También esperaba mucho más del VM, parecía que iba a introducir muchos conceptos novedosos pero se quedó a medio gas. También es verdad que te paras a pensar, y tener que apartar la mirada de la pantalla para leer el VM no era tampoco lo mejor, así que al final la idea no cuajó.
Sobre jueguecillos propios, también tuvo poco. ¿Qué tal andó la Pocket Station?