Al parecer Warner está pasando por un buen bache. Después de cancelar casi todas sus series europeas, cancelar el estreno de Catwoman (y perder 90 millones de dólares) y filtrarse el posible despido del 70% de la plantilla de HBO Max y la cancelación del resto de sus series... no parece que se libre de salpicar a la sección de videojuegos.