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Panex escribió:Le he echado un ojo al .pdf de adelanto. A primer vista me han cantado un par de cosas:
En las 2 primeras páginas leo:
13 veces el nombre de Bakorft.
8 veces el nombre de Kurgul
Me parece un pelín exagerado usar tanta repetición, termina por chocar a la vista pudiendo referirse a los personajes de otras maneras.
Luego, en el prólogo, en el segundo parrafo, la frase tiene 6 líneas. Para el lector es más sencillo que haya puntos, para parar situarse y continuar.
Espero no te molesten las críticas y recibe mi enhorabuena por la publicación, no es algo que se consiga de manera gratuita.
Un saludo.
Panex escribió:Si, la web esta curiosa, y mas con la posibilidad de leer un poco de la historia y asi.
Sobre lo que has comentado de los capitulos, y ya que has explicado antes, voy a exprimirte un poco mas. Cuenta un poco como has desarrollado el libro. Tenias una idea de antemano y la has ido desarrolando? tenias pensados las personalidades de los personajes? Como te has documentado para crear un mundo irreal? Cosas asi interesantes que pueden interesar a mucha gente.
Saludos.
charlesdegaule escribió:¿El título no es muy parecido a las crónicas de Narnia?.
Max_Power escribió:charlesdegaule escribió:¿El título no es muy parecido a las crónicas de Narnia?.
lo mismo he pensado yo, podría ser el título de una obra que trataría la obra original desde un punto de vista bromista y con sorna
Reseña:
Por por Victor M. Yeste el 14:55:18 23/02/2011
El autor Javier de Andrés Aranzábal se estrena en el mundo de la literatura con “La Leyenda de las Espadas (Libro I)”, primer libro de la saga “Las Crónicas de Thambia”. Mezclando el género de la fantasía épica con misterio y mucha acción, nos presenta el mundo de Thambia, su mitología y sus costumbres.
Se trata de un mundo cuya base es bastante interesante, pero su mejor cualidad es, sin duda, que tiene todavía mucho más que ofrecer. No sería la primera vez que, entre otras cosas debido a la poca experiencia de su autor, un libro se quedara corto en detalles y se limitara a ciertos lugares y ciertos personajes para explicar la historia.
Thambia, en cambio, nos ofrece una historia, al parecer, muy completa, variopinta y con mucho pasado y, esperemos, mucho futuro.
Lo realmente curioso es que Aranzábal ha optado por ser de los primeros en una avanzadilla de autores en seguir los pasos de George R.R. Martin al dejar que el protagonismo se reparta entre una serie de personajes situados en lugares muy dispares.
Y he ahí las fuerzas y flaquezas de este texto.
El hilo más principal de todos (el de Xian, Cauros y Yuria) pierde brillo tras la partida de los dos primeros de Kablin, y el resto de sus aventuras más bien parecen una excusa para profundizar en los personajes antes de la batalla final.
Los capítulos dedicados a la malvada Ludianne, la Dama Negra, por otra parte, ofrecen la posibilidad de dar el punto de vista del bando contrario, lo cual siempre es muy interesante. Aunque tampoco es que aporte demasiado salvo para dar cuenta de los movimientos del enemigo, es muy necesario para tener una visión global de la acción, tal y como hace Martin en “Canción de Hielo y Fuego”.
Pero todas las comparaciones son malas, puesto que éste no se deja tentar por diferenciar entre el bien y el mal, mientras que “Las Crónicas de Thambia” tiene una visión mucho más clásica a la hora de la lucha entre ambos, algo que a muchos siempre les atraerá más.
Siguiendo la descripción de los diferentes hilos argumentales, el perteneciente al mago Saigan y Tine tiene pocos capítulos pero es bastante intenso y emocionante, especialmente cierta incursión en busca de una reliquia muy importante para el devenir de Thambia.
Por último, están los capítulos de Mutembo y los acritos. Bien podrían pertenecer a otro libro, porque, en mi opinión, están muy por encima del resto. Con un argumento muy atrayente, intrigas, estrategia, acción y muchísimo fondo, Mutembo se ganará el corazón del lector casi desde la primera página en la que aparece.
Aranzábal tuvo un gran acierto al introducir al heredero acrito y su pueblo en la historia, porque con ello consiguió, sin duda, subir mucho la calidad de la obra en general. Esto se debe a que, mientras el resto de capítulos son meros episodios de aventura épica juvenil, las aventuras de Mutembo y sus cruces con la Dama Negra siguen más el estilo que tanto buscamos los aficionados de, de nuevo, “Canción de Hielo y Fuego”.
Quizá es por eso que las aventuras de los demás adolescentes quedan eclipsadas ante acontecimientos tan importantes como la caída de un imperio y guerras entre ejércitos, así como el resentimiento entre pueblos vecinos.
Pero no creáis que el resto de personajes no valen la pena, pues cada uno tiene su personalidad y, aunque no tan profundos como Mutembo, consiguen ganarse el cariño del lector.
Como último apunte, señalar que al principio se pueden apreciar varias faltas de ortografía y cierta discordancia en el ritmo de la narración debido al eventual mal uso de los signos de puntuación. Esto, quizá, es debido más a la falta de una edición más exhaustiva que culpa del propio autor. Pero no es motivo de preocupación, porque conforme avanza el texto, estos problemas van desapareciendo.
Lo mismo ocurre con el mapa de Thambia que aparece al principio, pues, según tengo entendido, el propósito de éste era el de ser un simple boceto para un mapa más completo y cuidado.
Sin embargo, resulta bastante… simplista, aunque es mejor eso que nada. Esperemos que la segunda entrega de esta saga presente uno mejor e incluya, además, aquellos lugares que no se mencionaron en “La Leyenda de las Espadas”, pero que sin duda aparecerán en la secuela.
Calificación: 3 Estrellas y media