A pesar de la existencia y popularidad de servicios de
streaming de música como Spotify y Apple Music, la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) afirma que la “piratería digital” sigue siendo un problema. Esta organización que representa los intereses de la industria musical dice que esta práctica ha evolucionado de la misma forma que lo han hecho los métodos legítimos para escuchar música y que supone un freno para los servicios de suscripción.
El informe de la IFPI del que se ha hecho eco
The Wall Street Journal afirma que el 83 % de los usuarios escucha música mediante los servicios bajo demanda Spotify y Apple Music entre otros, y que alrededor del 38 % accede a música usando métodos que en su opinión van en contra los derechos de autor. Esta última es una tasa que según el portavoz de la IFPI se ha mantenido de forma constante a lo largo de los años. Sin embargo el mayor problema de la industria ya no son las webs de descarga directa o los torrents.
La industria musical afirma que la mayoría de los “piratas digitales” se decanta por la práctica del
stream ripping. Este método, que puede ser usado mediante sitios web, aplicaciones, programas dedicados o complementos para navegador, crea una copia de un audio desde cualquier fuente de contenido, siendo Youtube la plataforma preferida de los usuarios. Además, el archivo resultante se puede escuchar sin necesidad de conexión a Internet, una de las características
premium que ofrecen las suscripciones de pago.
En 2016 las tres mayores discográficas, Universal (Vivendi) Sony y Warner, se unieron para
demandar a YouTube-mp3.org, uno de los sitios más importantes de
stream ripping. El caso terminó con
la web cerrada en virtud de un acuerdo extrajudicial al que el administrador llegó con la RIAA (Recording Industry Association of America), organización estadounidense que representa a las discográficas.
A pesar de sostener que la “piratería digital” evoluciona y mantiene su tasa, el año pasado la industria musical aumentó sus ingresos globales un 8,1 %, logrando amasar 17.300 millones de dólares. Es el tercer año consecutivo que este sector ve crecer su negocio después de más de una década de declive. Se trata de una mejora que se atribuye casi en su totalidad al aumento del 41 % de los ingresos registrados por las plataformas de
streaming, que entre todas suman unos 176 millones de usuarios de pago.