Le implantan un pie en la ingle mientras cura la herida

José de la Cruz recuperará su pie derecho gracias a la intervención del doctor Cavadas. La odisea de este joven de 20 años comenzó el 4 de octubre, cuando la cinta transportadora de la bodega donde trabajaba le arrancó de cuajo la extremidad por encima del tobillo. Para reconstruirla, ha sido necesario que permanezca conectada a la ingle izquierda durante casi una semana y al tobillo durante 21 días, después de que el primer intento de colocarla en el muñón derecho fracasara por una fuerte infección.

El destrozo que le causó la cinta fue enorme y dejó una herida "muy sucia", tal y como relató el cirujano a la agencia Efe. Esta situación hizo imposible que se le reimplantara el pie directamente sin que una infección hiciera inviable la operación. El objetivo de optar por un reimplante ectópico (en una zona extraña) era permitir que la herida mejorara antes de la operación final, que se realizó el día 10 en el hospital Virgen del Consuelo de Valencia.

"El resultado debe ser mejor que con una prótesis. El paciente podrá recuperar la sensibilidad de la planta del pie, en principio no sufrirá dolores excesivos y tendrá algo de movilidad en el tobillo. Esto ya supone que el resultado sea mejor que con una prótesis", explicó Cavadas a LAS PROVINCIAS. Se trata de una intervención parecida a la que practicó en 2004 a Israel Sarrió, que tuvo su brazo amputado conectado durante nueve días a la pierna.

Cavadas recibió al paciente el 4 de octubre, el mismo día en que José sufrió el accidente laboral. Ante el riesgo de complicaciones y de la pérdida definitiva del pie, decidió el reimplante de la extremidad amputada en la ingle de la pierna izquierda hasta que el muñón quedara limpio.

El 10 de octubre se transfirió el pie derecho desde la ingle al muñón, que aparentemente ya estaba limpio, aunque durante el postoperatorio surgieron complicaciones que obligaron a realizar varias microcirugías complejas. Once días después, el 21, y ante una infección incontrolable de la herida que ocasionó que la circulación no llegara al pie derecho, Cavadas optó por un nuevo reimplante, esta vez en el tobillo de la extremidad sana. Así pudo controlar la infección y restablecer la circulación en el pie.


Segundo intento
El 10 de noviembre se transfirió por segunda vez la extremidad seccionada al muñón, y la intervención transcurrió sin complicaciones.

Según Cavadas, el paciente permanece hospitalizado, "estable y encantado", y ha sufrido un acortamiento del esqueleto de la pierna de aproximadamente doce centímetros. Dentro de un mes se someterá a otra intervención para corregir el problema mediante el alargamiento de la tibia.

Cavadas destacó que se trata de un caso "único", porque "suele darse por perdida la situación mucho antes" del trasplante ectópico.

Trasladar la extremidad a una zona extraña permite dar más tiempo al muñón para que mejore la herida. Según apuntó el doctor, la finalidad de esta operación es mantener el riego sanguíneo en el pie mientras se "limpia" la herida. Además, comentó que los reimplantes ectópicos de urgencia son "muy infrecuentes", y se han descrito en la literatura "muy pocos casos".

El cirujano añadió que se trata de un accidente laboral en el que ha sido necesario un tratamiento "extremadamente complejo y significativamente caro para proporcionar el mejor resultado posible a un paciente joven". Además, quiso destacar que la mutua laboral Umivale, a la que pertenece el joven intervenido, "ha antepuesto claramente la calidad de atención a sus pacientes a los criterios de ahorro económico a ultranza, y no escatima en el tratamiento de sus asegurados. Esto también es singular", sentenció.