Leerlo con calma, disfrutar con los 3 sentidos...
Se aceptan sugerencias, insultos....
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Capítulo 1Bueno, empecemos pues:
Era un caluroso día de invierno, los copos de nieve caían al son de la música chunda chunda del coche del homo-cani situado al lado de la estación de burros. Mientras, Jastefeine (la hermana mayor reina en el mundo espar...bla bla bla) ojeaba unos libros sobre un tema que desconozco, ya que su escote y su vestido de joven castora me distraía (Y con ésto, me apunto una nueva visión escritora: el semipresente, pero bueno, sigamos....). Jastefeine, que se habiá parado a mirar un libro, se percató de que alguien le miraba, y efectivamente, era así, me descubrió. Pero bueno, después de huir de la policía con ese casco tan cool, me paré otra vez a mirarla, y esta vez ella, gracias a su séptimo sentido, se dio cuenta de que era observada por un ser desconocido (metro 70, ojos claros, pelo con ralla hacia la izquierda), llamado Frederic, que como bien visteis cuando os baja....comprasteis la película, es el baboso asqueroso que intenta iniciar una conversación con frases absurdas del tipo:
- Me encanta ese libro.
- ¿Barbies de colección Edición Especial?
(Dado su aspecto en la película real, quizás este diálogo SÍ tenga sentido).
Sigamos...
- Ehh...ejeje...hola..
- Hola.
- Me llamo Frederic, voy al instituto contigo.
- Ah, ok.
- ¿Qué haces?
- (Una tortilla libanesa...¿no ves que está leyendo tontopelotas?) Ver unos libros.
- Qué interesante.
- Sí. (Quizás algunos no lo sepan por sus razones, pero cuando llegamos a este sinsentido de conversación que desencadena en palabras cortas el significado es claro: Vuelve a la cueva de donde has salido).
En este momento, y con Frederic a punto de invitar a Jastefeine, apareció la niña enana, sí, aquel pigmeo de aspecto de muñeca Famosa, que le salvó del apuro de tener que partirle la cara al baboso.
- ¡Jastefeine, Jastefeine! (Nótese el tono histérico), que Lanro está haciendo una muestra de hormonas (sí, dándose de ostias, no se puede ser fino aquí) .
- Llévame, corre perdigón!
Plaplaspataplastatatatatataapluspalusuy...
(Corriendo, corriendo y chocando, bajando escaleras, a Jastefeine le tocan el culo. Hablando onomatopéyicamente).
Pataplumcapumpataplas
(Patadas, puñetazos...)
Asi es, Lanro se está pegando con dos individuos más, cuyo nombre desconozco y realmente no me importa saberlo.
- ¡Sal de ahí!- Grita Jastefeine asustada ante la tremenda paliza que está recibiendo su hermano negro.
- (Qué coño crees que hago?) ¡No!, ¡les venceré!
A todo ésto, que salta al escenario/cuadrilátero Dimitri, el hermano pequeño, que de un potente salto alcanza los 15 metros y manda el balón al fondo de la red, anotando el 1-0 para el Niupi. Aparte de ésto, también ayudó a su hermano a salir de aquella pelea.
Trás ésto, nuestros intrépidos protagonistas bajaron al metro, como de costumbre, y una vez sentados en esos banquitos, surgió la conversación típica que todo el mundo tiene cuando se sienta en un banco metro:
- ¿No echáis de menos Narnia?- Dijo el pigmeo femenino.
- Ahora que lo dices...(en este momento piensa algo, pero no sé el qué)-añadió Dimitri.
- Ojalá volvieramos, quiero volver a encontrarme con Ashamalan, el león musulmán- Dijo finalmente el pigmeo.
En ese mismo momento, en el que la niña dijo aquellas palabras, todo empezó a girar y a girar cual torbellino tras darle a la cadena llevándose esos restos nuestros.
Sabían lo que sucedía: El autor había fumado demasiada maria. Y también se transportarían a Esparnia.
Capítulo 2Antes de todo...
ATENCIÓN EBRIO LECTOR
Para los -valientes- que hayan leído el libro o hayan visto la película, os habréis dado cuenta de que me salté la parte del príncipe Castrin, su tío y la aparición de David el Gnomo y su compañero comadreja/urón lo que fuera ese bicho.
Pues bien, voy a hacer un gran flashback y vamos a ponernos en el comienzo de la historia (si queréis podéis poner un filtro blanco-negro para darle un tono más acorde.
A ver como enfocamos ésto...
- Yaaaaaaaaaaaaghhhhhh
- Empuje señora, empuje, ya casi le veo un dedo.
- Qué crees que hago comadrona inútil....iiiiaaaaaaaaaaaaaaaa.
- ¡Ya está señora! Es un horrendo y feo niño.
- Bien, lleva los rasgos de su padre.
Pasamo de todo ésto que ya poco nos importa, y nos situamos en la habitación del padre, lo que viene siendo el tío de Castrín:
- Señor, ha sido un horrendo niño.
- Los cielos nos han maldecido.
- ¿Seguimos con el plan?
- Sí Odoberto.
Y nos volvemos a mover, con lo que el cámara sufre 3 paradas cardiorespiratorias de tanto subir y bajar escaleras, esconderse de las personas a las que está enfocando y sobre todo por ver al niño nacido.
Ahora estamos en la habitación de Castrin, donde las muñecas de Famosa, las Barbies y demás objetos típicos de un niño de está edad están presentes.
Iniciamos conversación:
RexhUulakOoOH cAaStRiIn-Ke gUaPpa EsTuvOo la CaCEeRia. TtQ BalLLeStERoOS dice:
¿Para qué me das un toque mago?
Mago- Busco rata para experimentos y lo que surja dice:
Tu tía ha dado a luz a un horrendo barón.
RexhUulakOoOH cAaStRiIn-Ke gUaPpa EsTuvOo la CaCEeRia. TtQ BalLLeStERoOS dice:
La ostia, ¿se me acabó el chupar del bote?
Mago- Busco rata para experimentos y lo que surja dice:
Exacto, debes huir a los bosques donde por la noche todo es oscuro.
Así es como el príncipe Castrin volvió a meterse en el armario, y huyó hasta la parte delantera del castillo sin ser visto por nadie, que ya es casualidad.
(Aplicarle a Castrin una voz cercana al pitufo)
- Antes de todo, coge esta Pokeball, y abrela sólo cuando estés en peligro o te ataquen testigos de Jehová
- Como quieras.
- Ahora, coge este pony, cabalga sobre él como tu solo sabes.
- Te dije que lo nuestro no puede ser...
- ¡Nunca te comprenderé!
En ese mismo momento, y para evitarse el último beso con su maestro, Castrín salío cabalgando por la puerta, con total libertad, ya que los únicos soldados que vigilaban comenzaron a descojonarse al verle en pijama y montado sobre un pony.
Rataplasrataplasrataplas aaa rataplasrataplas.fadfaf.. x2
(Cabalgando hacia el bosque, cabalgando, pisando a una rata, cabalgando, me cai de la silla y le di a teclas aleatorias)
Ese x2 también se aplica a los caballeros que le siguen.
Castrin se adentra en el bosque oscuro, y los caballeros (novedad) se quedan parados ante aquel sangriento bosque (¿Quién no ha sido herido alguna vez por un ataque de piña lanzada mal intencionadamente por un pino?)
- ¿¡No creeréis en esas tonterías!? Abro paréntesis. Si no pasan, serán por que creen en ellas, digo yo eh, tampoco me hagas mucho caso...
Dilo....dilo....dilo....
-Señor, ese bosque...está maldito.
- ¡¡Quien no pase será atado y obligado a ver todas las entregas de Gran Hermano repetidas y seguidas veces!!
Antes de pronunciar "Her" la mayor parte del ejército ya se había adentrado en el bosque.
Y volvemos a lo onomatopéyico
patapataplasplaspataplasplas...ZAS! EN TODA LA BOCA
(Castrin cabalga, se cree que les ha despistado y ZAS! por confiado, se come un árbol)
Tras ésto es recogido por una comadreja/urón de nombre desconocido y una copia de gim...un enano original de Narnia y llevado a su mini-casa.
Al despertar el príncipe, se encontró trastornado al ver que estaba en una mini-cama, con su mini-lámpara de mini-noche, y con todas sus cosas mini. También pudo trastornarle un poco el ostión que se dió contra el arból.
Tras ver donde se encontraba, el príncipe Castrin fue apresuradamente hacia la mini-puerta que se encontraba pasando el mini-salón y el mini-spa. Pero por el camino, como quien no quiere la cosa, observó que los inquilinos eran la comadreja/urón y el enano, que aún no tiene nombre.
- Vosotros...¡sois esparnianos! (Otra cosa no, pero espabilado era un rato).
- Bueno, en realidad yo soy de Guadix, pero tengo una casita de campo aquí.
- Pero...¡Si fuisteis masacrados por mis parientes! -Esta acción fue precedida por una merecida ostia de la comadreja- (Moraleja: No mientes a la gente que masacraste en el lugar de sus parientes)
- Te equivocas, seguimos vivos.
- Debo irme, tengo que recuperar el reino de....el reino. (Ahora entran las dudas de quién es realmente el príncipe Castrin, si Castrin o Chuck)
Bla bla bla bla bla bla
Y Castrin sale por la mini-puerta de la mini-casa. Y por pura casualidad que se encuentra allí mismo a los caballeros del reino sin nombre, que sin un mero aviso para hacerlo más interesante, empiezan a lanzar flechas a Castrin sin acertar ni una puta flecha, pero ni una, parece ser que aparte de pasar por el bosque también habían pasado por un club de carretera e iban mamadísimos.
Pero bueno, Castrin tenía que dar la nota y recordando las palabras de su maestro "te quiero", abre la pokeball y la acción se queda justo aquí, bueno, aquí no, se queda en el primer capítulo.