Yo es que últimamente los anuncios no los soporto, se han vuelto unos manipuladores emocionales de cuidado, creo que este anuncio es de los pocos que habré visto sin que haya (a simple vista) manipulación emocional.
Por ejemplo, el anuncio de "Campofrío" de Fofito me pone de bastante mala hostia, sobre todo por ver a los miembros de la SGAE cobrando por hacer lo de siempre, no hacer nada y llorar.
Y el de Gila ya me da vergüenza ajena.
El mundo de la publicidad se ha vuelto bastante asqueroso.