Por el amor de Dios (XD), vaya par que se ha juntado. El párroco es un idiota o un mandado (mandado por un idiota), es decir, que el que haya decidido materializar en una sustancia determinada el acto simbólico del sacramento no ha entendido nada del mensaje de Cristo. Lo peor es que se supone que son ellos quienes han de transmitirlo.
Pero los padres también tienen tela. Cuando uno quiere lo mejor para sus hijos no hay que hacer que se destaquen frente a los demás, hay que intentar que los hijos estén integrados en el grupo y no ser señalado por ser quien ha generado problemas para el párroco. Si el párroco ofrece la solución del vino, se toma y ya está. Al fin y al cabo mojarse los labios con vino aguado es bastante menos peligroso para la salud que jugar al fútbol, y esto seguro que no se lo prohíben al chaval.
Ahora bien, si quieres pelea, denuncias al párroco, cosa que me parece legítima. El problema es que si la denuncia va a perjudicar a tu hijo es mejor ahorrársela, o al menos, esperar a que el niño haga su primera comunión tranquilamente y después tomar las medidas oportunas. Porque si ahora el crío va a tener que irse a otro sitio a hacer la comunión, sin estar con sus compañeros, tampoco creo que sea lo que más ilusión le haga.