La
compra de WhatsApp por parte de Facebook y el posterior trasvase de información personal desde la aplicación de mensajería instantánea a su matriz se ha saldado con una multa de 110 millones de euros. La Comisión Europea ha anunciado hoy la imposición de esta sanción, que tiene sus raíces en 2014. En ese momento las autoridades reguladoras de la Unión Europea fueron informadas de que Facebook "sería incapaz de establecer un emparejamiento fiable automatizado" de los datos personales de ambos servicios.
El año pasado WhatsApp anunció que compartiría dicha información con Facebook,
generando una
polémica considerable y contradiciendo la información facilitada a Bruselas durante la compra.
Es necesario hacer énfasis en que Facebook no ha sido multada por violar la privacidad de los usuarios de WhatsApp (esta cuestión ya está teniendo repercusiones a nivel nacional; en Italia WhatsApp ha sido
multada esta semana con 3 millones de euros), sino por facilitar información engañosa durante el proceso de adquisición de su ahora filial. La investigación abierta por la Comisión Europea tras darse a conocer la nueva política de traspaso de datos ha determinado que la posibilidad de asociar los perfiles de usuarios en uno y otro servicio ya existía en 2014 y que Facebook era consciente de dicha posibilidad a pesar de haber dicho lo contrario.
Según Margrethe Vestager, Comisaria de competencia:
La decisión de hoy envía una clara señal a las compañías de que deben cumplir con todos los aspectos de las normas sobre fusiones de la Unión Europea, incluyendo la obligación de proporcionar información correcta. E impone una multa proporcionada y disusoria a Facebook. La Comisión debe ser capaz de tomar decisiones sobre los efectos que las fusiones pueden tener sobre la competencia con el conocimiento absoluto y preciso de los hechos.
La sanción impuesta a Facebook contempla circunstancias atenuantes como el reconocimiento de la infracción de la normativa europea y su colaboración con las autoridades, incluyendo su renuncia a acceder al expediente y a una vista oral, lo que ha acelerado los trámites. Adoptar una postura beligerante podría haber tenido consecuencias mucho más negativas, como descubrieron en su momento
Microsoft e
Intel.
Fuente: Comisión Europea