Había una vez un hombre perfecto y una mujer perfecta. Los dos se encontraron y, después de un noviazgo perfecto, celebraron un matrimonio perfecto. Su vida juntos fue, no hay que decirlo, perfecta.
Durante una tormenta de nieve en Navidad, esta pareja perfecta iba conduciendo su auto perfecto por una tortuosa carretera (no tan perfecta), cuando se dieron cuenta de que alguien, al borde de la carretera, necesitaba ayuda. Como formaban una pareja perfecta, se detuvieron a ayudar.
Allí estaba Santa Claus con un gran paquete de juguetes. Debido a que no deseaban desilusionar a ningún niño, la pareja perfecta acogió a Santa con sus juguetes en el vehículo.
Pronto se encontraban yendo de casa en casa, entregando los juguetes.
Desafortunadamente, las condiciones del tiempo se deterioraron y la pareja perfecta y Santa Claus tuvieron un accidente.
Solo uno de ellos sobrevivió. ¿Quien sobrevivió?
(Buscad la respuesta mas abajo).
(Más abajo)
(Más abajo todavía)
Sobrevivió la mujer perfecta. En primer termino, fue la única que realmente existía. Todo el mundo sabe que no hay tal Santa Claus y que los hombres perfectos no existen.
MUJERES: Suspended aquí la lectura. Para vosotras este es el final del chiste.
HOMBRES: Continuamos bajando...
(Bajad más)
Bajad todavía más.
Como es verdad que los hombres perfectos no existen y que no hay tal Santa Claus, la que iba conduciendo tuvo que ser la mujer perfecta.
Esto explica el porqué del accidente.
Ahora, si eres una mujer y has seguido leyendo hasta aquí, eso explica también otra cosa: Las mujeres nunca hacen ni puto caso de lo que se les dice.