La máquina de escribir

(esto es para ella)

Tu espalda
es la máquina de escribir
donde redacto mis versos.
Cada día asalto
sus teclas
para satisfacción
del placer táctil,
para emborronar
hojas de colores
con poemas
de amor,
vida y milagros.

Hoy,
mientras
escribo,
pienso en darle
la vuelta a todo,
colocarte
boca arriba
sobre la cama, y
oxigenar mis retinas
con la tersura
de tus pechos
mientras intimo
con tus ojos cerrados,
mientras me adentro
en las puertas del cielo.

Tu espalda
es la máquina de escribir
donde te creo infinita,
donde redimo
mis manos
aun a costa
de perder
los perfumes
que visten
mi cuerpo.
Ahora, mientras
espío tus
tobillos,
me recrearía
en tus aristas
hasta perder
la noción del
tiempo.

Sazono mi lengua
con los restos
que te brindó
el océano
después de haberte
poseído
durante un instante.

Capto la tonalidad
que deja la luna
en tu pelo
para teñir las
hojas
que dormirán sobre
tu lombo.

Hoy quiero
follar con
tu mente.
Sé cómo hacerlo, y
sé que estamos
dispuestos y
preparados.
Despacio me
desvistes,
acaricias mi sexo,
intimas con mis ojos cerrados
y te recuestas sobre la cama,
boca abajo,
resplandeciente,
prístina,
perfecta.
Yo acudo a la cita,
mis dedos te acarician...
...
tic
...
tac
...
tic
...
tac
...

(por favor,
que nadie
venga a rescatarnos)