A parte de la vulnerabilidad de macOS High Sierra, Apple se lució ayer con iOS 11.1.2 y anteriores (la más reciente ayer), y es que cuando el reloj marcaba algo más de las 12:35 del 2 de diciembre de 2017 (de nuevo ayer, vaya), los iPhone e iPad empezaban a reiniciarse incluso a veces en bucle si usabas aplicaciones que usaban notificaciones locales (por ejemplo las del Clash Royale, que si no juegas durante mucho tiempo el mismo juego te anima y tal).
Solución? Sacaron iOS 11.2 a último momento y a prisas, que en ese momento iba por la beta 5 (la beta 6 la sacaron apenas unas horas antes de la final en un intento de hacerla Golden Master). Una beta como versión final, que al menos en mi 5S incluso tiene artifacts o animaciones con a penas un par de cuadros donde el fondo no se desenfoca y demás. Una descarga de 1,86GB que sólo se puede hacer por Wi-Fi, y que necesita al menos un 50% de batería y una media de 40 minutos para instalar al menos en un iPhone 5S y en un iPhone 6 Plus. De paso, el lag del teclado sigue sin arreglar, que dicho sea de paso afecta incluso a los iPhone 6S (aunque en estos es raro que pase... sólo una web algo pesada si eso).
¡Qué bien lo está haciendo Apple! En a penas un puñado de años de total tranquilidad y un software increíblemente estable y de calidad, a pensárselo 4 veces antes de actualizar como si firmases un contrato con el diablo, y errores como el de high sierra e ios 11.1.2 que sólo serían capaces de hacer un puñado de principiantes en un garaje. El sistema y red informática penal y demás de España seguro que funciona mejor últimamente que esto.