Necesitaba sexo y recurrió a los servicios de una prostituta, pero ella se puso a llorar. "No sabía qué hacer. No estaba preparada". La experiencia vivida hace veinte años traumatizó a Jaume Girbau, en silla de ruedas desde niño por una malformación congénita. Ahí fue cuando Girbau, "impactado", empezó a preguntarse por qué no había personas sensibilizadas con los discapacitados e interesadas en el sexo.
Hoy Girbau es el motor de Sex Asitent Cataluña —grupo formado por discapacitados, sexólogos, orientadores y terapeutas— que ha abierto en España el debate sobre la legitimación de la figura del asistente sexual. "Pensamos que sería interesante que hubiera personas formadas en atención a gente con diversidad funcional, ya sea directamente mediante caricias, abrazos, masaje sensual, exploración del cuerpo, juegos o falcilitando el sexo a las parejas que necesiten asistencia", explica Girbau. El grupo catalán que él impulsa sigue una corriente de defensa del derecho a la sexualidad de los discapacitados que recorre Europa de norte a sur desde hace unos años. El servicio de asistentes sexuales es legal en países como Alemania, Suiza, Holanda, Dinamarca. Algunos lo sufragan con fondos públicos. Francia está inmersa en pleno debate. Es consecuencia "en parte", concede Girbau, del impacto que tuvo la película americana 'Las sesiones' (2012), en la que Helen Hunt interpreta a una terapeuta que asiste sexualmente a un discapacitado virgen a los 38 años.
Además de abrir el debate sobre el doble tabú de la sexualidad y la discapacidad, en Sex Asistent Cataluña se han puesto manos a la obra y confeccionan el material didáctico para formar asistentes sexuales. "Demanda hay", explica Girbau, "se han acercado a nosotros profesionales del sexo interesados en recibir dicha formación". Cuentan que estos días mantienen contactos con diversas universidades españolas en busca de una titulación oficial para su instrucción. Las bases del temario serían, "aprender a tratar a una persona con discapacidad, qué discapacidades hay, y cuáles son las vías para ayudarlos a vivir una sexualidad rica", dice Girbau. Sex Asistent busca una universidad que de titulación oficial a la formación de asistentes sexuales La asociación Aspaym (de lesionados medulares y grandes discapacitados físicos) organizó en mayo en Barcelona unas jornadas para apoyar publicamente la reivindicación del asistente sexual. La presidenta de Aspaym Cataluña, Patricia Carmona, ve necesario legitimar una figura que podría ayudar a muchos discapacitados a acceder a su derecho a la sexualidad. Porque, recuerda, "una sexualidad no bien resuelta trae problemas de conducta, como bien saben los trabajadores de los centros ocupacionales o los padres, que son en muchas ocasiones los que tienen que masturbar a sus hijos. ¿No sería mejor que lo hiciera un profesional".
En mi opinión me parece perfecto esta iniciativa en benificio de unas necesidades básicas para gente discapacitada, pero también opino que ya va siendo hora de que se legalice la prostitución en general, porque también hay personas que no tienen facilidad para acceder a una vida sexual plena.