Libre de pensamiento, palabra, obra y omisión

Un hombre encara la recta del pasillo hacia el cuarto de baño. Enciende la luz y se sitúa frente al espejo. Coge un peine con aire distraído mientras piensa en sus cosas, quizás en una mujer. Cuando le devuelve la mirada al espejo descubre que ha perdido pelo de forma irremediable. Horrorizado, deja el peine y opta por acabar con todo cuanto antes. Tira con ímpetu, como si le fuera la vida en ello.
Tras el último mechón comienza lo peor. Una enorme brecha sangrante asoma bajo su cuero cabelludo. Es tan grande que su mano desaparece en el interior de la cabeza. Extasiado, alza los brazos y empuja hacia dentro. Empuja tan fuerte que, cuando se da cuenta, su cuerpo ha seguido la trayectoria de los brazos para acabar flotando apaciblemente entre el cálido candor de la masa encefálica.
La oscuridad lo envuelve todo menos una sala tenuemente iluminada situada al final de su conciencia. Un letrero preside la sala: pensamiento.
A lo lejos, entre las sombras, aparece la silueta de una mujer. A pesar de la distancia descubre que es ella.

"Ella,
tan bella,
tan esbelta,
y jamás
te he dirigido
la palabra"

Tan sólo le regala miradas desde el gélido marco que preside la distancia. Hoy, sin embargo, gracias a la desgracia, se encuentra en un lugar inhóspito donde todo es posible:

“¿Quieres estar conmigo?”
“Sí”
Vaya, una incursión en el terreno de las polaroids, Prado. Pues decirte que tu relato está excelente para no ser tu estilo predilecto de escritura, aunque deduzco que has mezclado ese aire surrealista que, obviamente desprende tu escrito, con tu particular visión (o diría obsesión [burla2] ) de la metáfora que incluso dentro un estado de pesadilla como es este texto, se desprende siempre inteligentemente en forma de mujer. Muy bueno, Prado.
Saludos!
Vaya, una forma muy sugestiva de representar un viaje físico al pensamiento, consiguiendo esa imagen de incursión involuntaria (o por accidente) en aquello que pensamos, y unas metáforas que desde luego no te dejan indiferente. Un cierto toque de crudeza la hace más interesante, y la oscuridad presente en toda la sala excepto ese pequeño cuarto en el que está ella representa muy bien todo aquello que podemos pensar y no lo hacemos. Esa es mi particular interpretación de tu polaroid. Me ha encantado, y el hecho de ser un poco enrevesada ha influido bastante en que me haya gustado tanto. salu2!
Gracias, muchas gracias. Esta historia será retocada, lo que pasa es que me he dejado todo en el trabajo, y hasta que no se acabe el puente nada de nada.

¡Puente! ¡Carnavales!

Edit: Ya está editado. Me acordaba de los cambios más de lo que yo pensaba:)
“Lagun” prado no te prodigas mucho en los relatos y leyendo este no entiendo el porque ¿Seras tu una persona que madura mucho sus ideas? Una persona responsable ante si mismo de lo que escribe, no como otros (otros soy yo ;-))
Esa imagen tan inquietante de un hombre delante del espejo que se mete dentro de si (literalmente) en lo mas hondo de su psique hasta encontrar en lo mas profundo de sus pensamientos (El detalle ese del cartel de la sala es de genio)lo que le come la cabeza , “Esa mujer”. Se ve que compartimos inquietudes espejos, reflejos, pensamientos...muchas veces reconcomitantes y MUJERES;-) magnifico.


ooohh yeaaahhh
Muy interesante el relato... veo algo asi como una trama oculta detras de la historia en si... divertido de leer...
Hombre, gracias a los dos!

Asier, en prosa flojeo bastante. Me sieto menos cómodo. Hay veces que me da por pensar que debería escribir más en prosa, pero enseguida abandono la idea. Y soy muy inseguro, modificando continuamente los textos... no sé, a ver qué hago, pero definitivamente disfruto un poco menos que con la poesía.

Muad_did, qué curioso que lo hayas encontrado divertido. Me encanta que lo pienses, porque te aseguro que no trataba de serlo cuando lo escribí:D:D:D:D:D:D [burla2]

Un abrazo a los dos [360º]
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