Agentes de la policía china dotados con gafas con tecnología de reconocimiento facial patrullan estos días las estaciones de tren en busca de sospechosos. La noticia, publicada originalmente en el
Diario del Pueblo (donde podemos encontrar
varias fotos de las gafas) explica que al menos siete presuntos criminales relacionados con crímenes graves han sido detenidos. También han sido atrapadas veintiséis personas que trataban de viajar utilizando credenciales falsificadas.
La tecnología apenas ha comenzado a ser desplegada. Los primeros en recibir estas gafas han sido
los agentes de la policía ferroviaria de Zhengzhou, capital de la provincia de Henan, donde están escaneando a los pasajeros en busca de sospechosos y para comprobar su identidad de cara a las celebraciones del año nuevo lunar, momento durante el cual se registra un gran periodo de actividad en las estaciones del país. Este año las estimaciones oficiales prevén más de 389 millones de viajes en tren entre el 1 de febrero y el 12 de marzo.
Montura de realidad aumentada desarrollada por LLVision. Según señala el diario
Wall Street Journal, la tecnología de reconocimiento facial ha sido desarrollada por una firma local llamada
LLVision, que a juzgar por su sitio web está normalmente más implicada en la creación de aparatos de uso médico. Un detalle interesante es que la comprobación de las identidades no se realiza a través de Internet, sino que la información capturada por las cámaras se contrasta con una base de datos alojada en un dispositivo portátil.
Según LLVision, durante la fase de pruebas su tecnología fue capaz de generar identificaciones positivas utilizando un registro de 10.000 personas en 100 milisegundos, aunque estas cifras se pueden ver obviamente impactadas por "el ruido ambiental" registrado fuera de un laboratorio.
Reportaje de la agencia AFP sobre el reconocimiento facial en China. La popularización de los sistemas de reconocimiento facial se ha convertido en una grave preocupación para organizaciones de defensa de la privacidad, que ven graves peligros en el
abuso de este tipo de tecnologías. El gobierno chino ya cuenta con una enorme base de datos faciales recogidos a través otras iniciativas y empresas locales como
Face++ estarían colaborando con las autoridades para facilitar el rastreo de sus ciudadanos.
No es el único caso, puesto que países como Australia han comenzado a introducir esta tecnología
en su control de fronteras, por no mencionar la montaña de información facial
al alcance de las redes sociales. El uso (o abuso) de sus posibilidades apenas está comenzando a ser explotado, por lo que cabe esperar muchas más noticias relacionadas con su implantación y el debate que ya suscita.
Fuente: New Scientist