarrollo de juegos por delante de él, y no creo que vuelva a correr el riesgo de perder eso", escribió un partidario. Al salir de la prisión, Leroux regresó a Madison para reunirse con la compañía.

A Nesheiwat, que tenía 28 años en el momento de su arresto, no le fue tan bien como a sus colegas más jóvenes. Luchó contra la adicción y fue detenido nuevamente por violar su libertad condicional mediante el uso de cocaína y opiáceos; su oficial de la condicional dijo que había "admitido haber consumido hasta 50 bolsas de heroína al día" antes de su última temporada en rehabilitación.

Debido a que Wheeler era menor de edad cuando hizo la mayor parte de sus "destrozos", los Estados Unidos decidieron dejar su procesamiento a las autoridades australianas. Debía entregar su pasaporte en las próximas 48 horas pero Wheeler se fue directo al aeropuerto y huyó a República Checa, tierra natal de su madre. Los australianos encarcelaron a su madre por ayudarlo a escapar, pensaron que así lo presionarían para que regresara a Australia y enfrentara a la justicia. (Su madre fue liberada a los pocos días). Pero Wheeler eligió seguir siendo un fugitivo, desplazándose a través de Europa con un pasaporte de la UE antes de establecerse en el Reino Unido. Durante sus viajes, trató de realizar un crowfunding para un Ferrari de $500,000, explicó que su médico le dijo que necesitaba el coche para enfrentar la ansiedad causada por sus problemas legales. (La campaña no tuvo éxito.)

Pokora, ya con 26 años, estaba bastante desorientado durante sus primeros meses en Canadá. Temía que su cerebro se hubiera podrido permanentemente en la cárcel, un lugar donde la estimulación intelectual escasea. Pero se reunió con su novia, a quien rogó que lo dejara mientras estaba tras las rejas, y volvió a inscribirse en la Universidad de Toronto. Reunió el dinero para la matrícula encargándose de proyectos independientes que programaban herramientas de automatización de interfaz de usuario; sus problemas financieros lo hicieron sentir nostálgico por laquellos días en los que se bañaba en dinero de Call of Duty.

Cuando se enteró de la muerte de Clark, Pokora sintió brevemente odio hacia Alcalá, que había sido fundamental en el caso del gobierno contra su amigo. Pero dejó pasar la ira. No se ganaba nada guardando rencor a sus compañeros de viaje. Ni siquiera pudo generar demasiado resentimiento contra Justin May, de quien él y muchos otros están seguros es el informante/chivato del FBI con base en Delaware, que fue identificado como Person A en la acusación de Xbox Underground. ("No puedo hablar sobre eso, lo siento", respondió May cuando se le preguntó si era Person A. Actualmente está siendo procesado en el distrito federal del este de Pensilvania por estafar a Cisco y Microsoft por un valor en hardware de millones de dólares).

Pokora aún se esfuerza por comprender cómo su amor por la programación se convirtió en una obsesión que apartó totalmente su brújula moral. "Por mucho que tomé conscientemente las decisiones que tomé, nunca quise que las cosas se pusieran tan mal, como lo hicieron". “Quiero decir, quería acceder a las empresas para leer algún código fuente, quería aprender, quería ver cómo de lejos podía llegar, símplemente eso. En realidad era solo curiosidad intelectual. No quería dinero; si quisiera dinero, habría tomado todo el dinero que estaba allí. Pero, quiero decir, lo entiendo, entiendo en lo que se convirtió, y es lamentable ".

Pokora sabe que siempre será persona non grata en la industria del los videojuegos, por lo que estuvo buscando empleo a tiempo completo en otros lugares desde que terminó el trabajo de clase para obtener su título en informática, en junio del pasado 2017. Pero le costó mucho montar un portfolio con sus mejores trabajos: a instancias del FBI, las autoridades canadienses se apoderaron de todos los ordenadores que tenía antes de su arresto y la mayoría del software que había creado durante sus buenos tiempos en Xbox se perdió para siempre. Al menos le dejaron quedarse su Volkswagen Golf R del 2013, aquel coche que adoraba tanto que incluso estaba dispuesto a conducir a Delaware a por un parachoques... Lo mantiene aparcado en Mississauga, en la casa de sus padres, aquel lugar donde jugó su primer videojuego a la edad de 2 años, y donde ha vivido desde que salió de la cárcel.








Créditos a la revista Wired, en especial a Brendan I. Koerner.
Me encantó la forma que está narrado, la historia es muy interesante!

Muchas gracias por compartir!
HombreTriton escribió:Me encantó la forma que está narrado, la historia es muy interesante!

Muchas gracias por compartir!

Gracias a ti por tu comentario, me alegra que te esté gustando la historia! [beer] Cuando la leí en inglés me quedé loco y mas aún cuando vi que ninguna web la había traido al español.

Antes del domingo actualizo con los 2 capítulos que faltan :cool:
@HetsR

Gracias men. Es un muy buen hilo . Buena historia, buena redacción . Creo que a muchos nos entretuvo bastante (y eso que no soy de los que lean en celular o computadora algo así).

Lástima por Pokora al perder el piso. Muy interesante lo de la copia del prototipo de xbox one. En fin... Ya quiero leer a ver en que "acaba".

Arriba Xbox Underground!!!!! [plas]
Ya tenéis publicado el penúltimo capítulo (VIII. "This Life Ain't For You") ! [beer]
Muy interesante historia! Demuesta una vez más que el poder acaba corrompiendo, sea del tipo que sea. Deseando leer la última parte XD
angelvilu escribió:Muy interesante historia! Demuesta una vez más que el poder acaba corrompiendo, sea del tipo que sea. Deseando leer la última parte XD


Último capítulo publicado!!! [beer]
Leído del tirón. Muy interesante [oki]
eichbaum escribió:Leído del tirón. Muy interesante [oki]

Si señor! [plas] [plas]
Podían hacer hasta la peli [rtfm]
HetsR escribió:
eichbaum escribió:Leído del tirón. Muy interesante [oki]

Si señor! [plas] [plas]
Podían hacer hasta la peli [rtfm]


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Un reparto bien elegido, un poco de sexo aquí y allá.... Taquillazo seguro!!!! [qmparto]
Muy bueno , si señor, gracias por compartir.
grrr33 escribió:Muy bueno , si señor, gracias por compartir.

[beer]
11 respuestas