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La complicada situación de la economía mundial castiga a todos, aunque unos la sufren más que otros. En el caso de las entidades financieras con sede en la ciudad de Salamanca, el Banco de Castilla ha visto cómo su porcentaje de morosos se multiplicaba por ocho de junio de 2007 a junio de 2008 mientras que en Caja Duero la tasa prácticamente se ha triplicado durante esos doce meses. No obstante, las operaciones realizadas por ambas firmas durante el pasado año y la solidez con la que han abordado la crisis les permiten mirarla con preocupación pero sin angustia, al menos por el momento.
El mayor daño en esas dos entidades le corresponde por ahora al Banco de Castilla, cuya tasa de morosidad ha subido del 0,38% a mediados del año pasado al 2,68% que alcanzó al cerrar el primer semestre del presente ejercicio. El banco salmantino estaba situado en 2007 muy por debajo del índice de morosidad genérico de las entidades bancarias españolas a superar esa media en casi el doble, ya que al llegar la mitad de 2008 la Asociación Española de Banca sitúa esa tasa en el 1,4%.
Cobertura para insolvencias
La tasa de cobertura para insolvencias sobre morosos ha sido el colchón que ha evitado un descalabro en el Banco de Castilla por ese incremento de los impagos. El índice de provisiones del banco salmantino estaba en junio del pasado año en el 478,42%. Cierto es que ha caído al 79,17% al finalizar el primer semestre del presente ejercicio pero el informe de gestión intermedio recalca que "el control de la calidad del riesgo y el énfasis puesto en la recuperación de saldos dudosos mantiene la morosidad en niveles controlados".
En Caja Duero la tasa de morosidad ha pasado en los últimos doce meses del 0,71% registrado en la mitad del pasado ejercicio y el 0,85% cuando concluyó 2007 a dispararse al 2,08% al cierre del primer semestre de este año. El principal incremento se experimentó en el mes de abril, advierte la entidad de ahorro salmantina, y posteriormente ha descendido tanto en mayo como en junio. De hecho, el índice queda por debajo de la media en el conjunto del sector, ya que la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) calcula la proporción en junio de 2008 en el 2,49% para el conjunto de estas entidades españolas. Caja Duero califica este incremento de la morosidad como "significativo" y considera que está causado "por el encarecimiento de los tipos (de interés) y de las materias primas y por la crisis del mercado inmobiliario".
Una red para la crisis
La caja de ahorros con sede en Salamanca partía a mediados de 2007 con una ratio de cobertura sobre activos dudosos del 293,6%. El incremento de la morosidad ha reducido esa provisión de fondos al 109,4%, lo que puede resultar suficiente si la marejada de la coyuntura económica no se convierte en maremoto.
Ya desde mayo del año pasado Caja Duero empezó a tejer la red para la crisis y efectuó un registro de los denominados riesgos subestándar, que no alcanzan la calificación de deudas dudosas pero que superan el riesgo normal. Esos riesgos subestándar se identificaron sobre todo en el sector inmobiliario y conllevaron una provisión de fondos para insolvencias por 51,1 millones que se cubrió con la venta de acciones de Colonial con plusvalías de 47 millones de euros. La operación le salió redonda a la entidad, máxime teniendo en cuenta los problemas que posteriormente ha tenido la citada inmobiliaria.