https://www.labrujulaverde.com/2018/04/ ... los-buenosEl último portador del anillo (en España El último anillo) se basa en la máxima de que la historia la escriben los vencedores para reescribir la trilogía de Tolkien desde el punto de vista de los malos -que resultan no serlo tanto- y continuarla. En su versión, Mordor es una tierra de promisión a punto de iniciar una revolución industrial y Barad-dûr su capital, una ciudad ilustre, luminosa, que vive en el esplendor que le otorgan artistas, poetas, filósofos y sabios en una tarea civilizadora en abierta oposición a las supersticiones de los magos que mantienen a la Tierra Media en la ignorancia. Los Nazgûl son científicos que han elaborado un anillo inocuo para intentar desviar la atención de una siniestra alianza entre elfos, humanos, enanos y medianos que les amenaza con sus ambiciones imperialistas y depredadoras.
Aragorn es un títere manejado por los elfos para controlar el reino de Gondor, previo asesinato de Boromir cuando éste descubre su plan, y siendo manipulado arteramente por Arwen con ese fin; Faramir vive en el exilio, vigilado por Éowyn; y Gandalf es descrito por Saruman como “la solución final al problema mordoriano”. Aclarados esos precedentes que cambian el sentido del original, Yeskov inicia su secuela empezando por la caída de Sauron -que en realidad se llama Auron- y la masacre que perpetran los elfos en Mordor tras la derrota de los orcos, que, por cierto, no son monstruos: ése es el nombre que reciben los soldados de esa tierra con ánimo infamante, al igual que pasa con los trolls.
Precisamente dos de ellos, Haladdin y Tzerlag, acompañados de un noble gondoriano irredento, Tangorn, constituyen lo que podríamos llamar la Compañía del Anillo alternativa a la que protagonizaba la obra de Tolkien. Sólo que esta vez no hay que destruir un anillo sino el espejo de Galadriel, que al ser el vínculo entre el mundo físico y el de procedencia de los elfos, el Arda, su desaparición les dejaría desprovistos de magia y, consecuentemente, de poder. Así pues, el papel que tenía Frodo en El Señor de los Anillos lo asume aquí Haladdin, un personaje algo memo, mientras que el apadrinamiento anterior de Gandalf es ejercido ahora por Sharya-Rana, el último Nazgûl.