Intel ha publicado los resultados fiscales correspondientes al primer trimestre de 2020 (
PDF), y hay sorpresas. A diferencia de otras empresas, el gigante de los procesadores no solo no sintió de forma negativa el impacto de la pandemia, sino que ha sabido rentabilizarlo con un gran número de ventas para centros de datos y, de forma aún más destacable, devolviendo el lustre a su división de procesadores para equipos de consumo.
Durante los tres primeros meses del año Intel declaró unos ingresos brutos de 19.800 millones de dólares, que dejaron un beneficio de 5.700 millones. Esto supone un alza del 23 % con respecto al
mismo periodo de 2019. Si se compara con el último trimestre del año pasado (ingresos de 20.200 millones y beneficios de 6.900 millones), ganó un poco menos, pero normalmente los arranques de año son un poco más débiles que los cierres.
Por sectores, el Data Center Group registró un alza considerable, alcanzando unas ventas de 7.000 millones de dólares en hardware y servicios frente a los 4.900 millones del primer trimestre de 2019. Según Intel, es un resultado aún mejor de lo esperado y que debería continuar durante el segundo trimestre e incluso el resto de 2020.
También es destacable el rendimiento de la división Client Computing Group, que agrupa los productos para ordenadores personales. Sus ingresos fueron de 9.800 millones de dólares, lo que supone un alza interanual del 14 %. Se trata de un dato muy notable, puesto que últimamente este departamento tenía unas cifras bastante planas.
Intel daba por hecho que el lanzamiento de nuevos equipos impulsaría sus cifras, pero según ha declarado el siempre
locuaz jefe de finanzas de la compañía, ha sido el auge del teletrabajo el que realmente ha encendido la mecha, con un crecimiento del 20 % en las ventas de hardware para portátiles.
Aunque Intel espera que las ventas de equipos para la nube sean fuertes durante los próximos meses, los efectos de la COVID-19 hacen que sea difícil predecir las tendencias del mercado, en particular cualquier movimiento relacionado con equipos de consumo. En consecuencia, la compañía no ha querido proporcionar su previsión global para 2020 (algo que no parece haber gustado en las horas anteriores a la apertura de la bolsa).
Sea como sea, Intel ha confirmado durante su conferencia con los analistas que los
chips Tiger Lake llegarán a mediados de 2020, manifestando su intención de tener el doble de procesadores en inventario que con Ice Lake para evitar problemas de suministro.
Fuente: ZDNet