A finales de agosto LG anunció el
OLED Flex, autoproclamado como el primer televisor OLED flexible del mundo. Al menos si ignoramos el enrollable
Signature OLED R, también flexible, aunque tal vez no igual de visible. Tres meses después llega oficialmente a España, planteándose como una posible alternativa para los jugadores que buscan una pantalla de tamaño generoso (ciertamente más que el típico monitor) pero sin perder la sintonización de canales TDT ni el uso de aplicaciones Smart TV.
El LG OLED Flex posee un panel OLED evo de resolución 4K y un tamaño de 42 pulgadas, proporcionando refresco adaptativo a hasta 120 Hz compatible con G-Sync y FreeSync Premium Pro. El tiempo de respuesta es bajísimo, como es típico de la tecnología OLED, con solo 0,1 ms, mientras que la latencia es según LG inferior a 12 ms.
Dependiendo de las necesidades del usuario, puede configurarse totalmente plano o curvarse en 20 niveles utilizando un sistema motorizado, alcanzando una curvatura máxima de 900R.
Otros detalles destacables de este televisor son el sistema de iluminación integrado, con cinco modos y capacidad para sincronizarlo con el sonido; la presencia de unos altavoces de 40 W con una calidad supuestamente razonable; y el uso de un micrófono integrado para evitar la conexión de otro periférico.
Hablando precisamente de puertos, el LG OLED Flex posee un conmutador para conectar hasta cuatro periféricos USB directamente a la pantalla en lugar de la torre. También hay cuatro entradas HDMI 2.1, pero hay conexión alguna de tipo DisplayPort.
Según ha comunicado LG España, su nuevo televisor para jugadores ya está disponible en modalidad de precompra al precio de
2.999 euros. Una tarifa elevada y que posiblemente merezca la pena comparar cuando salga a la venta el
Corsair Xeneon Flex OLED, un monitor para PC análogo sin funciones de televisor y con curvatura de ajuste manual en lugar de motorizada.
Fuente: LG