- Las Guerras Chivatianas - Episodio I

Consideraciones preliminares:

Esta recopilacion de relatos cortos tiene por titulo - Las Guerras Chivatianas - y tratan sobre las aventuras de un joven aprendiz de vago y su duro camino en un universo en el que los buenos lo llevan claro.
Estos relatos están basados en hechos reales, acaecidos cada dia en cualquier oficina de las que estan llenas de tiburones, trepas, pelotas, jefecillos inútiles y compañeros chivatos. Osea, en la mia.
Antes de nada tengo que decir que estan escritos en horas en las que supuestamente debería estar trabajando, por lo que no cabe ninguna duda de que tiene el sello de calidad y certificado de autenticidad del CEV, no me dejarán postear, pero que no se piensen por eso que voy a trabajar.
Por este mismo motivo es muy posible que el ritmo no sea muy bueno, que algunas frases parezcan inconexas, que tenga algunos fallos ortográficos y que abunden las redundancias, asique no seais demasiado críticos.
Los que no sepan lo que es el CEV andarán un poco perdidos, posiblemente los demas tambien, pero eso tiene peor solución, asique me conformo con aclararle un poco las cosas a los primeros.
Las siglas del CEV corresponden a Club de Eolianos Vagueando, osea que se compne de todos los que posteamos en vez estar haciendo lo que deberiamos (trabajar, estudiar, planchar.. lo que sea) y hay un hilo en el que nos juntamos todos (o los que podemos) en El Rincon del Eoliano (por si quieres echarle un vistazo).
Todos los adscritos al CEV hemos jurado vaguear siempre que podamos y nuestro grito de guerra es el archiconocido “ATOMAPOCULOOO!!”.
Con las cosas un poco mas claras ya puedes empezar a leer los relatos. O no, tu mismo.


EPISODIO I - La Amenaza Chivata. (El nacimiento del maligno)

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy lejana vivia un ingenioso hidalgo.. estoo.. perdón.. creo que me he liao.. empezamos otra vez.

Hace no mucho tiempo, en una oficina muy cercana vivia un grupúsculo de personajes aparentemente normales de los que nadie sospechaba que fuesen las verdaderas fuerzas del mal. Guiadas por su lider, la temible Putachivata, hacían una vida normal, incluso admirable para el estilo de vida Ceviano. Llegaban tarde, tomaban cuantos cafeses fuese necesario para perder media mañana, alargaban la hora del bocadillo, siempre que habia exceso de trabajo tenian que ir al médico.. en fin, un ejemplo para todos los Cevianos.
Nuestro joven protagonista, Obi Wako Ke No Vé, deslumbrado por ese derroche de buenvivir, enseguida tomó como propias sus costumbres. La verdad es que no le costó demasiado adaptarse al estilo de vida de Putachivata, un largo entrenamiento como miembro del CEV le había allanado el camino, y pronto era (o más bien parecía) uno más. Estaba plenamente integrado en las filas de quien se convertiría en su acerrimo enemigo.
Como ya sabemos, en casa del pobre la felicidad dura poco. El camino de rosas que hasta ese momento eran las mañanas se fue convirtiendo en el mismo camino de rosas, pero esta vez de la parte del palo, donde estan las espinas. Obi Wako Que No Vé (en adelante le llamaremos simplente Wako, para abreviar) fue poco a poco distanciandose, sin el pretenderlo, del grupo de Putachivata (pensaba en llamarla simplemente Puta, para abreviar, pero me dice mi editor que nos traeria problemas con la censura).
Lo que hasta esos dias habia sido buen rollo, amabilidad, bromas, incluso un interes personal, se fue convirtiendo en distanciamiento, miradas de reproche vaya usted a saber por que, corrillos con el resto de personajes excluyendo a Wako, y una serie de argucias en las que Putachivata se mostraría como una envidiable maestra.
Wako se estaba dando cuenta de que el mal oculto empezaba a aflorar. Todos sabemos que lo que hace a una persona abandonar el camino de la fuerza es el miedo (“el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al lado oscuro”) y no era otra cosa sino miedo a que Wako le quitase el trono a Putachivata lo que desató todo, porque esta fea es un rato, pero de tonta no tiene un pelo, y ya se habia dado cuenta de que las habilidades del joven padajuan en las artes Cevianas eran incluso superiores a las suyas propias. Ella no lo iba a permitir sin luchar.
Wako se habia ganado en poco tiempo el favor del Consejo Gil (gil de gilipollas, no de atlético, los que mandan en el cotarro) puesto que combinaba una capacidad pasmosa para poner en práctica todo su Cevismo con una no menos sorprendente habilidad para tener engañado al Consejo Gil, habilidad de la que carecía la mismísima Putachivata.
Pero esta no se iba a rendir a las primeras de cambio, tenía guardada alguna que otra sorpresa, ademas de contar con el favor de Los Mamones, unos seres humanoides de inteligencia sensiblemente inferior, o directamente sin inteligencia, facilmente manipulables y que, aunque de uno en uno son completamente inofensivos, en grupo tienen un cierto peso político (alguno de ellos, tambien se pasa en el peso físico).
Los meses pasaban, la convivencia era cada dia mas tensa, las luchas se sucedían dia tras otro, llegados a este punto el objetivo pimordial era claramente ganarse el favor del Consejo Gil, cada uno con sus tacticas. El joven Wako con sus engaños (engaños perfectamente especificados en el libro de estilo del CEV, por lo tanto, engaños legales) y Putachivata con una maniobra que a punto está de dar al traste con la vida del padajuan. En una jugada maestra y perfectamente madurada conocida posteriormente como "El Gran Chivatazo" acudio a El Consejo para convencerles de que Wako no era lo que parecia ser, que era un inflitrado de las fuerzas del CEV y que recibia su fuerza y sabiduría a traves de unos reflejos verdes y naranjas que emanaban de su monitor. El Consejo no pudo constatar que eso fuese cierto, no obstante, tomó precauciones ante la insistencia de Putachivata y su horda de secuaces (Los Mamones) e intentaron cortar cualquier comunicacion del padajuan con el exterior. Afortunadamente, la habilidad de El Consejo en esas labores es directamente proporcional a su inteligencia, y nuestro protagonista pudo librar con poca dificultad las barreras de seguridad impuestas por estos.
Putachivata habia fallado en sus dos objetivos principales, que Wako dejase de recibir la fuerza necesaria del CEV y que El Consejo estuviese en contra de este.
La Suerte, una fuerza determinante en las victorias cevianas, estaba del lado de Wako, algo con lo que Putachivata no contaba.
De todas formas, nuestro padajuan es bueno, pero no es gilipollas y no iba a dejar que Putachivata se quedase sin pelea. Ella habia desencadenado la guerra, habia liberado el mal. Las consecuencias serán terribles.


No te pierdas el Episodio II: El ataque de los Mamones, proximamente en los mejores monitores.