Me amaso mi enorme y vigoroso bigote, me coloco bien los cojones y escupo al suelo.
Bien, panda de mariquitas, tenemos un trabajo que cumplir y aqui nadie cobra por horas, asi que ya va siendo hora de hacer algo que valga la pena con vuestros culos. El que creia estar al mando ahora mismo le estan masticando el tuetano, lo unico que espero es que eso no afecte a mi paga .
Apoyo mi arma al hombro, miro con desprecio hacia el agujero y a los infelices que pretenden meterse ahi y levanto la vista hacia un monton de cables/tuberias que me parece sospechoso, escudriñandolo bien y hago lo mismo en una rejilla del suelo que tiene pinta de haber sido manipulada o, al menos, estar deteriorada.