Odalin escribió:lobodemar escribió:No intento trollear. Sé que empecé con mal pie con mi primera encuesta (tampoco sabía hasta qué punto se toleran ciertas cosas en este foro, ahora lo sé y me ajustaré a ello). La pregunta en este caso es "sencilla", y en el grueso del texto hay conglomeradas varias formas de hacerle frente. Si se considera que no tienen sentido o que son incongruentes, animo a que se cree una línea de debate al respecto. Quería debatir sobre ello, nada más.
¿Dónde están los "métodos" para hacerle frente? ¿Y hacerle frente a qué exactamente? Porque en el texto no llegas tampoco a ninguna conclusión, sólo lanzas muchas preguntas.
¿Cuál es tu opinión?
Verás, existen varias formas de afrontar la vida, todas ellas ha sido enumeradas muchas veces, pero me gusta el planteamiento de Tolstoi al respecto. Hay una vieja fábula oriental que nos habla del sentido de la vida y de la muerte inminente que deja de manifiesto, como poco, tres formas de afrontar la existencia: la del ignorante, la del hedonista y la del amargado. Generalmente las personas suelen estar incluidas en las dos primeras.
Cuenta la historia de un viajero que se cruza en un yermo con una bestia feroz. Para salvar su vida de las garras de la bestia el viajero decide saltar al fondo de un pozo, mas en el fondo hay un dragón famélico que espera su caída con la boca abierta; el viajero, sin embargo, logra agarrarse a una rama que brota de entre los ladrillos del pozo, pero esa rama, así mismo, comienza a ceder poco a poco por su peso. Si sale del pozo será devorado por la bestia, si por contra se queda sujeto a la rama terminará cediendo y caerá a las fauces del dragón. No quiere morir, así que se agarra con todas sus fuerzas, mas el cansancio se presenta en sus brazos y empieza a ceder de nuevo, pero no desiste, y se aferra, en un último intento de desesperación, a una vida que no está dispuesto a perder, y así consigue aguantar colgado. Pero entonces aparecen dos ratones, uno negro y otro blanco, que comienzan a roer la rama. Y lo sabe: su muerte es inevitable. Busca a su alrededor y ve, sobre las ramas, gotas de miel que lame, que le embriagan y le hacen olvidar a la bestia feroz, al dragón y a los ratones. Entonces vive, pero engañado, incapaz de aceptar que puede morir en cualquier momento. Una vez comprende, sin embargo, que su muerte es inminente, la miel, los narcóticos de la vida como el ocio, el trabajo y la droga, se vuelven amargos y dejan de surtir su efecto. Tolstoi se corresponde con este último: un ser humano tan desencantado que es del todo incapaz de encontrarle algún sentido a la vida. De ahí su famosa frase "La vida es una broma de mal gusto que alguien nos ha gastado".
1º Están las personas que no se da cuenta de que la vida no tiene sentido. Viven, sin más, cegados por la rutina diaria. Su forma de afrontar la existencia es no siendo conscientes de su sin sentido.
2º Están las personas que siendo conscientes de que la vida no tiene sentido y siendo incapaces de encontrarle uno, encuentran consuelo en la "miel", en cosas dulces, como puede ser el ocio, el alcohol, el sexo, etc. Es la vida de un hedonista sujeto al placer para olvidar el dolor inevitable de su final.
3º Están aquellos a los que la miel no les surte ningún efecto, y buscan desesperados una respuesta sin encontrarla hasta que, finalmente, se dan cuenta de que ésta no existe y de que no tiene, por tanto, sentido seguir viviendo. En este caso existen dos posibilidades: o bien se suicida o bien es incapaz de hacerlo y vive amargado.
En última instancia, sin embargo, existe un último tipo de persona: aquellos que le han encontrado sentido a la vida. Puede ser algo muy relativo. Las personas hedonistas, por ejemplo, pueden argumentar que el único sentido de la vida es disfrutar de lo bueno hasta desfallecer. Otras personas, sin embargo, encontrarán el sentido de su vida en otras cosas, como por ejemplo, su novia, su familia, un amigo, etc. Supongamos que, por ejemplo, eres padre de familia y quieres sacar adelante a tus hijos, el sentido de tu vida recaerá en conseguir que esa meta se haga realidad.
Hay personas, sin embargo, a las que todo esto les huele un poco mal. El sentido de estas vidas es relativo, como ya he dicho en mi post inicial, y se reduce únicamente a un solo individuo. Una vez esas personas mueran sus acciones habrán tenido tanta trascendencia en el mundo como la ha podido tener una piedra. Hay personas que necesitan más: necesitan que su posición en el universo sea relevante para el universo. A este respecto pueden surgir múltiples religiones, que enfocadas de una forma u otra, le dan cierto sentido a la existencia humana dentro del universo, no siendo equiparables, por tanto, a una piedra. Otros, por su parte, se aferran a la evolución de la humanidad y a su perpetuación como especie, pensando que actuando de tal forma colaboran con su desarrollo y que, por tanto, sus acciones no caerán en saco roto (siendo equiparables a una piedra).
Se puede argumentar, sin embargo, que dentro de cienmil años no existirá humanidad como tal, que estaremos todos tarde o temprano extinguidos, y que ni siquiera colaborar con el desarrollo de la humanidad, sea al nivel que sea, tiene sentido.
Todas estas respuestas están resumidas a modo de preguntas en mi primera réplica, y pueden dejar de manifiesto ciertas inquietudes. Si me preguntas por mi contestación a la pregunta: no creo que la haya. Puedes definirme, por tanto, como una persona amargada. En cualquier caso, me habría parecido interesante ver las respuestas que puedan dar los usuarios de este foro. No es la primera vez que planteo la pregunta en Internet y en ciertas ocasiones ha sido bastante ilustrativo ver las respuestas de la gente. es una pena que, sin embargo, la pregunta no haya generado ningún tipo de inquietud, supongo que muchos de aquí estáis includías en el primer tipo de personas.