En mi pueblo cogemos a los más ancianos, los perseguimos por la calle mayor y al final los matamos a pedradas, así ya de paso le ahorramos unos duroa a la seguridad social que hay crisis!
A menudo dicen que es una tradición un poco salvaje e inhumana. Pero, como dicen en Tordecillas, esto es la ignorancia de todos los demás, que no saben apreciar las fiestas nacionales.
Evidentemente, igual que los de Tordecillas, en mi pueblo tampoco estamos equivocados, los equivocados son el resto del mundo.