Entramos a la ciudad por la parte sur, un acceso poco transitado y muy útil para las salidas y entradas de personajes importantes en nuestra sociedad.
Sólo a unos metros de la entrada estaba el vehículo de aquellos guardias. Tenía una aerodinámica muy pulida y su motor eléctrico desarrollaba tal potencia que era capaz de arrancar las vigas de un pequeño edificio. Sólo los hombres de la guardia imperial podían poseer uno de esos cacharros a pesar de ser muy codiciados por la gente adinerada.
Nos desplazamos por la ciudad a gran velocidad para llegar en el menor tiempo posible al Centro de Acuerdos, lugar donde seguramente se encontraba Fayan. Durante el camino puede observar ligeros cambios de comportamiento en la gente del pueblo....algo parecia no ir muy bien del todo y eso sólo podía significar que el tiempo de cambios estaba próximo. La visión de mi maestro Thraus no estaba en absoluto equivocada. Algo o alguien cambiaria el rumbo de todo lo que conocemos y una época oscura cerrara nuestras opciones a un mejor futuro. Sin embargo, yo lo interpretaba de otra forma.