Estaba claro que no podían ser los definitivos. Les habrán insistido desde la distribuidora a hacer algo enseñable para la Gamescon. Los de Dreamcast son más expresivos y éste es para PS4. No tenía sentido. Al menos la cara de Ryô Hazuki ha mejorado bastante tras el rediseño que se le hizo, que también fue en su día motivo de protestas.