La Mudanza

Ding,Dong...Sonó el timbre por primera vez en la puerta desde que estaban instalados allí. Tocaban suavemente como si no quisieran hacerlo. Desde dentro se peleaban por quien seria el que iria abrir.


Al final le tocó a Mireia, se acercó a la puerta como si el suelo quemara intentando hacer el menor ruido posible, vislumbró por la mirilla a una mujer que rondaba los sesenta años, de estatura mas bien bajita y que nerviosa no hacia otra cosa que mirar a las demás puertas del rellano.

Hasta que en un instante Mireia se encontró con unos ojos vivos color marrón miel, como si fueran dibujados por un compás que le atravesaban por la mirilla.

Mireia optó por abrir, le intrigaba aquella mujer y algo que carecterizaba a Mireia es que con la duda ella no se quedaria....

- Hola, buenas tardes -dijo Desgladis- soy tu vecina del 1º D.

Mireia sintió como si esas palabras las rugieran en vez de hablarlas, ya que aquella mujer de aspecto bajito pero soberbio tenia una voz muy peculiar.

- Hola -contesto mireia- que desea....