la última luz del día

Un día más, volvemos a casa. Hoy el viento es duro y frío. Me abrocho mi abrigo negro y camino dirección al metro. Es noche cerrada ya, y la ténue luz de las farolas apenas me da vida; pienso que si alguna fallase, moriría una vez más, aunque fuese un instante, y a nadie le importaría. Entro en el metro y vuelvo a la vida; desabrocho los botones de mi abrigo y me crezco. Un día más, me cuelo sin que nadie me diga nada.

El vagón está lleno y casi no se me ve; me apoyo discretamente en una pared y descanso. La gente me mira pero nunca me ve. Mira, ahí están los dos de siempre. Yo los llamo Juan y Raquel, porque.. porque... porque nadie me ha dicho lo contrario. Cada día se encuentran aqui, cada uno con su libro del que sólo levantan la mirada para observarse el uno al otro. Pero por dicha del destino no suelen cruzar la mirada; cuando así ocurre, vuelven a refugiar sus ojos en las líneas de un libro, del que durante seis estaciones, no leerán una sola palabra. Raquel soñó anoche con él, y Juan le ha escrito ya varios poemas que nunca le entregará. Quisiera poder decirles lo que yo veo, romper su timidez; pero ésta es mi parada y una vez más, me voy, sin hacer nada...

Al salir, un golpe de frío me obliga a girarme. Me subo el cuello y abrocho mi abrigo largo, el negro, mi favorito. La calle, desierta, huye a mis espaldas impulsada por mis pies. Aunque no camino sólo, así me siento, y lloro al escuchar el poema de mis pasos. De métrica, ritmo y rima perfectos, resuena en mi interior verso a verso, uniéndome con el mundo que no puedo tocar.

Con el fin del silencio empiezo a revivir, con más fuerza de la acostumbrada. El ajetreo de voces y la intensa luz... hoy es Jueves, hay feria en el barrio. Me paro y observo curioso. El ruido es unísono, pero una voz lo rompe, apenas se oye pero yo la siento. - ¡Mecheros a un euro!.- Grita la voz; la voz me lleva a un hombre, cansado, con una vieja cazadora que posiblemente no siempre fue suya. Aquél hombre, con su barba de tres días, tenía algo en común conmigo. Todos nos miran, nadie nos ve. Hubiese querido preguntarle su nombre, pero en lugar de eso, no hago nada, y comienzo a caminar.

Llegamos a casa, el día debe acabar. Paseo por las habitaciones bajo las lámparas que hoy me verán morir. Antes, una vez más, pienso en lo que hoy pude hacer y no hice, las vidas que pude cambiar, los sueños que pude cumplir, aunque no fuesen los míos, porque yo no puedo soñar.Pienso en un hombre sin nombre y en los que tienen vida y no saben vivir; pienso que yo no sé nada, ¿quién pensará en mi?. Sólo soy una sombra que ahora debe morir, con la última luz del día, cuando tú vayas a dormir...
Hola a quien lo lea.

Muy bueno, a mi parecer.

Question:
¿Porqué sabe lo que sueña Raquel y lo que escribe Juan?

¿Habla en plural porque es la sombra y va con la persona que la proyecta?



Un saludo.
Que enorme... sobre todo la colaboración con Demiurgo en el hombre del que no nos sabemos el nombre y tiene barba de tres días... y vende mecheros, supongo que lo habríais hablado (o no) pero me ha parecido impresionante.

El segundo párrafo es magistral, la de veces que me he imaginado parte de la vida de la gente y las cosas que ves cuando observas algo desde fuera; a esos dos te dan ganas de decirles que se sienten juntos y hablen... pero pasa otras muchas veces con otras personas y otras situaciones.


Kerfalegereta... por lo que yo he entendido, no hace falta que sepa si "Raquel" ha soñado con é esta noche o no, tampoco se llama Raquel, es un nombre que el protagonista le ha puesto para poder llamarla de alguna manera, al igual que piensa que ella ha soñado con él esta noche. Aunque también puede ser una apreciación del autor y no del protagonista... pero me decanto más por la primera de las opciones que he dicho, y es que el protagonista ve tantas veces a esos dos individuos que se imagina una vida para ellos.

Sobre el tema de la sombra... creo que es obvio, la sombra se cuela en el metro, las luces le dan vida, si alguna farola se apagase moriría... además, lo dice al final del texto y en plural creo que sólo dice el principio del texto, que puede ser más una forma de usarlo que porque el texto esté en ese modo.
Muy bueno, sí señor!

Difícil encontrarle fallos a tan maravilloso texto... Realmente me ha gustado un montón, incluyendo el ritmo que has puesto (o que he puesto yo cuando leía... amos, que seguro que es mérito mío más que tuyo :D), pese a ser bastante "entrecortado" (amos, que a mi parecer sobran unas comas... pero que estando no molestan a nadie).

Un saludo, Sr.Jarod, y que la fuerza te acompañe.

PD: A qué hora nos vemos hoy?
Señor Jarod. Tremendo. Sí señor, y lo mejor de todo, ¡No hemos hablado nada! Joder, tendríamos que escribir algo juntos, porque menuda lección de compenetración. Se nota que algo nos ha hecho la llegada del frío para que hablemos de cosas parecidas... si no en el contenido, sí en las sensaciones.


Hacía tiempo que no te leía algo tan bueno. Casi desde tu relato en lite arena ;)


En serio, ahora tú, me debes una caña :D
No me creo que no lo hayais hablado :O Qué estupendo joer, ¡¡sublime!! Me ha gustado muchísimo ^^ Felicidades a los dos, que escribís cada día mejor, si cabe [beer]
Pues muchas gracias por venir.
Bueno, por una parte os traigo la verdad, por otra, romperé un poco el encanto creado por los dos textos.
Lo cierto es que no, no hablamos nada, pero la solución es tan simple que me avergüenza. Leí el post de Demi y pensé en hacerle un cameo. "Es por ello", que hice este texto. Y desde aquí sugiero que alguien coja el testigo, y siga enlazando a ver dónde llegamos. Seguro que alguien sabe lo que ha escrito Juan, o cuál era el sueño de Raquel, a ver si nos lo cuenta...

Me alegro que os haya gustado, y siento que no haya sido tan telepático como parecía :)
mmm, intenso sin duda, un relato que que dice muchas mas de lo que aparenta y te hace reflexionar sin darte cuenta. Muy bueno.

P.D y como dicen... se parece mucho al estilo de Demiurgo que cosas.... [fumeta]
7 respuestas