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El gobierno conservador de Lisboa ha conseguido que la 'Troika' suavice en cinco décimas, del 5% al 4,5%, su meta de consolidación presupuestaria para este año. Según el ministro de Finanzas luso, Vítor Gaspar, este "alivio" de las exigencias del programa de ayuda externa se han conseguido gracias a que Portugal, durante el último año, "ha logrado recuperar la credibilidad y confianza de las instituciones internacionales" gracias a la implementación del programa de ayuda externa con el que "Portugal ha evitado la bancarrota".
Para ello, el ejecutivo de mayoría de derechas no ha dudado en implementar todas las medidas de austeridad exigidas por la 'Troika' en el memorándum de entendimiento firmado en mayo del año pasado. Aún así, durante la quinta revisión del programa de ayuda externa –que la 'Troika' ha finalizado hoy con nota positiva- el gobierno de Lisboa ha tenido que reconocer su fracaso a la hora de cumplir la meta de reducción del déficit.
Según el ministro de Finanzas, "la deterioración del ambiente externo, el aumento del desempleo y la composición del ajuste interno de la economía lusa han aumentado sustancialmente el esfuerzo de consolidación necesario para alcanzar el plazo de equilibrio presupuestario". En otras palabras, Portugal ha conseguido que las instituciones internacionales le den un año más para cumplir la meta de reducción del déficit, pero no le darán más dinero más allá del rescate de 78.000 millones de euros, como ha dejado claro Vítor Gaspar, por lo que Portugal tendrá que volver a financiarse en los mercados en septiembre del próximo año.
Mientras tanto, desde el gobierno luso siguen viendo la manera de seguir reduciendo el gasto público y aumentado los ingresos por la vía de los impuestos para poder cumplir las metas de los próximos años. En concreto, Portugal tendrá que realizar un esfuerzo de ahorro de 4.900 millones de euros el próximo año en comparación con los presupuestos para 2012.
De momento, el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, anunció el viernes pasado un aumento del 7% de las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social, a la par con una reducción del 5,75% de las contribuciones de las empresas, una medida que ha provocado muchas críticas. Por ello, Vítor Gaspar ha tratado de explicar mejor la medida, diciendo que se ha tomado, "después de analizar varios modelos empíricos presentados por la troika y adaptados a la realidad portuguesa".
Con ella, el gobierno luso espera "resultados significativos en el empleo, las exportaciones, las importaciones y las inversiones en un corto plazo de tiempo", dijo Gaspar, repitiendo que una de sus principales preocupaciones es "frenar el aumento del desempleo", que prevén que llegue al 16% durante los próximos meses.
Por otro lado, el ministro de Finanzas luso ha dado algunas pinceladas de las medidas que su gobierno está estudiando para seguir cortando el peso del Estado. En concreto, el próximo jueves, en la reunión semanal del Consejo de Ministros, se decidirá cuáles serán las funciones que serán extinguidas o que dejarán de recibir ayudas del Estado.
También se "ampliará la lista de privatizaciones, teniendo en cuenta la respuesta positiva de las realizadas hasta el momento", ha dicho Gaspar, citando en concreto la venta de la aerolínea portuguesa TAP y la empresa de gestión de aeropuertos ANA, antes de que finalice el año. Para el primer trimestre de 2013 se prevé la privatización de los Correos CTT y de Aguas de Portugal. Además, el ejecutivo estudia la venta de otras empresas públicas el próximo año.
Después de las críticas de los últimos días por parte de los partido de la oposición, que acusaban al gobierno de falta de equidad en la repartición de los sacrificios, el ministro de Finanzas luso ha anunciado hoy medidas que afectan a los más ricos del país. En concreto, se aumentará la tasa a los inmuebles valorados en más de un millón de euros y a algunos bienes de lujo, como embarcaciones de recreo. Los dividendos y las plusvalías se tributarán a un 26,6%.
Pero también hay malas noticias para los pensionistas que a partir del próximo año van a sufrir un corte de ingresos semejante al aplicado a los funcionarios públicos; a partir de los 1.500 euros y de forma progresiva, los jubilados perderán entre un 3,5% y un 10% de sus remuneraciones mensuales. Lo único que de momento se salva de la tijera del gobierno es el IVA, actualmente en el 23%, del que el ministro Gaspar ha dicho que no hay ninguna previsión de aumento.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, reafirmó ayer, lunes, la decisión del Ejecutivo de cumplir con los objetivos de déficit acordados con Bruselas pese a los indicadores macroeconómicos que indican que será muy complicado lograrlo.